Capítulo 16

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Raoul bebe un par de sorbos de su batido de chocolate antes de enfrentarse a lo inevitable. Observa con cuidado a Agoney a través de su vaso y siente que un poco de tensión en sushombros desaparece ante la encantadora imagen de Agoney fingiendo una sonrisa para la gente de la que le ha hablado pocas horas antes.

- Ah, mira, Raoul, este es Efrén – dice Elena. –Yo te presento a mis nuevos amigos.

Raoul no sabe si es el único que ha notado el retintín en su voz, un toque de atención, pero supone que Agoney también lo ha hecho, porque deja ir una carcajada floja que suena hasta dulce.

- Un placer – dice Raoul. – El hermano de Miriam, ¿no?

- ¿Cómo sabes tú eso? – ataca Elena.

- Se parecen. Genética y esas cosas – responde un Raoul avergonzado por la casi metedura de pata. Quique le dijo que era su hermano, nadie más.

Hay un par de risas y un poco de silencio incómodo. Elena no aparta los ojos de Raoul, con una ceja alzada y una mueca de desagrado en los labios. Cómo hemos acabado así, se pregunta Raoul, hace dos años eras mi persona favorita.

- Agoney – empieza la chica, haciendo reinar el silencio en el resto de mesa. – Ya que aquí el amigo presente no te va a presentar, deja que lo haga yo.

Se lanza a una presentación totalmente forzada por ambas partes, pero a la cual Agoney corresponde con una sonrisa cansada pero honesta.

- Así que este es el vecino – apunta Ricard.

- Sí, bueno – dice Elena, girándose hacia Agoney con aire despreocupado y tranquilizador.

– Tampoco es que nos hable mucho de ti, nos enteramos de que existías hace una semana.

Raoul cierra los puños con fuerza y se clava las uñas en la palma de la mano.

- Tampoco creo que importe demasiado – ríe Agoney.

- A mí me lo presentó – dice Quique. – Su vecino, su problema. Si nos lo quiere presentar, bien, yo tampoco os he dicho que la señora Encarna ha muerto y una familia portuguesa le ha alquilado el piso de arriba hasta diciembre.

- ¿Y a ti qué coño te pasa? – espeta Elena.

Raoul está totalmente mudo, no sabe ni qué decir ni si hace falta que diga nada. Si guarda silencio, igual desaparece.

- Menuda resaca – ríe Miriam. - ¿Por qué no os vais a dormir y los solucionáis?

Con la insinuación de Miriam, es Quique quien está al borde de la asfixia por carajadas. Raoul se pregunta si la chica sabe que el chico con el que tenía una especie de romance sin aclarar está liado con su hermano.

- Pues yo soy Luis – comenta el chico de camiseta básica y voz apagada. – Y no sé por qué me querían liar contigo.

Raoul siente que la situación empeora por momentos.

- Para que dejaras de ser un triste soltero, según Quique – comenta Elena.

- ¿Te importaría dejar de hablar por mí? – responde el chico.

- Mira quién fue a opinar, si Quique no se come un rosco – ríe Ricard.

Raoul se entretiene en despedazar su bocadillo con calma mientras busca la mirada de Agoney. Cuando la capta, la retiene por un par de segundos y estalla en una pequeña risa que pasa desapercibida entre la creciente y acalorada discusión entre Quique, Elena y Ricard.

LAGOM: not too little, not too much. Just right. (Ragoney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora