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-¡Puja! Solo un poco más. - Gritaba la enfermera. -Un poco más de fuerza.

Ya no podía, el mundo giraba a mi alrededor, solo escuchaba gritos y murmullos. Ya viene, pensé, ya esta cerca, ya estaremos juntos. La fuerza se apoderó de mi hasta que lo logré, mi bebé había nacido, ya estaba conmigo. Quería verlo, quería ver si estaba sano, que rasgos tenía de mi, aunque solo fuera una criatura. Esa criatura a la que desde ahora criaría sola, donde comenzaría de cero solo con mi hijo y yo.
Pero solo pude escuchar una sola palabra antes de desmayarme.

-Nació muerto. -Y ahí fue cuando todo se había derrumbado.

Me desperté alterada, mi frente sudaba, mi respiración se encontraba agitada. Lo había soñado, otra vez. Desde que perdí a esa criatura que iba a formar parte de mi vida no puedo dejar de pensar en ello. Tan sólo tenía 17 años, no pensaba que consecuencias traería cometer tal atrocidad, donde terminó pagando un inocente. Estaba totalmente indefensa por el trabajo duro que hacía en la pizzería para poder pagar el alquiler de un cuarto humilde, pero en donde al menos podría cuidar a mi hijo. El dolor era totalmente dueño de mi cuerpo, sentía que ya nada más podría hacer. Mis padres ya no me querían en su casa, no les había podido confesar quien había sido el responsable de esto, porque el me había dejado. Cuando le conté que estaba embarazada de dos meses me trató de mentirosa, que lo hacia para que el no me dejara, que solo quería "atarlo" a mi, y que según el, era un espíritu libre.

Luego de eso no volvimos a tener comunicación, de ninguna forma. El me había dejado, esperaba un niño que no era concedido, pero de ninguna manera lo abortaría. Pero tampoco pude tenerlo junto a mi. Todo comenzó cuando tenía 17 años, una amiga y el eran grandes amigos, hasta llegaron a ser más que eso. Aún recuerdo cuando ella se volvió loca solamente porque yo y el manteníamos una relación amistosa. Su relación no funcionó, llegó a durar solamente dos meses, pero todo comenzó al año siguiente cuando Lucas había comenzado a sentir atracción por mi. A los meses decidimos estar juntos, y finalmente esto sucedió. El no creyó que fuese suyo.

Pero han pasado tres años. Mis padres se sintieron culpables de haberme corrido de mi propia casa en ese estado, finalmente se  dieron cuenta de todo lo que sufrí y me rogaron para que volviera con ellos.

Sin tan solo me hubiesen apoyado antes.

Estar en el primer año de Universidad, ser mayor de edad, y tener más responsabilidades me han hecho pensar que si las cosas hubiesen sido de otra manera, no estaría aquí, luchando por un futuro mejor, en su memoria.

Mi hermano, Diego, es tres años mayor que yo, el típico bad boy por las que todas se derriten.

Si supieran que su pijama es de ositos.

Se encuentra frente a mi desayunando en el comedor, solos. Nuestros padres trabajan todo el día, si llegan es para la cena y ya para esa hora no tienen humor para nada. En cambio el podría estar ligando con una de sus tantas conquistas, como siempre lo hace en el porche de la entrada, pero desde aquel día, se volvió mas unido a mi.

-¿Saldrás esta noche?-Pregunta indiferente.

-No, Annie vendrá a dormir, como todos los viernes. - Su rostro se resplandeció al escuchar su nombre.

-Ah. Bueno, entonces yo tampoco saldré, las acompañaré.

    ¿Acabo de escuchar mal?

-¿Te pintaras las uñas con nosotras?-Asiente.-¿Really? Estar enamorado de Annie ya te esta afectando las neuronas.

-No me gusta Annie. -Si, claro. - ¿crees que me gustaría una chica que es egocéntrica solo por ser inteligente?

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2019 ⏰

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