I know i'm young...っmarkhyuckっ

O1

La vida de Mark dio un giro brusco, en un fatídico martes donde se golpeó el dedo del pie.

Las cosas nunca han salido como el quería, se dio cuenta de esto cuando estaba parado afuera de su casa, o al menos lo que quedaba de su casa, ya que ahora era solo unos trozos de madera cubiertos por un furioso fuego. Desde que nació literalmente, las tormentas eléctricas parecían seguirlo por donde quiera que iba. En su primer día en el kindergarten, lloró y lloró cuando su madre se fue. Justo cuando ella salía por la puerta, el trueno rugió mientras él gritaba para que ella regresara. Llovió tan fuerte que tuvieron que salir temprano.

La primera vez que trató de andar en bicicleta, su madre le sostuvo la espalda para mantenerlo estable. Pedaleó con fuerza y gritó para asegurarse de que su madre no lo soltara. Ella lo soltó. Y cuando la bicicleta perdió el equilibrio y se estrelló contra el concreto, se sentó confundido y miró a su madre. Una sensación de traición y dolor por el aterrizaje lo inundó y lloró. Llovió ese día también.

Cuando tuvo su primer beso en séptimo grado con Nancy su compañera de química, llovió. Por supuesto, Mark no estaba tan molesto por eso, el problema fue que el beso era asqueroso y ella usaba demasiada lengua, y justo cuando comenzaba a sentirse incómodo, un rayo golpeó un árbol cercano.

Mark vio muchas películas de "chicas" cuando creció, quiero decir que todos lo han hecho, estarías mintiendo si dijeras que no has visto al menos un episodio de gossip girl. Un cliché que Mark odiaba era llorar bajo la lluvia. Correcto, cuando el personaje principal pasa por un fuerte trauma emocional, siempre comienza a llover. Eso es muy real para él. Lo que le hizo pensar, ¿Estoy viviendo una película de chicas?

Fue ese fatídico martes donde todo cambió. En realidad, fue un gran día, el sol era agradable, pero no demasiado, había niños jugando en la calle. Mark había obtenido una mala nota en su final de inglés, pero había decidido ignorarla, ya que no quería dejar que eso le estropeara el humor. Entró en su casa, gritando que estaba en casa, dejó caer su bolso y se quitó los zapatos. Se arrastró hacia la sala de estar para mirar televisión cuando todo salió mal.

Justo cuando entró en la habitación, se golpeó la punta del pie con la esquina del soporte de la televisión, haciéndole gritar de dolor y preguntándose por qué en la tierra verde de Dios, a los humanos se les daban dedos mientras caía al suelo. Gritó una serie de improperios y comenzó a llover como siempre. Y por un momento Mark dejó que su frustración tomara el control y un trueno se escuchó justo arriba, seguido rápidamente por una luz cegadora y la sensación de que la tierra temblaba debajo de él.

-"¿Mark?"- Preguntó curiosamente la madre de Mark mientras bajaba las escaleras tambaleándose. -"¿Qué pasó?"

Justo cuando estaba a punto de responder, la alarma de incendio se encendió. El pánico rápidamente brilló a través de los ojos de su madre mientras ambos salían corriendo, y chico, era un espectáculo. En medio de la lluvia torrencial, su casa ardía hasta quedar crujiente. El sol ya no estaba, hacía frío y los niños del vecindario miraban todo conmocionados.

-"Mark".- Su madre suspiró mientras se pasó una mano por la cara y sacó su teléfono. -"Entra en el coche."

-"¿Por qué no te estás volviendo loca?"-, Dijo Mark medio aturdido mientras giraba la cabeza para mirar a su madre que acababa de informar al departamento de bomberos sobre el incendio. -"Quiero decir... nuestra casa está en llamas!!".

-"Solo era cuestión de tiempo".- Murmuró en voz baja mientras lo guiaba para que entrara en el coche.

-"¿Qué quieres decir?"- Mark frunció el ceño cuando su madre se subió a la autopista. -"No es como si hubiera empezado el fuego".