Las últimas borgoñas

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Shinsō sólo quería ir al baño, no sabía del drama que la clase 1-A se cargaba todos los días y francamente no le interesaba.
Después del Festival Deportivo empezó a respetar un poco más al curso de héroes, al ver de lo que eran capaces de hacer -sobretodo Izuku.-
Siempre veía a Izuku en los pasillos de la escuela, charlando con cualquier compañero de su curso -e incluso de otras clases-, y le sorprendía que ese chico fuese capaz de sobrevivir a su propio poder.
Pero le admiraba. Sacrificó su oportunidad de ganar -y su propio cuerpo- para rescatar a su enemigo de sus villanos internos. Nadie nunca había hecho eso por un rival.
Y por eso, Izuku destacaba en el curso de héroes, no sólo por su naturaleza intelectual y analítica, su quirk poderoso y destructivo; destacaba por su naturaleza activa, dulce, tierna y amorosa.
Daba lo mejor de sí mismo e impulsaba a los demás a perseguir sus deseos.
Pero seamos sinceros, Shinsō era demasiado flojo para darle un cumplido a la mata de cabellos verdes.
Pero volvamos, porque a Shinsō le está cansando esta explicación.
Repitamos, Shinsō sólo quería satisfacer sus necesidades biológicas, y lo hizo. Pero no pudo evitar cómo una puerta a su lado se estrellaba con el pasador y sonidos guturales inundaban el baño.
También podía escuchar pequeños alaridos de dolor que eran acallados y reemplazados por llantos agudos.
No era su problema ¿Por qué demonios quería ayudar?
Shinsō se sorprendió a sí mismo abriendo la puerta lentamente, como si estuviera en una película de horror.
Cuando pudo ver lo que había dentro del cubículo misterioso, confirmó que -de verdad-, estaba en una película de horror.
El sanitario estaba repleto de sangre, olía de forma repugnante, los gemidos eran lastimeros y los llantos eran como susurros.
Lo que más le dolió fue haber visto la cabellera verde de Izuku, el chico que siempre sonreía, que se esforzaba, la persona que le saludaba por las mañanas, el chico más tierno de todo UA, el chico con la sonrisa de mil soles.
Ese chico estaba arrodillado ante el sanitario, vaciando su corazón en forma de fluidos corporales y... Pétalos.
Shinsō retrocedió un poco. No debía haber visto eso, no debió haberse entrometido...
¿Pero eso no es lo que Izuku haría?
Todo el mundo había escuchado el reportaje acerca de Hanahaki, todo el mundo sabía, y es por eso que los hospitales de Japón estaban llenos hasta el tope de pacientes en observación.
Se armó de valor y tragó su duda, volvió a acercarse al cubículo, pero lo único que pudo articular fue:
-Midoriya-kun...- Shinsō nunca se había sentido tan mal por alguien. Pudo ver la forma en que Izuku se tensó y cómo se giró lentamente, como si un fantasma hubiera llamado su nombre.
En los vivaces ojos esmeralda de Izuku se leía terror. Shinsō lo entendía.
-Shinsō-kun... Yo... verás...- Izuku trató de armar una excusa, algo que lo sacara de la situación. Pero fue en vano, Shinsō lo había visto todo. -Sólo tengo un resfriado... en serio.- Izuku suplicó con los ojos llorosos.
-¿Con flores? ¿En serio crees que soy tan idiota?- Shinsō dijo molesto.
Izuku seguía de rodillas en el suelo, las lágrimas que sus ojos contenían resbalaban en forma desordenada.
-Por favor, no... No... Le digas a nadie.- Izuku lloraba desconsoladamente.
-Tonto, no le voy a decir a nadie una cosa tan importante.- Shinsō puso su mano en la cabeza de Izuku, imitando lo que veía que All Might hacía con Izuku.
-Gracias...
-Apuesto a que ni siquiera has pisado la enfermería ¿Verdad?
-Bueno, verás...
