Recuperando al Amor

❥|El niño de piel canela|

El niño no se parecía en nada a Sehun. Su perfil era completamente distinto, su cabello castaño oscuro no sé asemejaba en nada a Sehun, tenía leves rasgos de Irene pero no encontró uno de su exmarido. Y comenzó a dudar.
Suspirando salió de su escondite.
—buenas tardes— saludó.
Asustando a los dos en la cocina estos dirigieron sus miradas a él y reconoció al joven. Era aquel chiquillo al que Sehun siempre iba a visitar en el orfanato en el que donaba cantidades significativas. Baekhyun.
Recordaría esa mirada de cachorro en cualquier parte.
— S-señor Junmyeon q-que sorpresa — comenzó a tartamudear Baekhyun, algo normal en él. O eso recuerda lejanamente, su pecho comenzó a apretarse ante el pasado que le estaba dando duras bofetadas a la cara.
El niño no reaccionó tímido, lo miraba receloso, calculando, analizando. La misma mirada que ponía Yixing cuando observaba a alguien que quería saber sus pensamientos. Eso le demostró que tan cercanos eran el niño y el chino.
Observó al niño con más atención, ahora que lo veía de frente se convenció que no había rastro de parentesco con Sehun. Las dudas en su mente comenzaron a ser más intensas y la culpa era un corte que cada vez se hacía más grande.
—¿Usted es el señor Junmyeon? — preguntó el niño, su voz infantil era muy tierna, pero el tono receloso decía que lo conoce. Alzando una ceja pensó si Sehun había hablado de él, lo dudaba sinceramente.
— ¿ Me conoces?— pregunta intentando sonreír.
— no.
El niño volteó cruzando sus brazos, por esa reacción decía que si. ¿Por qué el niño lo miraba de esa manera? Habrá dicho algo malo Sehun acerca de él. Dirigió de nuevo su mirada a Baekhyun, que miraba al niño con advertencia. Interesante.
— cuánto tiempo Baekhyun.
— si señor, ha sido un tiempo.

Lo miró con más atención, sus rasgos a pesar de los pasos de los años seguían siendo los mismos, su nariz de bolita siempre fue adorable, recuerda su sonrisa. Fresca y brillante. su cabello unos tonos más claros del que recordaba, teniendo la misma apariencia sedosa de siempre, tampoco creció mucho. Recuerda que siempre estaba con un niño mucho más alto con orejas prominentes. ¿qué habrá sido de ese niño?. Recuerda a ese niño con cariño infinito, ese par que formaba parte de su vida y matrimonio.

— Supongo que tu eres JongIn— se dirigió al niño. Este asintió, no era tonto. Sabía que el niño tenía ciertas reservas. La pregunta era ¿por qué? o tal vez si sabía. Seguía un poco confundido, indeciso de qué hacer al respecto. De una cosa estaba seguro, no trataría mal a JongIn. El niño también era dueño de las propiedades, todavía no veía el testamento de Sehun pero dejó muy en claro que JongIn es su hijo.

— si soy yo, ¿tu sabes dónde está mi papi?

Eso le rompió el corazón, ¿cómo le explica que su padre lleva desaparecido tres días? y que ya hasta lo contactaron para ver los arreglos de su testamento. Aunque sinceramente, se le hacía muy raro. Sehun todavía no era encontrado, así que había esperanzas de que estuviera vivo, entonces ¿porqué ya estaban arreglándose lo del testamento? era todo muy extraño.

— No cariño, no se dónde está. Pero te prometo que lo buscaré.— el niño sonrió aliviado. Parece que la respuesta que le dio lo ayudó a sentirse mejor.— quiero que mi papi regrese a casa pronto, cuando se fue de la casa se veía muy triste.

Eso le intrigó un poco, esperaba en Dios que Sehun no haya cometido alguna tontería, no sabría qué hacer. Tenía la esperanza que él estuviera bien, que solo le tomó más tiempo de lo normal su viaje de negocios, cualquier cosa.

—¡mami!— escuchó el grito de su hijo y sin dudarlo corrió a la sala, escuchando detrás de él los pasos de él, al llegar encontró a su hijo muy asustado mirando para todos lados.

— acá estoy cariño— exclama mientras corre hasta su hijo, escuchando pasos detrás suyo.

Al verlo sin dudarlo, el infante corrió a sus brazos respirando entrecortadamente, siempre su hijo tenía miedo de quedarse solo. Con el niño en brazos se giró hacia Baekhyun. Este miraba al niño con una especie de apreciación y felicidad que lo dejó un poco descolocado.