Capítulo 12.

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La relación con Zayn se sentía menos forzada desde aquella plática, Zayn había empezado a pedir una habitación con dos camas matrimoniales cada vez que llegaban a un país.

Hacía dos horas que habían llegado a Rusia y Niall sólo quería ir corriendo a la famosa Plaza Roja, había visto tantas fotos y quería verlo con sus propios ojos.

Zayn había dejado de ir con los socios de su padre desde que llegaron a Bélgica, y había estado en Portugal, España, Alemania y Suecia, y Zayn no se había marchado.

Habían recorrido lugares hermosos y demasiado románticos, pero Zayn había puesto una delgada barrera entre ellos y lucían más como dos amigos descubriendo el mundo a dos almas gemelas.

Sin embargo, Niall estaba feliz y había empezado a apreciar al moreno y ya no lo veía como una amenaza o alguien que debería odiar por el simple hecho de que su padre lo amaba. Ya no, ahora era un chico con el que disfrutaba pasar el día y podían bromear sobre todo.

Niall sabía que como trataba a Liam debería tratar a Zayn, y así como trataba a Zayn debía tratar a Liam. Pero Zayn no parecía molesto, él parecía estar bien con el trato del rubio.

Así que Niall dejó de sentir culpa por no corresponder a los sentimientos del Alfa, aunque ahora estaba seguro de que no pasaría su vida con alguien que no apreciaba.

Tal vez su vida no sería una jodida mierda, después de todo.

—¿Ya podemos ir?—repitió el rubio. El Alfa gruñó con la cabeza enterrada en la almohada.

—¿Qué no te cansas?—preguntó con una sonrisa, Niall sonrió también y negó.

—¡Me cansaré cuando llegue a viejo, ahora no!

—Pues creo que yo ya estoy viejo porque estoy muy cansado.

—¡Zayn!—exclamó con un puchero y se dejó caer a un lado del moreno—, por favor hay que ir a la Plaza Roja, ¿sí?—pestañó varias veces aún con el puchero en sus labios.

Zayn soltó una pequeña risa y lo miró fijamente.

—Eres tan manipulador, ¿alguna vez te lo han dicho?—Niall abrió la boca en un gesto de indignación y colocó su mano en su pecho.

—Jamás nadie lo ha dicho, por lo regular dicen que soy encantador—bromeó haciendo que la sonrisa de Zayn creciera un poco más.

—Apuesto a que sí.

—¿Sí vamos a ir?

—Déjame dormir dos horas y te juro que iremos.

—¡No!, yo quiero ir ahora.

—Déjame dormir—dijo dándose media vuelta para así darle la espalda al Omega.

Niall pensó en dejarlo dormir pues él también estaba un poco cansado, pero recordó aquella vez en Alemania cuando él sólo quería descansar por el viaje y como Zayn había molestado todo el tiempo hasta que Niall salió de la cama y fueron a cenar. Así que él no podía dejarlo descansar, era una pequeña venganza.

Y comenzó a brincar por toda la cama haciendo gruñir al pelinegro.

—¡Deja de hacerlo!—jadeó. Niall soltó una risa traviesa.

Siguió brincando hasta que uno de sus pies cayó justo en la espinilla de Zayn haciéndolo caer en el cuerpo del Alfa.

La risa que el Omega soltó hizo sonreír al Alfa, el rubio siguió riendo sobre el cuerpo del moreno hasta que sintió las manos del mayor en su cintura, dejó de reír y miró la cercanía entre ellos.

¡Dios, sí que estaban cerca!

Las mejillas del rubio se pintaron de carmín y tragó saliva, se acomodó a horcajadas. Zayn lo miraba directamente con una sonrisa discreta.

—¿Podríamos ir a la Plaza Roja, Alfa?—susurró Niall con un puchero en los labios.