-No Midoriya, esto necesita observación, no es algo que debe ser tomado a la ligera. No es un hueso roto o un moretón, estamos hablando de una enfermedad que se sigue estudiando.- Shinsō dijo, arrodillado en frente de Izuku tomándolo por los hombros y apretando su agarre, tratando de convencer al chico de la clase de héroes para entrar en razón.
-En serio estoy bien, sólo voy a esperar a que pase.- Izuku dijo con tristeza.
-¿Quieres dejarlo pasar? ¿De qué demonios estás hablando? No lo estás tomando con la precaución que merece. Si continúas de esta forma los sentimientos que tienes crecerán y se desbordarán ¡Es una olla de vapor! Explotará y tú... Tú... con ella.- Shinsō calmó su histeria, no le hacía nada bien a Izuku en su estado.- ¿De quién te enamoraste?
-Shinsō-kun... Lamento haberte preocupado, en serio estaré bien...- Izuku trató de calmarlo e ignorar el dolor en sus hombros por el fuerte agarre de Shinsō.
-No te atrevas Midoriya, no te atrevas a dejarte de lado diciendo que estás bien porque no lo estás. No me importa lo que digas, no me importa si usas tu quirk contra mí te llevaré a la enfermería así sea lo último que haga.- Shinsō dijo con un tono oscuro.
-No, por favor... Me llevarán a un hospital... No quiero ir a un hospital... Yo sólo quiero que esto termine... Solo quiero que los sentimientos que tengo por Todoroki-junto se vayan tan pronto cómo llegaron...-Izuku volvió a sollozar y sus hombros se levantaban violentamente.
-Ya... ya... sólo vamos a ir para que te observe, nadie te llevará al hospital, lo prometo.- Shinsō se levantó y también a Izuku.
Shinsō cargó a Izuku en su espalda, ignorando las protestas y pequeños e inofensivos golpes.
Cruzó la puerta de la enfermería.
-Juro por mi alma que si eres tú Midoriya voy a dejar que sufras por tu hueso...- Recovery Girl detuvo su amenaza al ver a Shinsō con Izuku en su espalda.- Esto no es un hueso roto ¿Verdad?- Shinsō asintió.
-Es algo peor.
-¿Qué podría ser peor que torcerse los dedos, rompérselos más de una vez junto con los brazos y estar en cirugía?- Recovery Girl o mejor conocida como Shūnzeji Chiyo, preguntó incrédula.
-Enamorarse del idiota por el que se rompió los dedos y sacrificó un posible puesto ganador en el Festival de Deportes y quizás... Vomitar flores por él.- Shinsō dijo en voz baja, Chiyo se estiró para poder escuchar.
-¿Qué dijiste?- Chiyo dijo confundida ¿Por qué los chicos de ahora son tan innecesariamente misteriosos?
-Midoriya tiene la enfermedad Hanahaki porque está enamorado de Todoroki Shōto.- Chiyo abrió los ojos en sorpresa.
-Ponlo en una camilla, rápido.- Shinsō asintió e hizo lo que le dijeron.
-¿Qué pasó exactamente?- Chiyo miró a Shinsō esperando algo bueno de la terrible situación en la que se había metido Midoriya Izuku.
-Bueno, cuándo fui al baño escuché sonidos guturales y lloriqueos, y después vi a Midoriya arrodillado en frente del sanitario, vomitando sangre y flores.- Shinsō arrugó la nariz ante el reciente evento.
-¿Lo has visto toser?-  Chiyo preguntó arqueando una ceja.
-No lo sé. Solo vi ese episodio, no sé si ha tenido más...
-Esto es un problema.- Chiyo tocó su barbilla pensativa, observando a Izuku en la camilla.
-¿Hay algo que pueda hacer?- Shinsō preguntó apretando un puño.
-Ya has hecho bastante por este chico.- Chiyo suspiró con exasperación.
-Puedo preguntarle a alguien si sabe algo acerca de la condición de Midoriya.
-Es demasiado arriesgado, podrías causar pánico entre la clase 1-A, lo aprecian demasiado.- Chiyo seguía pensando.
-Puedo preguntarle a Bakugō.
-¿Bakugō-kun? ¿Estás seguro?
-Es más fácil de leer de lo que cree.
