Capítulo 8: Pasado

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Pasaron las semanas y yo seguía entrenando cada día, pero no siempre con Dean, Sam a veces me enseñaba como hackear distintas páginas y como crearme distintas identificaciones falsas.

Un día me llevaron a hacerme un tatuaje anti posesiones. Cas dijo que mientras fuera humana si que sería posible poseerme por lo que fuimos a hacerlo.
Al llegar le dije que lo quería justo debajo del pecho para que no se me viera de normal. Dean se burló todo el rato diciendo que si me daba mucho miedo le podía dar la mano y cosas así. Yo solo le fulminaba con la mirada.

Al levantarme la camiseta para que empezara a hacerme el tatuaje quedaron a la vista unas cicatrices no muy grandes. Los hermanos me miraron y le dijeron al tatuador que esperara un momento fuera:

-¿Qué es eso?-Dijo Dean un tanto enfadado.

-No es nada.

-____, ¿quién te ha hecho eso?-Dijo Sam preocupado

-Fue hace mucho tiempo, y es algo de lo que no me gusta hablar  de mi pasado. Dijisteis que respetaríais el que no quisiera contaros algo de mi pasado.

-Tienes razón.-Dijo Sam.
Dean durante todo el rato se dedicó a mirarme preocupado y un tanto resignado.

Cuando terminó de hacerme el tatuaje, cogimos comida para llevar y nos fuimos al Bunker con Cas y Jack.

Al llegar me volvió a pasar lo mismo, vieron el tatuaje y las cicatrices, y volvieron a insistir para saber que me había pasado. Les dije que ignoraran el tema, pero Dean no dejaba de mirarme.

A la tarde, yo estaba en mi cuarto leyendo un libro cuando tocaron a la puerta, dejé el libro y me levanté a abrir la puerta:

-Hola, Dean, ¿qué pasa?

-Quería ver que tal estabas, ¿puedo pasar?

-Si, claro.

Nos sentamos en el borde de la cama y le dije:

-No has venido simplemente para hablar, ¿a qué no?

-Yo… No.

-¿Qué quieres saber?

-¿Tienes más cicatrices como esa?-Dijo señalando mi tripa.

-Puede, ¿por qué?

-¿Quién pudo hacerte daño?

Yo suspiré, aún no estaba lista para contar nada:

-Un cabrón, ¿te sirve?

-No mucho.

-Dean, te lo contaré, os lo contaré a todos lo prometo, es que no estoy lista aún.

-Lo entiendo, en serio, solo quiero que sepas que ya no te va a pasar nada de eso.

-Gracias, lo sé.

Unos días después los chicos encontraron un caso y decidimos ir a echar un vistazo. Tenía toda la pinta de que era una manada de hombres lobo, así que les supliqué que me dejaran ir con ellos y al final fuimos los hermanos y yo.

Llegamos al motel y la habitación tenía una cama doble y una individual. Les dije que esperaba que no les importara dormir juntos porque yo iba a dormir sola. Se rieron y aceptaron. Nos vestimos los tres con traje y corbata y nos dirigimos a la escena del crimen.

A un hombre lo habían encontrado sin corazón en un callejón poco habitable. Por lo que sabíamos era muy mala persona, por lo que no nos daba demasiada pena, y era un borracho.

Llegamos, y mientras Sam decía los nombres de nuestras falsas identidades los tres sacamos las identificaciones del FBI al mismo tiempo. Nos dejaron pasar sin dudar un segundo y nos empezaron a explicar lo que había pasado. Al parecer la víctima había salido sobre las tres o las cuatro de la mañana de un bar del que le habían echado, y borracho. Decían que había sido un lobo, ilusos. Los hermanos empezaron a hacerle preguntas:

Dean y tu (Una vida desconocida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora