The Past Of The Kings | D.S 2

Capitulo 5

Pov's Derek

Nunca creí tenerla cerca y no darme cuenta que era ella. Hoy en la universidad la ví observandome detalladamente cómo si viera lo que su ausencia me hacia. Quería encontrarla con todas mis fuerzas pero no en un momento como este.

Lo que ese tal Rick dijo acerca del sufrimiento que paso los 7 meses que estuvieron encerrados me hizo hervir la sangre, aún más al enterarme que Megan estaba embarazada y él provoco la pérdida de mi hijo.

El grito de ella proveniente del despacho me alerta y trato de abrir la puerta, la cerro con llave para que no pudiéramos entrar. Con un fierro que había cerca rompo la cerradura, entro encontrándome todo desparramado por el suelo, sin embargo lo que más me interesa en estos momentos es ella. Me acerco y la acomodo en mis brazos con cuidado de no lastimarla con algunos pedazos de vidrios esparcidos por el suelo.

- Perdóname -susurra con la cabeza en mi cuello.

- Tranquila, no es momento bonita -le acarició el cabello logrando que se quede dormida. La cargo estilo princesa y salgo del despacho con todas las miradas puestas en mi.

- ¿Qué paso? -indaga "Ethan" o más bien Aarón acercándose a su hermana y a mi.

- Dejo el despacho hecho un basural -contesté mirando a mi pequeña que tiene su cabeza apoyada en mi pecho.

- Dejala en las habitaciones que hay aquí -le acaricia la mejilla sonriendo un poco.

- ¿Hay habitaciones aquí? -pregunta Liam desconcertado.

- Si, ¿no se dieron cuenta? -responde/pregunta.

- ¿Entonces todas las veces que me iba a casa para mí siesta en la tarde fueron en vano? -refunfuña Jake

- Emm... Si -reimos un poco- Sígueme -dice hacia mi. Asiento y lo sigo por unos pasillos que nadie sabía de su existencia hasta una puerta con la palabra 'Queen' escrita en ella. Nos adentramos en la habitación y dejo a Megan acostada con las mantas cubriéndola.

- ¿Por qué no sabíamos que estaban de vuelta? -pregunté mirando a mi castaña.

- Porque ella no estaba lista, y tampoco lo está ahora -susurra lo último con intención de que no lo escuche, no lo logro.

- ¿Qué paso en esos 7 meses? -vuelvo a preguntar.

- No es tiempo de que lo sepan -se remueve incómodo en su lugar- Dejemos que descanse -mira a su hermana y sale de la habitación.

Lo que pasaron no fue nada fácil para que ocultaran su regreso, fueron 7 meses en que les pudieron haber experimentado casi todos los métodos de tortura que existen y aún así están de pie, solo necesitan de que sostenerse para no caer y ellos se aferraron a la promesa que nos hicieron. Solo por nosotros no se dejan caer.

(...)

Me despierto al sentir una corriente de viento helado en mi espalda y con el otro lado de la cama vacío. Abro los ojos con pereza, mi mirada pasa por toda la habitación deteniéndose en un pequeño balcón que está con las puertas abiertas y las cortinas moviéndose a causa del viento.

- No quería despertarte -susurro cuando estoy al lado de ella en el balcón.

- No te preocupes -me apoyo en el barandal- Es tarde deberías descansar -aconseje al ver que son las 4 de la mañana.

- Eso intento pero siempre vienen las pesadillas -murmura con su mirada fija en el cielo.

- ¿Qué fue lo que pasó? -cuestione cauteloso ante su reacción.

- La primera semana estuvimos inconscientes por la droga que nos inyectaron para llevarnos a Milán, desde ahí empezaron a darnos comida y agua dos veces por semana -empieza a relatar- No había día en que no entrarán hombres a darnos golpes hasta que un día llevaron a alguien más -el volumen de su voz baja que apenas la escucho.

- ¿Quién era? -la observo de reojo.

- Misha -contesta con la cabeza baja- Lo llevaron todo golpeado y con cortes en los brazos y abdomen, me desataron y logré que el sangrado de las heridas se detuviera. Siempre que los hombres se pasaban con los golpes él llegaba, les ordenaba que salieran y cuando estábamos los tres solos se encargaba de curarnos y darnos de comer -cruza sus brazos haciendo notar las marcas y cortes que hay en ellos.

- ¿Por qué? -frunce el ceño sin entender- ¿Por qué ayudarlo después de estar junto a John? -suspira.

- Yo era como su hermana pequeña, siempre que John intentaba hacerme algo él se interponía -sonrie un poco- Misha y yo éramos entrenados por John desde los 8 años. Después de un tiempo empezaron a cambiar muchas cosas, entre ellas la actitud que tenía conmigo -confiesa.

- Lo que dijo ese tal Ric...--me interrumpe antes de terminar la pregunta.

- No sabía que estaba embarazada hasta después de la primera paliza que me dieron, ese mismo día lo perdí -se abraza ella misma. Tiene la cabeza baja y su cabello está revuelto a causa de la ventisca que corre.

- Hey, mirame amor -me acerco a ella levantando su cabeza- No fue tu culpa, si tú te hubieras enterado antes las cosas serían distintas pero lo hiciste por nosotros para protegernos -con mis dedos seco las pocas lágrimas que corrían por sus mejillas- No tienes la culpa de nada, solo ellos que se encargan de destruirles la vida a todos, no dejes que lo hagan contigo -le sonrió acariciando sus mejillas.

- Gracias -murmuro mirándome a los ojos

- Yo debería darte las gracias a ti por protegernos -la abrazo con fuerza pegando su pecho al mío.

- Me hiciste falta -su voz sale un poco ahogada.

- Pues ya estoy contigo y no pienso dejarte ir nunca más -contesté besando su coronilla. Estamos un rato así hasta que escucho un bostezo salir de sus labios- Vamos a dormir nena -la cargo estilo princesa y entro a la habitación cerrando el ventanal con el pie.

Nos acomodamos en la cama de manera que quedamos abrazados y caemos en un profundo sueño.

(...)

En otro lugar del mundo

- ¿Sabes donde están? -pregunta el señor de cabello castaño medio y ojos azules idénticos al de una castaña conocida.

- Estan de vuelta con sus amigos -contesta el chico rubio y de ojos verdes- Hace menos de 12 horas Rick apareció matando a Chad y a Clarissa la dejo libre -le informa el chico a su jefe.

- No quiero que ese imbécil se acerque a ellos, en especial a los mellizos -el jefe deja el vaso en la mesita y lo mira fijamente- Cualquier cosa que les suceda me informas inmediatamente -el chicos asiente y sale del despacho.

El hombre se coloca frente al ventanal paseando su vista por la enorme cuidad. En unos días tendrá que aparecer en la vida de los mellizos y dar a conocer quién es realmente, hasta entonces los seguirá cuidando entre las sombras como lo ha hecho por mucho tiempo.

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Editado