Fuga |j.b.|

Capítulo 8. "Egoísmo."

Narra _____:

 No he podido evitar que los chicos y las chicas se enterasen de lo que pasó días atrás, de lo que Justin intentó, ya que éste no me lo ponía fácil con su actitud ausente y pasiva, cosa que no puede controlar y lo entiendo, lo he pasado.

Tenemos una familia bastante comprensible, con lo cuál han sabido tratarle de una forma especial sin que él mismo se diese cuenta, hacerle sentir que es el mismo, pero sin hacerle ver que lo saben todo, aunque él es consciente de todo.

Hace dos días que secuestraron a Lucy y a su madre, haciéndonos llegar fotos de ella amordazada en una silla, de los brazos colgando en unas esposas en un sitio alto de la pared, con moratones. Todo para que Mike se pase las noches que se pasa llorando y sin saber a dónde ir. No duerme, no come, no vive. Su aspecto es muy débil y desmejorado, pero es algo inevitable.

Ahora mismo estoy en el pabellón de tiro, en la zona del gimnasio, con los chicos y las chicas detrás y el chico que se hizo pasar por alguien decente para darnos seguridad en casa. Tengo mi pistola en la cintura de mi pantalón, por la parte trasera, en caso de que intente algo. Aunque dudo que pueda, ahora mismo está atado como Lucy lo estaba en la silla. Ha sido difícil encontrarlo y no lo voy a dejarlo ir, para algo los chicos de Carter fueron hasta la entrada de San Francisco a cogerlo mientras huía.

"Empieza." Digo de brazos cruzados, a cuatro pasos de él, los chicos y las chicas están a tres pasos detrás de mi.

"¿O si no?" Dice con una sonrisa torcida. ¿Es tonto?

"Pues te mato." Digo tan simple. Su sonrisa se borra de la cara y nadie dice nada, porque hemos decidido que va a morir sí o sí, es un peligro suelto y al menos tenemos a alguien del grupo de Gun.

"Lo vas a hacer de todas formas." Dice mirándome bastante serio. Conoce ya su futuro.

"Pero no de un tiro en la cabeza." Digo con una sonrisa enferma. "Poco a poco." Me acerco a él y lo rodeo, poniéndome a su espalda, con una mano en su hombro. "Tirando poco a poco de tu piel hasta que parezcan lonchas de bacon y quizás puede que me las coma en el desayuno mañana."

"No eres capaz." Dice haciendo un gesto con su hombro para que quite mi mano, la quito. "No tienes lo que hay que tener." Lo miro fijamente y luego miro a Justin, quién me mira con un vacío el cual intenta ocultar, pero no podrá delante de mis ojos.

"Yo no." Digo finalmente, vuelvo mirar la cabellera de este chico. No sé como se llama, pero ¿de qué me serviría saberlo? Total, acabaría de la misma forma que tengo planeada. "Pero si se de alguien que sí." Digo a la vez que me acerca a su oreja. "Mi novio está pasando un mal momento, ¿y sabes qué? Matarte le relajará un poco, aunque no tanto como el sexo." Susurro sin que nadie más me oiga, solo él.

El chico se tensa bajo mis palabras, se pone rígido y aprieta la mandíbula, mirando a todos y cada uno de los chicos. Unos están más tranquilos, otros menos, pero ninguno nervioso del todo. Justin está dando la imagen de alguien duro, de alguien que no siente dolor y me viene bien ahora mismo.

Ha dejado de lado su peinado de pelo en punta hacia arriba, con una leve corbatura en el frente y se lo ha puesto hacia un  lado y atrás, poniéndose la raya en un lado. Le hace parecer más ancho de torso, la cara más cuadrada, más de hombre, y parece tener la edad que tiene. Impone.

"El de la raya a un lado." Digo colocándome delante de él, le bloqueo la vista y se mueve para poder ver a Justin mejor.

Justin estaba mucho más musculado, antes parecía un adolescente crecido, pero esa faceta parece haberla abandonado con este cambio tan brusco. El nuevo peinado, que a veces lo alternaba con el pelo en punta aún, añadió un nuevo tatuaje a su brazo derecho, lo tranquilo que se muestra ante todo. Parece un hombre en todos los minutos del día, incluso en la intimidad.