The Past Of The Kings | D.S 2

Capitulo 4

Pov's Megan

Derrapamos en la esquina de la calle llamando la atención de los chicos y los otros imbéciles que dejaron de disparar por unos segundos. Freno de golpe cuando estoy entre los chicos y los que les disparan, estoy muy loca para hacer esto pero el auto es blindado.

- ¡Derek suban al auto! -le grito mientras disparo a los otros idiotas. La capucha me tapa el rostro pero no mi visión sobre ellos, mi mirada se centra en un castaño de ojos café casi negros que me miran con una sonrisa sinica- ¡Mia vámonos! -le ordené por el comunicador de los autos. Si tenemos comunicadores en los autos que nos permite a todos saber lo que hablamos.

- ¿Liza también lo viste? -me pregunta Aarón tenso.

- Si Ethan, lo vi -apreto la mandíbula tensa al igual que las manos alrededor del volante- Vamonos de aqui -estaba a punto de acelerar el auto cuando tres camionetas se colocan frente a mi y otras atrás dejándonos sin salida a todos. Mia y Aarón siguen en sus autos dentro del círculo, por lo menos están dentro de autos blindados.

- ¡¿Por qué la princesa no se muestra?! -el imbécil de Rick aparece entre sus hombres con una sonrisa falsa en los labios. Lo miro fijamente y al parecer siente mi mirada porque voltea a verme con una sonrisa más grande que la anterior y esta vez sincera- ¿No vas a salir Megan? -pregunta con sorna.

- ¡¿Que?! -exclaman los recién llegados a mi auto. La mirada de Sebastián, Jackson y Derek están fijas en mi.

- No salgas del maldito auto -habla Aarón por el comunicador.

- No voy dejar que les pase algo -tenso más los brazos y golpeó el volante con los puños. Mis acompañantes siguen sin creer que soy yo.

- El tiempo se agota -al lado de Rick aparece un hombre sosteniendo auna mujer muy familiar y a un niño de 12 años.

- Chad -murmuro con la vista fija en el.

- ¡Megan no! -escucho el grito de Aarón y Mia pero ya estoy fuera del auto con las manos en alto.

- Dejalos en paz ya tienes lo que querías -mi voz sale ronca por la rabia y tristeza contenida.

- De hecho todavía no -sonrie malicioso- Voltea y sacate la capucha -me volteo y lentamente dejó caer la capucha en mi espalda sin levantar la cabeza. Por salir rápido no me puse los lentes de contacto a si que me reconocerán en dos segundos si no le creyeron a Rick que era Megan- Levanta la cabeza -escucho un sollozo a mis espaldas que reconozco como el de Chad. Con lo ojos cristalizados levanto la cabeza mirando al auto de Aarón moviendo los labios. "Lo siento" le digo mientras dos lágrimas salen de mis ojos.

Mi mirada se dirige a Mia que está ahogando los sollozos. Miro a mi auto donde están mis hermanos y Derek, apartó la mirada al no poder mirarlos a los ojos.

- Veo que no querías revelar que volviste -su voz se escucha a un costado de mi. Tira de mi cabello hacia atrás y me voltea para que mire a Clarissa y Chad de rodillas en el suelo- ¿A quién salvas? -inquiere sin rodeos. Cierro los ojos sin querer ver pero jala más de mi cabello haciéndome abrirlos y mirar por reflejo a Clarissa que están frente a mi. Mi mirada cae en Chad junto en el momento que un hombre le dispara en el pecho sin importarle que sea un niño.

- ¡Chad! -un grito desgarrador sale de mi garganta al verlo caer al suelo lleno de sangre, antes de caer en inconsciente me dedica una sonrisa y cierra sus ojos para no despertar más.

- Eso es lo que quería -dice alto para que los chicos que salieron de los autos también escuchen- Ver el sufrimiento que tienes al perder a alguien, el mismo sufrimiento que sentiste al perder lo que llevabas en tu vientre hace 7 meses -me tira al suelo junto a Chad. Ahora no me importa lo que digan o la expresión que tengan los chicos, solo abrazo el cuerpo de Chad con un río de lágrimas saliendo de de mis ojos.

- Perdoname mi niño -susurre acariciando su pelo. Los sollozos que salen de mi garganta son incontrolables, lo único que siento ahora es el intenso dolor en mi pecho que hace que más lágrimas salgan de mis ojos.

- Hija... -trata de tocarme, lo único que obtiene es que me aparte de ella.

- ¡No te me acerques! -le grito con el dolor marcado en mi voz. Levanto la mirada encontrándome a Rick frente a Derek intentando provocarlo. Me levanto dejando en cuerpo de Chad en el suelo con cuidado, avanzo hasta llegar a ellos y me coloco en medio de los dos dándole la espalda a Derek.

- ¿Ya tienes lo que querías no? Me tienes más destruida de lo que cualquiera lograría. ¡Puedes meterte todo lo que quieras conmigo pero a ellos los dejas en paz! -hablo bruscamente empujándolo hacia atrás- Ellos no tienen nada que ver con lo que pasó hace años -espeto lanzando un golpe a su mandíbula.

- Largate antes de que te matemos aquí mismo -advierte Aarón colocándose a mi lado. Rick nos mira un poco asustado, con sus hombres se sube a las camionetas y aceleran perdiendonos de vista. Mi mellizo me abraza sin decir nada y yo solo dejo salir las lágrimas, sollozos y gritos de dolor, no puedo hacer nada más que eso.

Nos dejamos caer al suelo, el me acomoda entre sus piernas y me pega a su pecho. Él también derrama lágrimas en silencio, los recuerdos de los 7 meses encerrados aparecen y la pérdida de Chad nos consume en el dolor.

- Princesa -trata de hablar pero niego con la cabeza.

- Vamonos de aquí -musite levantandome. El carga el cuerpo de Chad a su auto, me subo al asiento de piloto en mi auto y a los segundos la puerta de copiloto y las de atrás se abren. Apenas se cierran aceleró derramando lágrimas silenciosas, tendremos que ir al galpón para arreglar todo.

El tiempo para mí parece nada y llegamos. Apago el auto y salgo sin esperar a los chicos entro al galpón ganando la mirada de Damián, Zoey, Sam, Aeryn, Nic y Sofía que se quedaron a esperar a los demás.
Camino derecho al despacho, entro y cierro con llave para que nadie entre. Me sirvo una copa de lo que creo es Bourbon y me la tomo de un trago, lo repito unas cinco veces más y tiró la copa a una pared haciéndola trizas.

Los papeles que estaban ordenados en el escritorio ahora están esparcidos por todo el suelo al igual que las estanterías. Tiró el último mueble en pie al piso soltando un grito desesperado, apoyo mi espalda en la pared y me deslizó quedando sentada en el suelo con mis piernas pegadas a mi pecho y con la cabeza apoyada en las rodillas.

Escucho como intentan abrir la puerta pero ya no me importa, nada me importa si yo lo arruinó todo.

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