-Muy bien, por favor trae a Bakugō-kun, hay unas preguntas que quiero hacerle.
-¿No va a curar a Midoriya? Ya sabe, darle un beso y estará como nuevo.
-Esto no es algo que se arregle de forma física. Esto proviene de su interior, son sus sentimientos y emociones, sus deseos y aspiraciones. Mi quirk solo repara los daños físicos de una persona. Esto es algo que solamente Midoriya puede curar.- Chiyo seguía viendo a Izuku con aires nostálgicos.
-Entiendo.
-Por favor trae a Bakugō, necesito toda la información posible.- Con esta petición, Shinsō fue en busca del rubio explosivo.
Cuando llegó al salón no pidió permiso para entrar, simplemente preguntó por Katsuki.
-¿Hah? ¿Qué quieres pelos de muppet emo?- Katsuki dijo cuando estuvieron fuera del salón.
-Es acerca de Midoriya.- A Katsuki se le paró el corazón y se le agrandaron los ojos.
-¿Qué sucedió?
-Es mejor que lo veas.- Shinsō se dio la vuelta, guiando a Katsuki a la enfermería.
-¿Está en la enfermería?- Katsuki preguntó cauteloso.
-Sí.- Cuándo Shinsō respondió Katsuki caminó más rápido, hasta el punto de correr, el corazón en su boca palpitando con preocupación.
Llegaron con Shinsō unos minutos atrás.
-¿Dónde está Deku?- Katsuki preguntó en el marco de la puerta, apretando la perilla cómo si su vida dependiera de ella.
-Primero debes tocar...
-¿Dónde está el nerd?- Ante la terquedad de Katsuki, Chiyo soltó un suspiro señalándole una camilla y haciendo una seña a Shinsō para acercarse, Shinsō obedeció.
-Tengo unas preguntas que hacerte sobre el estado de Midoriya ¿Entendido?- Chiyo dijo cruzando sus brazos.
-Sí.- Katsuki sólo podía ver a Izuku en la camilla, deshecho.
-¿Este es el primer día de Izuku con esto?
-Sí.
-¿Cuántas veces ha tenido estos episodios?
-Con está son tres en total.
-¿Los otros dos episodios cómo han sido?
-Deku tose pétalos y a veces flores completas junto con sangre. Cuando vomita se mezclan los pétalos, flores, sangre y ácido. Al parecer la enfermedad se pone más agresiva cuándo interacciona con el invierano.
-¿Puedes especificar más la última parte?
-Al parecer si el icyhot lo toca o habla con él, la enfermedad hace que Izuku expulse más flores de lo usual, y que las náuseas y arcadas sean más violentas.
-Entiendo, muchas gracias Bakugō.... Ahora vamos a proceder a...
-¿Me llevarán a un hospital?- Izuku dijo, recobrando sus sentido poco a poco.
-Nadie te llevará a un hospital Midoriya, lo que vamos a hacer será que tú vas a venir al final de las clases y me dirás cómo sigues, cuántos episodios has tenido y en qué intensidad. Te voy a observar para determinar qué tan urgente es es la cirugía.- Chiyo fijó con seriedad.
-Está bien.- Izuku accedió y Chiyo se giró hacia Shinsō y Bakugō.
-Ahora, si lo que dices sobre la interacción con Todoroki es verdad, creo que Midoriya debe alejarse de él por un tiempo, también necesito que lo apoyen y le cuiden. Este chico puede meterse en problemas incluso cuándo su cuerpo no da para más. Lo dejaré en su cuidado.- Chiyo les ordenó a ambos estudiantes mirándolos con autoridad. Ambos asintieron, comprendiendo la gravedad del asunto.-Muy bien, pueden volver a sus clases.
-¿Puedo hablar con Midoriya un momento?- Shinsō preguntó.
-Sí pero que sea rápido.- Chiyo le hizo un ademán para apurarse.
Cuando pudo llegar a la camilla donde Izuku yacía, habló:
-Midoriya, yo me preguntaba si te gustaría comer el almuerzo con nosotros hoy...- Izuku lo miró con sorpresa y sonrió ante la propuesta.
