The Past Of The Kings | D.S 2

Capítulo 24

Pov's Aaron

Abro los ojos con un intenso dolor de cabeza. Mía esta sentada a mi lado mirando a la nada mientras sostiene mi mano con los ojos cristalizados.

- ¿Mía? -llamo su atención para sacarla del trance.

- ¿Cómo estas? -pregunta aun sin mirarme.

- Con un dolor de cabeza horrible -contesto con el ceño fruncido- ¿Qué fue lo paso? -se gira a verme con un pequeño rastro de enojo en sus ojos.

- ¿Por qué lo hiciste? -su ceño esta ligeramente fruncido y su mandíbula esta tensa. Imágenes pasan por mi cabeza haciendo un click que me recuerda todo lo que paso. Rick esta más cerca de lo que creemos.

- Megan -murmuro preocupado- Tengo que hablar con ella -trato de levantarme pero me frena colocando sus manos en mis hombros.

- Estás en la enfermería -suspira- Ella está en su habitación con Derek, llevabas 3 horas inconsciente por el golpe que él te dio -me informa levantándose de la camilla. Sale de la habitación, que ahora se, es la enfermería y entra a los minutos con Jack y Seb detrás de ella- Los dejo a solas -sale definitivamente de la enfermería sin dirigirle la mirada a nadie.

Ambos se encuentran de brazos cruzados a los pies de la camilla observándome con enojo y algo que no alcanzo a ver ya que rápidamente cambian su expresión.

- ¿Qué te ocurrió? -Seb mantiene su mirada en mi.

- Rick esta más cerca de lo que creemos. Entro a la casa cuando Megan estaba con Dean y Jake, me inyecto un líquido azul y después de fue, desde ese momento perdí el control de mi mismo y paso todo -explico algo confundido. Suspiran a la vez que asienten de acuerdo.

- Tenemos que decirle a Megan, esperemos a que despierte y hablamos con ella -a penas esas palabras abandonan la boca de Jack mis alarmas se encienden.

- ¿Cómo esta? -pregunto alarmado. Cruzan miradas nerviosas y me observan otra vez.

- Los golpes que le diste la dejaron aturdida -lo dice tan bajo que casi no llegan a mis oídos. Suspiro frustrado y asiento dejándolos libres para que hagan lo que tengan que hacer.

(...)

Estamos todos en la sala esperando a Derek y Megan que aun no bajan.
Seb y Jack se encuentran mas tranquilos al saber la verdad, los demás siguen desconfiados de mi pero no aun no saben lo que paso.

Derek aparece al principio de las escaleras con una postura tensa y la mandíbula apretada. Mi hermana aparece detrás de él con algo entre sus dedos. Me tomo un tiempo para observarla a detalle, tiene un corte en la ceja izquierda y uno en el labios, en su mirada tiene un expresión de dolor que, estoy seguro, es por las costillas.

- ¿Fue Rick verdad? -pregunta enseñandome el pequeño dardo con el que Donovan me inyectó el líquido azul.

- Si -aseguro- Entro esta mañana a la casa y me lo inyecto -murmuro.

- Ian, Alice se encargan de analizar el de esto -les entrega el dardo- Liam, Seb, Jack y Dean se encargan de la seguridad de la mansion, Sara, Vane y Erika revisen todas las camaras, si encuentran algo me llaman. Los demás vienen conmigo -ordena con frialdad. Deja un beso en la cabeza del pequeño Mason y sale de la mansión con las llaves de su auto en la mano.

Cam, Mía, Jake, Rose, Alex, Derek y yo salimos de la mansion, nos subimos a los autos y arrancamos hasta el Galpón.

Pov's Megan

Tengo la mano de Derek en mi muslo haciendo pequeño círculos con sus dedos mientras observa por la ventana. Yo estoy con la mirada fija en la carretera para no tener un accidente.

- Esta mas cerca de lo que pensé -susurra volteando a verme.

- La nota tenía una rosa -hablo dándome cuenta de algo.

- Si, ¿que pasa con eso? -pregunta colocándose de lado en el asiento de copiloto para observarme mejor.

- El siempre ocupa rosas para identificar algo -le explico mirándolo de reojo- La rosa blanca significa en lugar donde nos conocimos -agarro con fuerza el volante dejando mis nudillos blancos.

- Chicago -asegura sin ningún rastro de duda en su voz.

- Si -me desvío por el camino de tierra y luego de avanzar unos kilómetros empezamos a divisar el galpon. Aparcó el auto y bajamos de este para adentrarnos al galpon.

Derek se acerca a mi, entralaza nuestros dedos y nos acercamos a la mesa central juntándonos con los demás.

- Hola -levanto la cabeza.

- Hola papá -contestamos al unísono Aarón y yo. Le doy una pequeña sonrisa cuando fija su mirada en mi.

- ¿Qué diablos te paso? -espeta acercándose a mi. Toma mi rostro entre sus manos fijándose en los cortes y pequeños moratones que empiezan a aparecer en mi rostro.

- Tuve una pequeña pelea con unas chicas -me encojo de hombros restándole importancia. Derek tira levemente mi mano con curiosidad pero no lo demuestra.

- Tu siempre en problemas -niega con la cabeza y sonríe.

- Sabemos que eso viene de familia Mijail -aparece un Matt sonriente.

- No empieces Taylor -le da un leve golpe en el hombro.

- Bien par de niños, a lo que veníamos -interrumpo su jugarreta- Tengo un encargo -todos centran su atención en mi.

- ¿En que momento lo hiciste? -cuestiona Alex.

- En las carreras -sonrio inocente- No son armas comunes -advierto ganando miradas mas curiosas por parte de todos.

- Habla de una vez mujer -dice Jake desesperado.

- Las armas deben contener balas de plata -contesto observando a las chicas.

- ¿Por qué balas de plata? Ni que fueran hombres lobo -las chicas y yo soltamos una risita nerviosa.

- No pregunte para que las querían amor -respondí divertida.

- Bien, ya se una manera de hacerlas -habla Rose emocionada- Plata líquida, actúa más rápido que plata solida -asiento dándole la razón.

- Consigan las balas, yo me encargo de la plata líquida -asienten y me alejo para hacer una llamada.

- ¿Hola? -pregunta una voz adormilada.

- ¿Todavía durmiendo Caleb? -contesté divertida.

- ¿Que carajos? ¿Megan? -se escucha un golpe seco seguido de mucho revuelo.

- La misma -sonrio- Necesito un favor grande -aclaré.

- ¿Que necesitas? -bufa.

- Plata -alejo el celular unos centímetros de mi oreja.

- ¡¿Estas loca?! -pregunta en un susurro- Sabes lo que eso provoca a los de mi tipo -estoy segura que tiene una mueca en el rostro.

- Por fisss -hago un pequeño puchero aunque se que no puede verme.

- Esta bien -gruñe- Mañana en la noche en la entrada del bosque, nos vemos hay -me indica rendido.

- Gracias, nos vemos -corto la llamada y vuelvo con los chicos- La tengo -les informo guardando mi celular.

- Y nosotros las balas -anuncian.

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