*15 años*
Keith estaba sentado en el sofá con su cuaderno y dos libros a su lado. En el otro sillón se encontraba Sendak, recitando los deberes, que tenían para esa tarde. La mesa de centro estaba cubierta de comida chatarra que seguro a mí no me dejarían comer nunca, o al menos no en frente de mi madre, que hace meses se le pego la idea de llevar una vida saludable y natural.
Keith sonrío y golpeó a Sendak con su lápiz a Sendak.
De acuerdo, lo estaba espiando. Pero no era mi culpa que después de besarnos hace más de un año él no haya hablado del tema. Volvíamos a la relación de antes, esa de los buenos días y aquí no a sucedido nada. Ya ni siquiera sabía si tenía celos, había fingido estar interesado en otros chicos, pero Keith me ignoraba y seguía con su vida.
Incluso, tuvo una novia.
Me costó mucho admitirlo, pero al final tuve que hacerlo. La verdad estaba frente a mis ojos y yo me vendaba para quedar ciega, me gustaba Keith y no podía evitarlo.
Aún lo odiaba, al final de cuentas era un intruso en mi casa aunque lo conozco desde niños, pero por otro lado era inevitable no sentir ese hormigueo en la piel cada vez que el sonreía o cuando su mirada se iluminaba y demostraba lo feliz que era.
No era bueno para mi salud mental, me desvelaba pensando por que ya no me hablaba. Tampoco lo era para mí sistema nervioso y respiratorio, mi corazón se aceleraba de una manera increíble cuando estaba cerca de el y me faltaba el aire cuando el me decía todas las mañanas "Buenos días".
Algo andaba mal conmigo. Hace unos años me habría dado contra el piso hasta que mi cabeza sangrara y recobrara la razón, sin embargo, ahora no me importaba demasiado.
Estúpido amor que controlaba a las personas, ¿Hacer que me enamorara de Keith?
Estúpido, estúpido, estúpido.
Y Keith volvió a sonreír y deje de pensar por unos cuantos minutos.
- ¿Espiando a tu amor? -salté del susto al oír la voz de Rolo en mi oído. Como estaba en las escaleras rodé hasta llegar abajo y chocar con un ruido seco contra el suelo.
- ¿Que fue eso? -escuché que preguntó Keith.
No alcancé a levantarme antes que Sendak y Keith llegaran hasta donde yo había caído. Tirado en el suelo, con el cabello alborotado y con Rolo diez escalones más arriba riéndose, no era buen momento para que Keith me viera. Sin mencionar que él ya sabía como lucía cada mañana, esto era peor.
Sendak me ayudó a pararme, Keith se quedo mirándonos y no movió ni un dedo. A veces su actitud me molestaba. No tenía ninguna enfermeras contagiosa y tampoco lo iba a morder si me tocaba.
-Gracias, Sendak -le dije cuando me aplaco un poco el pelo.
-De nada. Aunque me gustaría saber cómo fue que te caíste.
-Por que es torpe, se tropieza con sus propios pies -dijo Keith.
Eso dolió.
Fue un comentario frío y tosco. Ni una mirada, ni una emoción.
Agarró a Sendak del brazo y se lo llevó de regreso al sofá para continuar haciendo los deberes.
-Amargado - dije en voz alta para que él lo alcanzara a escuchar.
-Reprobado - golpe bajo por parte de Kogane.
-Greñas feas -contraataqué (no se realmente como escribir en español Mullet Head pero lo puse así)
Aparte de los saludos matutino, teníamos una pequeña rutina que se daba en cascos especiales como estos: pelearnos como niños de seis años por una tontería.
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"MARRY ME" (Klance edition)
Fiksi PenggemarMi abuela sentia una debilidad por Keith, siempre lo consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más a Keith que a mi. Era un niño demasiado consentido para ser hijo de la niñera. Y el dia en el que el cumplió...