Capítulo 3: El Viaje

915 55 5
                                    

En el viaje…

-Castiel, una pregunta.-Dije mientras Cas, que estaba a un asiento de mi, se giraba para mirarme. -Sí puedes aparecer y desaparecer donde te apetece, ¿por qué vienes vienes con nosotros en el coche?

-Es que si iba ahora me iba a aburrir hasta que llegarais.-Dijo como un niño pequeño.

-Ohhh, que cuco. Eres tan adorable como un bebé en gabardina.

-Gracias.-Dijo sonriente.

-Ey, cuando yo te lo digo te enfadas y cuando lo dice ella no?-Dijo Dean indignado.

-Tu lo dijiste siendo borde, ella no.

Nos miramos por el espejo y le Sonreí con superioridad.

Al principio del viaje estuvimos con la radio encendida y Dean poniendo el volumen a tope. Se ponía a cantar como si la vida le fuera en ello con cada canción y yo a veces hacía amago de cantar cuando aparecía alguna que yo conocía. Siempre que lo hacía Dean me miraba por el espejo y se le ponía una sonrisa en la cara, yo solo intentaba evitar mirarle para no ponerme roja.

Al cabo de 3 horas me empecé a quedarme dormida. Sam llevaba un rato dormido y Cas era el único que mantenía una conversación con Dean, aunque de vez en cuando se iba y volvía.

Intenté prestar atención a la conversación que estaban teniendo sobre las series que Castiel había empezado a ver, pero no aguantar más y me quedé dormida.

Al cabo de un rato, me desperté pero decidí no abrir los ojos para intentar dormirme de nuevo. Y, como cotilla que soy, escuché la conversación que estaban teniendo los tres, ya que Sam ya se había despertado:

-Cas, - Dijo Dean.- ¿Estás seguro de que ____ es un ser sobrenatural?

-Si, pero no sabría deciros que es. Cada vez que intento descubrirlo una luz me cega y me empieza a doler la cabeza.

-Entonces, ¿qué hacemos?

-Llevarla al bunker y ahí averiguar qué es.

-Dean, ¿seguro que quieres meterla en el bunker? Puede que sea…

-¿Un monstruo? No, Sammy, ella no es un monstruo, ni siquiera sabía que no era humana.

-Dean, ¿acaso estás dejando a tus sentimientos interponerse? - Dijo Sam con voz pillina.

-¿Que? No digas tonterías Sam. - Dijo disimulado muy mal.

-Nunca entenderé porque los humanos decidís esconder vuestros sentimientos de maneras tan patéticas.-Dijo Cas.

En ese momento decidí entrar en acción y fingí despertarme:

-Hola chicos, ¿hemos llegado ya? - Dije fijándome en que Dean estaba un poco ruborizado.

-Buenos días, preciosa, siento decirte que aún quedan 2 horas.

-Bfff, -Dije moviendome al asiento de en medio al lado de Cas para poder ver mejor la carretera.- ¿Cuánto rato he estado dormida?

-Una hora, algo así.

-¿He hablado en sueños?

-No, ¿porqué?-Dijo esta vez Sam volviéndose para mirarme.

-Es que de pequeña siempre hablaba en sueños y bueno, no sabía si lo seguía haciendo.

-No te preocupes que no has dicho nada.-Dijo Dean sonriendo.

-Auch!-Dije.

De pronto me empezó a doler muchísimo la cabeza como si me estuvieran clavando agujas y me atravesaran la cabeza. Empecé a sujetarme la cabeza con mis manos y Dean paró en la primera estación de servicio que vio. Cas puso sus manos sobre las mías y de sus manos salió una luz muy brillante. Acto seguido me desmayé.

Me desperté con un poco de mareo y con la vista borrosa. Intenté incorporarme pero mi cabeza volvió a dolerme por lo que la volví a apoyar. Miré al conductor y vi que tenía pelo largo por lo que supuse que estaba conduciendo Sam, me fijé en el copiloto y vi que era Cas por la gabardina. Noté que estaba tumbada y mi cabeza sobre unas piernas, miré hacia arriba y vi a Dean con cara de preocupación y diciéndole a Sam que condujera más rápido.

Al verme, clavó su vista en mi y dijo:

-____, aguanta ya casi hemos llegado al bunker, no te preocupes.

-¿Qué ha pasado?-Dije un tanto confundida, mis recuerdos estaban un poco borrosos.

-Te has desmayado por la Gracia de Cas, que era demasiada, todo va a salir bien.-Dijo intentando fingir una sonrisa.

-Que mal mientes, Dean Winchester.-Dije mientras volvía a cerrar los ojos ya que me sentía demasiado débil.

Dean me dio un beso en la frente y susurró:

-Aguanta.

Yo no me había vuelto a dormir pero no tenía fuerzas ni para abrir los ojos. Llegamos y Dean me sacó del coche en brazos. Me llevaron hasta una habitación, supongo que la de Dean, y me tumbaron en la cama.

Mientras Dean me estaba dejando en la cama abrí un poco los ojos y le susurré:

-Gracias.

-Shhh, descansa.

Le hice caso y me dormí.

Dean y tu (Una vida desconocida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora