Fuga |j.b.|

Capítulo 2. "¿Quieres morir o vivir? Elige."

Narra _____:

"_____." Escuché unas voces femeninas llamarme desde la terraza de abajo de mi balcón, la que estaba en el jardín. Oía también risas, de ellas mismas.

Ronroneé en mi cama durante unos segundos, dando vueltas de un lado para otro y abriendo los ojos para ver si estaba en el dormitorio correcto. Sí, bien, en mi dormitorio y no en el de Justin, fue perfecto.

Palpé con mi mano la superficie de mi mesa de noche, donde tenía una lámpara, los pendientes de la noche anterior y varias cosas más, llegando finalmente a mi teléfono móvil. Toqué el botón de desbloquear y miré la hora. Las doce y media de la tarde.

¿Por qué demonios no me dejan dormir después de venir de fiesta a las siete de la mañana? Y lo que más me confundía, ¿no tienen sueño de verdad?

Solté mi teléfono de nuevo en la mesa de noche y me incorporé en la cama. Me destapé y pude ver como me acosté en una de mis camisetas anchas y unas bragas, nada más. Esa noche incluso me pareció que tuve calor y hoy, lo hacía de verdad.

Me froté lo ojos y luego la cara por completo, notando un escozor en  mi mejilla izquierda. Bostecé mientras me levantaba de la cama y me acerqué a mi espejo del vestidor para mirarme. Me froté los ojos para ver bien mi reflejo y vi dos arañazos que me recorrían la cara de punta a punta.

Los miré durante unos segundos y los volví a tocar, notando como el escozor venía realmente de ahí. No sé por qué no me sorprendía pero realmente no me acordaba exactamente lo que paso.

Negué con la cabeza y me dirigí a mi balcón, notando como las llamadas de las chicas aumentaban de tono. Abrí las puertas y me asomé, apoyando mi barriga en la barandilla y dejándome caer mientras sonreía a las chicas. Parecía que colgaba del balcón.

"¡Ponte el bikini y vamos a la piscina!" Gritó Vanessa.

"¿A la piscina? ¿En serio?" Dije bostezando a la vez.

"¡Pero mira el día que hace!" Gritó Lucy dando una vuelta sobre ella misma con los brazos abiertos.

"¡Tenemos mucho que comentar!" Dijo Lexi. Eso ya lo sabía yo... como por ejemplo, ¿qué pasó exactamente cuando me hice lo de la cara?

"Vaaaaaaale..." Dije arrastrando la 'a' lo máximo que podía. "Me pongo el bikini y bajo." Sonreí a la vez que me ponía recta y entraba a mi dormitorio.

No sabía dónde estaban los chicos, pero tampoco quería saberlo ni encontrarmelos, sino me harían mil preguntas de por qué tengo la cara así, qué hice anoche, si me peleé o si me caí demasiado borracha y no me apetecía para nada oírlos. Y a Justin al que menos. Bueno, es que a Justin ni quería verlo.

Me desvestí por completo y me puse el primer conjunto de bikini que encontré en el cajón. Salí del vestidor y toqué la puerta del baño, por si estaba Justin en él, pero no hubo respuesta, entonces entré.

Eché el pestillo en la puerta que daba al lado de Justin y  me dirigí al lavabo para lavarme la cara con jabón y quitarme los pocos restos que me quedaban del maquillaje de anoche. Me hice un moño alto desordenado y me miré por última vez en el espejo, deseando que no me viesen los chicos.

Cogí un pareo y me lo enrollé alrededor del cuerpo, cogiendo de seguido mi toalla y mis gafas de sol. Salí de mi dormitorio y del hall, andando lo más rápido posible por el pasillo y bajando las escaleras como una guepardo. No había rastro de los chicos.

Abrí la puerta corredera que daba a la terraza y me reuní con las chicas allí.

"¿Dónde están los chicos?" Pregunté al incómoda.