-¡Me encantaría! Pero ¿No seré una molestia?
-¡No! Quiero decir, a ellos no les molestaría, incluso creo que les encantaría comer contigo.- Shinsō apartó la mirada.
-Entonces los veo en el almuerzo.- Izuku volvió a sonreírle.
-Ya, ya, ya, es mi turno de hablar con Midoriya.- Chiyo se encargó de alejar a Shinsō y de correr a Bakugō.
-Lamento esto Recovery Girl, siempre me meto en muchos problemas...- Izuku comenzó a disculparse, realmente le apenaba.
-Sí, es cierto que te metes en muchos problemas. Eres el alumno que más he visto en el primer año escolar, al que le tuve que curar más de cuatro huesos rotos en más de una ocasión.- Chiyo tomó aire- Pero también eres uno de los alumnos más sorprendentes que hemos tenido, sobresales en todas las clases, te has superado a ti mismo y a tus compañeros en incontables ocasiones. Te sacrificas por ellos sin dudar, eres amable y dulce. Brillas e impulsas a brillar, te inspiras y eres la inspiración. Sé que algún día Midoriya Izuku, serás el héroe más grandioso de todos.- Chiyo le confesó suspirando y con una media sonrisa.- Por eso te aprecian mucho, por eso confían en ti, siempre superas las expectativas y demuestras ser mucho más que las etiquetas en las que te clasifican. Creo que por eso, All Might te escogió, y debo decir, que no pudo haber escogido a alguien más grandioso que tú. Esta situación en la que estás se ve oscura y dolorosa, y tal vez lo es, pero sé que estarás bien, por qué eres más fuerte de lo que crees. Así que por favor, deja que te cuiden por una vez.- Chiyo finalizó su pequeño discurso.
-Gracias Recovery Girl, no sé qué decirle, yo...
-Calla y no agradezcas, anda ve a clase, e infórmale a tu profesor la situación para que puedan concederte permiso de salir de la clase cuándo lo necesites y que me ayuden a monitorear la situación.- Chiyo le dio una palmada en la espalda a Izuku, animándole.
-Está bien, lo haré.
-Cuídate mucho Midoriya.- Chiyo se despidió de Izuku y soltó un largo suspiro. Cerró lo ojos y sonrió.
Izuku logró llegar al salón sin percances.
La clase estaba en los últimos minutos y aparentemente, seguían en la misma actividad.
-Hizashi-sensei ¿Puedo hablar con usted?- Izuku habló alto y claro, Hizashi se dirigió a la puerta del salón.
Cuándo salió, la clase A comenzó a murmurar y hablar acerca de lo que le pudiera estar pasando a Izuku.
-¡Bakugō-kun! ¡Te exijo decirnos lo qué pasa con Deku-kun!- Uraraka señaló a Katsuki mientras intentaba sonsacarle información al rubio.
-¿Disculpa? Eso no es asunto tuyo ¡Y tú no eres alguien para exigirme algo!- Katsuki soltó furioso.
-Soy amiga de Deku-kun y estoy preocupada por él ¿Te parece poco?- Uraraka cruzó los brazos, plantándose en frente de Katsuki para dar la ilusión de autoridad.
-Yo no soy quien para decir, el nerd te lo dirá cuando lo considere importante.
-Pero...
-¡Muy bien clase! El tiempo terminó, denme sus temas ahora o automáticamente tendrán cero en la presentación.- Hizashi entró en el salón después de escuchar lo que Izuku le dijo.
Los alumnos hicieron lo ordenado y acomodaron sus asientos, los que habían usado asientos que no eran suyos, recogieron sus pertenencias y se sentaron en el pupitre que les correspondía -por supuesto mientras parloteaban-.
El timbre sonó, anunciando el tiempo para tomar el almuerzo -y cuando Hizashi les permitió salir-, los estudiantes tomaron sus almuerzos o el dinero que llevaban y se fueron del salón.
Shinsō había mantenido su propuesta y estaba esperando a Izuku afuera de su salón, ganándose miradas extrañadas y unas cuantas sonrisas amigables.