Zayn sabía que él podría negarse y decirle que seguía queriendo dormir pero ¡demonios!, Niall había mostrado debilidad y sumisión ante él y no podía negarse al bonito Omega frente a él.

—De acuerdo—murmuró con la respiración atorada en su garganta.

Niall sonrió triunfante y se acercó para depositar un beso en la mejilla del mayor.

—¡Gracias!—exclamó y se levantó rápido del moreno.

Zayn soltó un suspiro cuando el rubio entró emocionado al baño.

Él deseaba que el Omega sintiera exactamente lo mismo que él pero tenía claro que Liam era dueño del corazón del bonito ojiazul.

Liam nunca le agradó, a decir verdad, pero sabía que si el Alfa había conseguido el corazón de Niall era porque era una buena persona y si Niall lo quería como para ignorar a su Omega entonces él estaba agradecido con él por hacer feliz al chico que lo hace feliz. Y aunque él deseara con toda su alma ser él quién provocara sus suspiros, sus sonrisas, quería ser él quién despertara las mariposas en su estómago, el que acelerara su corazón y quién pudiera ponerlo nervioso con una mirada. Él quería poder marcarlo y tener cachorros con él, quería pasar todos y cada uno de sus celos con él.

Pero no.

Porque Niall no lo quería como Zayn lo quería. Y Niall no lo veía como un Alfa digno de él. Sí, estaban destinados a estar juntos pero Niall no quería estar con él y no podía hacer mucho para cambiarlo.

Miró la puerta del baño y escuchó la voz del rubio tararear una canción y sonrió.

Niall era el tipo de Omega que cualquier Alfa quisiera y no entendía por qué el rubio aún no veía su belleza, no entendía por qué se sonrojaba cada vez que le decía lo bello que lucía y tampoco entendía por qué negaba con la cabeza cada vez que le decía que ya sabía la razón por la que Liam había caído enamorado de él. Niall siempre negaba, y siempre murmuraba un "soy un tipo con suerte, supongo". Nunca decía ni aceptaba que él era lindo, muy lindo.

Zayn sólo quería gritarle que entendiera lo bonito que era.

Lo vió salir del baño aún canturreando una canción y con una sonrisa, se levantó.

Niall le sonrió y tomó su loción favorita pero Zayn lo detuvo.

—Hueles mejor sin eso—le dijo simplemente.

—¿En serio?—frunció el ceño—, Liam dice que huelo rico con él.

Zayn rió sin gracia. No tenía nada qué ver con el hecho de ser su Alfa, pero tal vez él amaba el olor natural del Omega por esa razón y Liam no lo disfrutaba tanto por la misma razón, pero de todos modos él creía que era mejor su olor natural. Era una mezcla entre vainilla, fresa, rosas y alguna flor exótica. Y era perfecto, pero Liam no pensaba lo mismo.

—Lo haces, pero si me preguntas, yo te prefiero sin él.

—Bueno, no te pregunté—dijo en broma haciendo reír al moreno. Agachó la mirada y suspiró—, lo usaré hoy, y cuando se acabe ya no lo usaré, ¿vale?—mordió su labio inferior.

—No, bebé, lo que yo quiero es que tú uses lo que te haga sentir más cómodo y lo que más te guste, no debes darle gusto a nadie—susurró. Niall lo miró a los ojos con la respiración agitada y le dedicó una mueca muy parecido a una sonrisa.

—Gracias—susurró dando media vuelta para aplicar la loción en sí.

Luego de unos segundos, salieron de la habitación rumbo a la Plaza Roja.

No hablaron de nada en el camino, sólo caminaron junto al otro admirando la bella ciudad.

Zayn miró de reojo al rubio, sabiendo por primera vez que Niall no sería completamente feliz estando con él, y siempre creyó que el deber de un Alfa era cuidar a su Omega.

Y eso era justamente lo que él haría por su Omega.

⿻ 𝗶𝗻𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 ; 𝙯𝙞𝙖𝙡𝙡 ⿻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora