No me gustaría empezar enumerando una lista de cualidades que me definiesen como persona.
Definirse es limitarse.
Por lo que empezaré diciendo que soy de Australia (sí, aquella superficie gigante de tierra habitada por canguros, alejada del resto de los continentes y situada en la esquina inferior derecha del mapamundi), en concreto de Sydney, famosa ciudad del ya nombrado país, pero, no capital de este.
Creo importante decir que me encanta leer, me encanta leer por encima de muchas cosas:
Me gustan los paseos a altas horas de la madrugada, pero, me gusta más leer.
Me encanta subir al tejado de mi casa en invierno, arroparme con 3 mantas y tomarme un chocolate caliente, pero, me encanta más leer.
Me gustan las playas escondidas de turistas ruidosos en las que se grita silencio, pero, me gusta más leer.
Me encanta meterme en el mar y solo salir cuando mi piel esté considerablemente arrugada, pero, me encanta más leer.
Me gustan las tardes de lluvia, escuchando música y extrañándote a gritos (o a susurros), pero, me gusta más leer.
Me encantan las personas capaces de llevarte de viaje a Marte solo con su presencia o de bajarte la luna si es necesario; y siendo la excepción a la regla, no me encanta más leer.
Aunque, considerando que soy un personaje del que es remotamente imposible enamorarse y habito en una historia que os leereis al azar por mero aburrimiento, el olvido de estos pequeños detalles y de mi personaje es inevitable (¡Oh, Hazel Grace!).
Demos comienzo pues, a esta historia alejada de la realidad y adornada de mucha ilusión y sueños.
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You kill me (in a good way)
RomanceSé que ya no me veré brillando en tus pupilas. Sé que mientras tú sonríes, yo me coso heridas. Todo se me fue. Puesto que soy el invierno contra tu primavera. El olvido frente a tu recuerdo. El mar contra el desierto. El vacío frente a lo lleno.