Capítulo 2: Un Ángel

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A la mañana siguiente me levanté bastante pronto y, por primera vez en bastante tiempo, había dormido bien. Me duché, de pronto oí ruido en la habitación y a Dean decir mientras tocaba a la puerta del baño:

-____, vengo para avisarte de que Sam ha ido a comprar el desayuno y enseguida vendrá.

-Vale, yo enseguida salgo.

-También vengo para decirte que estoy metiendo todo al impala para ver donde tienes tus cosas y las pongo en el maletero con lo demás.

-Claro, ahora salgo y te enseño donde tengo las cosas y te ayudo a llevarlas al coche.

Yo lo decía todo muy convencida, demasiado. Me había dejado la ropa limpia en una de mis mochilas y ya había guardado el pijama y todo. Me maldije a mi misma ya que ahora iba a tener que salir en toalla delante de Dean.

Respire hondo y dije:

-¿Dean?

-¿Sí?

-Tengo que salir porque se me ha olvidado la ropa en una de las mochilas y no se en cual.

-Vale...-Dijo Dean un poco confuso.

-¿La puerta está cerrada?

-Sí

-¿Y las cortinas corridas?

-Sí, no te preocupes, si quieres puedo buscar yo la ropa y te la paso.

-No.-Dije de pronto, no quería que nadie cotillease mis cosas.-Me lo vas a desordenar todo, prefiero hacerlo yo. Promete que no vas a mirar nada que no debas.

-Lo prometo, pero ¿saldrás con algo puesto, no?

-No, si te parece salgo desnuda delante tuya.-Dije sarcástica.- Voy con una toalla idiota.

Salí y todo el calor que había en el baño desapareció y empecé a tiritar del frio que tenía. Dean me miró con una medio sonrisa y yo solo fui capaz de fulminarle con la mirada.

Empecé a buscar entre las dos mochilas que tenía encima de la cama, y ninguna era la que necesitaba. Me maldije de nuevo cuando me di cuenta de que la que necesitaba estaba en un estante en el que tenía que empinarme para poder llegar. ¿Por qué la había puesto ahí? Porque soy tonta.

Con una mano me sujete fuerte la toalla, asegurandome de que no se veía nada y con la otra intenté alcanzar la bolsa mientras me ponía de puntillas.

Mientras tanto, Dean estaba de pie con los brazos cruzados y sonriendo mientras disfrutaba del espectáculo. Me rendí, no podía llegar sin que se me cayera la toalla. Le mire y le dije:

-¿Puedes echarme una mano?

-¿Cual es la palabra mágica?

Se lo estaba pasando demasiado bien.

-Por favor.-Dije rodando los ojos.

Sonrió y se acercó a coger la bolsa. Él también se tuvo que poner de puntillas ya que no era mucho más alto que yo, pero la cogió con mucha más facilidad que yo normalmente. La dejo en la cama y dijo:

-Aquí tienes.

-No deberías estar disfrutando tanto de esto.

-Ah, pues créeme que lo estoy disfrutando.

Volví a fulminarle con la mirada, saque la ropa de la mochila y automáticamente la volví al cerrar.

Me metí al baño al cambiarme mientras Dean decia:

-Por mi no hace falta que vayas al baño a cambiarte.

-Ja ja, a veces se me olvida lo gracioso que eres.

Ya me había vestido prácticamente, solo me faltaba la camiseta. La tenía en las manos y me pare a olerla y recordar a la anterior dueña de esa camiseta. Como siempre, preferí no seguir recordando por lo que fui a ponermela cuando alguien apareció detrás mía de la nada.

Grité mientras me tapaba la zona del sujetador con la camiseta y Dean entraba en el baño abriendo la puerta de una patada y con la pistola en la mano. El chico en gabardina parecía un poco confuso, como si no entendiera que hacía ahí Dean ni porque habíamos reaccionado así.

Al verle Dean guardo el arma más relajado y dijo:

-Joder, Cas, ¿que te había dicho de aparecer detrás de la gente? Algún día nos va a dar un ataque al corazón a alguno.

Yo seguía aun muy confusa y asustada.

Dean me miró y dijo:

-No te preocupes, ____, no va a hacerte daño, este es Cas, es familia.-Dijo sonriendo.

-¿Cómo ha...?-Dije aun muy asustada.

-Es un ángel.

Mis ojos se abrieron aun más, ¡¿ángeles?!

-Sí, existen, aunque no son tan buenos como dicen, excepto Cas, claro.

-Hola, soy Castiel. -Dijo sonriendo y tendiendo su mano.

-Yo soy ____.-Dije estrechando su mano.

Sonreí un poco y me relaje.

Al darme cuenta de que aún no me había puesto la camiseta carraspeé, Dean lo pilló y salió con Cas del baño. Me puse la camiseta y salí. Sam ya había llegado y estaban los tres sentados en la mesa.

Me senté en la silla que quedaba, al lado de Cas y empecé a comerme un donut mientras les escuchaba parlotear :

-Cas, ¿que haces aquí?

-Bueno, en un principio había venido a deciros de que iba a volver ya al bunker pero he notado una presencia un poco extraña muy cerca de vosotros por lo que me he acercado a ver que era y le he visto a ____

Los tres me miraron y yo solo fui capaz de tragar el trozo de donut que tenía en la boca y dejar el resto en la silla.

-Pensaba que tu no sabias nada de este mundo.-Dijo Dean un poco enfadado me parecía a mi.

-¿Qué? No estaréis pensando que os he mentido, ¿no?

Todos se quedaron en silencio.

-Casi me muero de miedo al ver que existen los vampiros y los ángeles. Yo nunca os mentiría.

Seguían sin decir nada, era como si me estuvieran intentando descubrir si mentía o no.

-Bien, si no me creéis me voy, estoy acostumbrada a estar sola.

Salí de la puerta y abrí el maletero del impala para coger mis bolsas. Les oí como Castiel les decía que yo no mentía y vi a Dean acercarse. Me miró de arriba como si no estuviera seguro de que decir y entonces dijo:

-Te creo.

Yo me reí sarcasticamente y dije:

-Ahora que vuestro ángel os lo ha dicho.

-No es eso, de verdad que te creo, se que tu nunca nos mentirias.-Dijo haciendo que le mirará a los ojos.-Siempre te creeré.

-Gracias, pero se que se te ha pasado por la cabeza la idea de que tiene lógica ya que no os he contado nada de mi pasado.

-No puedo negarlo.

-Pues te voy ha decir una cosa, he sufrido mucho, muchísimo, así que no volváis volváis pensar que no lo cuento porque escondo algo, no lo cuento porque es doloroso recordarlo.

Metí las bolsas de nuevo en el maletero y lo cerré.

-Vamos.-Dije sentándome en uno de los asientos de la parte de atrás del impala.

Dean y tu (Una vida desconocida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora