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El rubio perdió a los que les seguían, eso lo mantuvo tranquilo por un momento.

-¡Erwin!-Nile se removió en los asientos traseros-me duele...-

-¿Que te duele...?-pregunto mientras se estavionaba.

-Mi... pecho...-suspiro-creo....que voy a morir...-

-No, no te vas a morir... calmate...-se bajo del automóvil y al abrir la puerta, Nile se le lanzo encima.

-Haa... aire fresco...-decia el pelinegro.

-Nile...-Erwin se fijo como estaba-¿Tus pantalones...?-

-Me dio mucha calor... así que me los quite...-Susurro- Erwin... aun tengo calor...-

-S-si... pero...-Trataba de no olfatear el olor de Nile-Vamos...-se puso de pie.

-Si...-Nile intento ponerse de pie, pero sus piernas le temblaban mucho-N-no puedo...-se sujetaba del brazo de Erwin-Me... me voy a caer...-susurro.

-No... no te pasa nada...-Lo tuvo que cargar en brazos y cerro la puerta con el pie-¿Siempre pesaste tan poco?-

-Si... supongo... tu eres alfa... eres más fuerte que... un beta...-

-Si... tal vez-Comenzo a caminar.

Abrio la puerta de la casa, con cuidado de no dejar caer a Nile.

Nile encendio la luz de la sala de estar, Erwin lo dejo en el sofá.

-¿Que es lo que te pasa, Nile...?-El rubio se puso una crema de menta en la nariz, para neutralizar el olor de Nile.

-No lo se...-Sonrio-pero estoy solo con mi camisa y el boxer... aun tengo calor... ¿Por que no me los quitas...?-

-Mierda...-Fue a la cocina.

Nile lo miraba divertido cuando llego.

Pero recibió un balde de agua fría en su cuerpo.

UN OMEGA DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora