Capítulo 13. "Estás como una cuba, joder."

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Narra _____: 

Debí espantar a Lucy el otro día cuando no quise contarle lo que pasó, pero se de sobra que todos se han enterado ya, no es algo que sea dificil de figurar cuando el ambiente que hay en la casa es este. Mike y Carlos son los que me traen la comida si no bajo y Mike es el único que le lleva algo a Justin, no sale de su dormitorio y ni siquiera lo oigo entrar al baño, solo por la noche... Cuando vuelve de fiesta.

Al parecer se ha apuntado a boxeo, dónde ha encontrado amigos nuevos y según Mike, su actitud ha cambiado radicalmente... para mal. Lleva días volviendo borracho, se pelea con alguno de los chicos y a llegado a apartar a Lucy de su camino de malas maneras.

Algunas noches me he despertado al escuchar aporrear alguien una puerta, con lo que me imagino que es Justin, posiblemente borracho, porque no se le entendía anda de los gritos. Gritos que han hecho que Carlos y Jionny se vayan con Lucy a dormir al pabellón, con un dormitorio improvisado, los gritos no les dejan dormir.

Me da incluso miedo salir, no por Justin, sino porque se me echen encima pensando que yo puedo hacer algo, que poder puedo, pero no debo, para ser sincera.

Antes de ayer por la noche fue la última vez que Justin volvió borracho y aporreó puertas y gritaba cosas indescifrables, pero esta vez Mike no se levantó y salió para cogerlo y llevarlo a su dormitorio como lleva haciendo desde que esto comenzó  pasar.

Mike se queda en la casa conmigo, para que no me quede sola y me pueda pasar algo en caso de que alguien entre. Aunque creo que la actitud de Justin espantaría a cualquiera.

"¿Has acabado?" La voz de Mike me saca de mi trance. Miro a la puerta de mi dormitorio y lo veo de pie, asomado en la puerta. Bajo la mirada a mi bandeja, llena de comida y lo vuelvo a mirar, asintiendo. "Deberías de comer algo." Dice abriendo al puerta para pasar y llevarse la bandeja.

"Y tu deberías de dejar de traerme comida, no eres mi criado o enfermero, tengo el corazón roto, no las piernas." Digo con una leve sonrisa en la cara, por la pequeña broma que me he atrevido a hacer sin romper a llorar.

"Quiero asegurarme de que al menos comes una minúscula parte de lo que te traigo. Al menos es más de lo que comerías al no bajar y yo no traerte nada." Dice cogiendo la bandeja.

Me revolotea el pelo con una mano y me sonríe cariñosamente, posando un beso en mi cabeza antes de dirigirse hacia la puerta.

"Mike." Lo llamo antes de que cierre la puerta. Se gira y me mira. "¿Justin aún no ha salido de su habitación para comer?"

Mike suspira y mira unos segundos al suelo antes de volver a mirarme. "Justin se va sobre las 9 y come en el gimnasio, no quiere ver a nadie de la casa, por eso vuelve antes de que nos hayamos levantado... Digamos que ha cambiado sus horas de sueño y vive por la noche, con sus nuevos amigos."

"¿Nuevos amigos?" Pregunté confusa.

"Sí, el otro dia me los encontré durmiendo en el sofá y en el suelo del salón." Dijo negando con la cabeza. "Justin los invitó y son unos gilipollas, permíteme que te informe. Los típicos chulos de gimnasio que a nadie les cae bien, solo entre ellos." Se rió y me reí entre dientes.

"En parte me alegro de que te quedes aquí, así no tienes que verlos si vuelven a aparecer." Añade. "Pero me preocupa que hayas tirado la pared de tu ventana y ahora sea esto un dormitorio normal. Justin también lo ha hecho y no lo veo correcto, debería de seguir todo sellado."

"Si me voy a pasar aqui la vida, no quiero que sea un lugar oscuro." Comenté.

"No te vas a pasar aquí la vida, no te voy a dejar, eso para empezar." Dijo señalándome con un dedo. "Y la seguridad es lo primero, pero bueno, tu sabrás." Hizo una mueca con la boca y le imité.

Fuga |j.b.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora