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-¡Señor Nile!-Eren estaba alegre y fue corriendo hacia el pelinegro-¡Está tan radiante!-le sonrió.

-Si... Como sea...-Miró a los alrededores-¿Dónde está Levi?-

-Esta jugando con los niños en la plaza...-Apunto.

Nile miró.

Vio como un azabache era arrastrado por todos lados, los niños corrían y saltaban sobre él.

-Que Dios le ayude...-susurro el pelinegro.

-¡Estoy tan feliz de que nos pudimos ver!-toco su abdomen abultado-Aun falta un poco para que lleguen al mundo...-Se sonrojó-Levi me cuida tan bien...-

-S-si...-Miró de nuevo al azabache.

-¡Papi!¡Papi!¡Papi!-Los niños tironeaban la ropa del azabache.

-Ayudame...-susurro Levi.

Nile desvió la mirada.

-¡Vamos por helados!-Apunto un puesto.

-¡Oh!¡Si!-Eren miró a sus hijos-¡Niños!¡¿Quieren helados?!-

-¡SIIIIIII!-Los niños se acercaron corriendo.

Las personas observaban con temor un pequeño bulto que quedó en el pasto.

-¿Qué sabores quieren?-El castaño sacó su monedero.

-¡Vainilla!-

-¡Arroz con leche!-

-¡Crema!-

-¡Chocolate!-

-¡Panqueque!-

Todos los niños comenzaron a gritar los sabores que más les gustaban.

-¡SILENCIO!-grito Eren- tranquilos, niños...-Sonrió-Todos de vainilla, por favor...-

-S-si...-El señor del puesto hizo todos los helados.

Todos los niños estaban felices comiendo helado.

Mientras que el bulto seguía en el pasto.

Nile estaba pensando mucho.

Si tiene hijos....

¿Serían tan demoníacos como esos?

Tenía miedo de solo pensarlo.

No quería quedar como Levi, un padre que está siendo atacado siempre por sus hijos.

Aunque todos sus hijos son increíblemente lindos, ya que Eren lo es.

Con esa linda sonrisa de Omega que enamora a cualquier alfa o beta...

Pero con un carácter que a veces te produce escalofríos.

UN OMEGA DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora