Capítulo 17: Bebé

643 42 1
                                    

Llegamos al Búnker y les dije que estaba un poco mareada del viaje por lo que me iba a tumbar un rato en la cama. Al final, en vez de estar descansando estuve en el baño vomitando.
Jack vino y me dijo que era para ver que me pasaba. Puso sus dedos sobre mi frente. A los segundos se separó y dijo:
-____, ¿hace cuánto que no tienes el período?
-Se me está retrasando, ¿por?
-Deberías hacerte una prueba.
-¿Qué?¿E-estoy…?
-No estoy seguro, por eso lo digo.
No lo entendía, habíamos tomado precauciones. Siempre llevábamos protecc… ¡Mierda! El coche.

Empecé a entrar en pánico. No era posible si solo habían pasado unas horas, ¿ya vómitos? Se lo expliqué a Jack y Cas (que luego vino al enterarse) y me dijeron que mi metabolismo no es exactamente como el de los humanos y que por eso puede que sea más fértil y que los síntomas se adelanten:
-Genial.-Dije sarcástica.-¿Cómo se lo voy a decir a Dean?-Dije dándome con la mano en la cara.
-Ya lo sé.-Dijo Dean desde la puerta.
Ni siquiera le había visto. Tenía cara de preocupación, pero a la vez de calma. Él no estaba entrando en pánico como yo y eso, en cierto modo, me tranquilizó.
-Dean…-Dije mirándole desde el suelo.
Me ayudó a levantarme quedándonos frente a frente, sonrió levemente y susurró:
-Sam ha ido a por una prueba así que enseguida lo sabremos.
-Pero… ¡¿un bebé?!
-No me importa.
-¿Cómo es que estás tan calmado?
-Porque te quiero y ese bebé será la prueba de nuestro amor.
Me quedé perpleja, Dean nunca hablaba así. Y menos para decir eso. Lo había dicho. Dios, yo no era capaz de procesarlo:
-Yo también te quiero.
Se acercó para darme un beso pero le frené y dije:
-Dean, estoy de vómito.
Sonrió y me dió un delicado beso en la frente.

Un rato después Sam vino con la prueba. La hice y salí del baño para decirles el resultado. Salí con los ojos llorosos y la prueba en las manos. Dean me miró preocupado y dije:
-Vamos a tener un bebé.
-¿Qué?
Salté a sus brazos. Le besé y le abracé. Los demás también se unieron a nuestro abrazo y nos dieron la enhorabuena. Por una vez, todos estábamos felices.

A la noche, yo me había trasladado a la habitación de Dean. Estábamos los dos metido en la cama, sentados y yo con mi cabeza apoyada en su pecho. Él tenía su brazo sobre mis hombros y tenía su portátil sobre las piernas. Yo estaba leyendo un libro y sin parar de tocarme la barriga. No me estaba concentrando en el libro y ya no sabía ni qué estaba pasando en la historia. Lo cerré y suspiré. Dean cerró su portátil y me miró con una pequeña sonrisa:
-¿Te preocupa algo?
Asentí.
-Tengo miedo…
-¿Por el bebé?
Volví a asentir.
-Se que esta no es precisamente la vida para un bebé, pero ya pensaremos en algo.
-No, no es eso. Tengo miedo de que se parezca a mí.
-Será afortunado si se parece a tí.
-Pero, yo no soy humana Dean, al menos no del todo. ¿Y si hereda mis poderes? ¿Y si no tiene aspecto humano?
-Lo protegeremos, y le enseñaremos todo lo que necesite saber.
-No dejo de pensar en que yo aún ni siquiera he activado mis poderes. Se supone que me muero, ¿y si el bebé también muere?
-Ey, -dijo suavemente.- no vas a morir, y él tampoco. Activarás tus poderes y él sobrevivirá porque estoy convencido de que es tan fuerte como tú.
Dean bajó la mirada, entendía perfectamente porque ponía esa cara:
-Dean, vas a ser un padre genial, no te preocupes por eso, ¿vale?
Él asintió y me dió un corto beso.

Dean y tu (Una vida desconocida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora