You kill me (in a good way)

Vegas - All Time Low

DÍA 290

12:15

¡Por fin es el día!

Nos hemos despedido de nuestras familias hace más de 45 minutos y ahora estoy sentada en el suelo del aeropuerto escuchando música mientras mis dos mejores amigas se están riendo a causa de un vídeo que están viendo en el móvil de Lissa.

La puerta de embarque se debería de haber abierto hace 10 minutos y eso es algo que me pone de los nervios; y viendo a Lissa y a Lex tan relajadas consigo preguntarme por qué soy una persona con tan poca paciencia.

De un momento a otro, la canción "Vegas" de All Time Low comienza a sonar indicando que tengo una llamada entrante.

-¿Sí? -contesto sin molestarme en mirar el nombre de la persona que llama.

-Hola, preciosa. -dice una voz que reconozco al instante.

-Hola, Cal. -digo con una sonrisa aunque no pueda verme.

-¿Ya estás en el aeropuerto?

-Sí.

-Te voy a echar de menos. -me dice.

-Y yo a ti, idiota. -digo mientras me acaricio el brazo izquierdo.

-¿Y eso de idiota? -me pregunta con un tono de enfado para nada creíble.

-Un mote cariñoso. -digo riéndome.

-Sí, claro, cariñoso...

-Sabes que es broma.

-Lo sé, Belle.

-Tengo que decirte una cosa... -empiezo a decir, pero, me interrumpe una voz mecánica indicando que acababan de abrir las puertas de embarque.

-¿Qué cosa?

-Prefiero decírtela en persona. Ya voy a entrar al avión. Adiós, Thomas. Nos vemos en 2 semanas. -me despido de él.

-¡Espero impaciente a que me la digas! Que tengas un buen vuelo, Belle. Y a ver si no se cae el avión.

-¡CALUM! -le reprocho.

-Sabes que es brooooooma. -me dice riéndose.

-Ugh.

-Adiós, Belle. -dice finalmente en un tono suave y cuelga.

-Te quiero. -digo en un susurro que nadie alcanza a escuchar.

Suspiro.

-Vamos, Belle, hay que entrar al avión. -dice Lissa.

-¡Voooooy! -digo yo cogiendo mis cosas.

14:45

-1 hora en Australia.

Después de una hora de vuelo hemos llegado a Nueva Zelanda.

Ya nos hemos bajado del avión y estamos esperando por nuestros equipajes.

Miro hacia la derecha inconscientemente y creo ver una cabellera verde demasiado familiar. Frunzo el ceño: es imposible que Michael esté en Nueva Zelanda; quiero decir, ayer estuve con él y no mencionó nada. Niego con la cabeza y decido apartar esos pensamientos de mi cabeza.

-Vamos, Belle. -dice Lex entregándome mi maleta. -Al ver que estabas distraída pensado en sabe Dios qué, te hemos cogido la maleta.

-¿Sabéis que os quiero mucho? -digo poniendo una cara inocente.

-Lex se limita a mirarme mal y Lissa se ríe. -Dejadlo ya y vamos a coger el bus para ir a Paihia.

Lex y yo nos limitamos a asentir y emprendemos el camino hacia la salida.