-Mido-chan apúrate, Ocha-chan tiene hambre y no aguantará por mucho tiempo.- Tsuyu señaló a la chica castaña que sobaba su estómago.
-Asui-san tiene razón Midoriya, recuerda el mal humor que Uraraka tuvo por no alcanzar almuerzo en la cafetería.- Todoroki confirmó.
-Es que hoy yo...- Izuku empezó a explicar, cuándo Shinsō entró al salón y llamó a Izuku.
-Vamos Midoriya, mis amigos nos están esperando.- Shinsō interrumpió a Izuku.
-Ya voy Shinsō-kun.- Izuku le sonrió.
-¿Vas a comer con Shinsō-kun, Mido-chan?- Tsuyu levantó una ceja, sospechando algo.
-¡Ah! ¡Sí! Lamento no decirles...
-¿Y cuándo exactamente llegaron a ese acuerdo?- Tsuyu siguió cuestionando.
-Es que cuándo fui al baño me encontré con Shinsō-kun y me lo propuso.- Izuku estaba nervioso, realmente debía aprender a mentir más.
-¿Es por eso que te tardaste mucho en llegar a la clase?- Uraraka cuestionó interesada.
-Eh... No... Fue porque yo...
-Yo llevé a Midoriya a la enfermería por su resfriado y por eso se tardó.
-¿Y qué tuvo que ver Bakugō en todo esto?- Todoroki se cruzó de brazos, sin tragarse las mentiras.
-Bakugō-kun sabe la condición del resfriado de Midoriya, por lo que Recovery Girl le hizo unas preguntas.
-No te creo nada. Midoriya rechazó ir a la enfermería cuando le dijimos ¿Por qué y cómo accedió a ir contigo?- Todoroki frunció el ceño, dando a conocer su insatisfacción.
-Llevé a Midoriya a fuerzas.- Shinsō respondió levantando los hombros, demostrando que Todoroki no lo intimidaba. Y Shinsō sabía que no estaba mintiendo, sólo omitía unas cosas por el bien de Izuku.
-No mientas.- Todoroki entrecerró los ojos, mientras su tono se oscurecía.
-A todo esto ¿Por qué estás tan interesado en lo que Midoriya y yo hagamos? Pensé que la tal Yaoyorozu era tu pareja, no Midoriya.- Shinsō dio un golpe bajo. No le importaba, sólo debía salir de la situación.
-Me importa porque es mi amigo.
-La última vez que revisé, sólo las parejas se celan así.- Shinsō también entrecerró los ojos.
-Yo no estoy celando a nadie.
-Entonces no te importará que Midoriya, mis amigos y yo, almorcemos juntos.- Shinsō sonrió victorioso cuando vio que Todoroki abrió la boca para decir algo, pero la cerró inmediatamente.
-Vamos Midoriya.- Shinsō e Izuku salieron del salón, dejando a una confundida Uraraka, un estupefacto Iida, una Tsuyu con sospechas y a un Todoroki humeando con enojo.
Shinsō e Izuku caminaron a la cafetería sin decir algo, ambos no sabían que decir después de la pelea con Todoroki.
Cuando llegaron se encontraron con Kendō Itsuka, Hatsume Mei y Monoma Neito.
-Se tardaron mucho Shinsō-kun.- Mei señaló.
-Lo bueno es que ya no hay tanta fila y si quieren comprar está más fácil.- Itsuka sonrió.
-Sí, sí. Cómo sea, aquí esta Midoriya.- Midoriya se había escondido detrás de Shinsō. Podía ser muy cálido y brillante, pero también era muy tímido.
-¡Hola Midoriya-kun! Shinsō nos contó que ibas a comer con nosotros.- Mei dijo sonriente.
-Me emocioné cuándo lo dijo, estuviste increíble en el Festival Deportivo.- Itsuka exclamó.
-Gracias Kendō-san.- Izuku dijo tímidamente.
-Oh vamos, no seas tan formal, puedes decirme Itsuka-chan.
-¡Y a mí Mei-chan!
-Ni se te ocurra dirigirte a mí, escoria del curso de héroes.- Monoma dijo altivo.
-Puedes decirme Shinsō, si quieres.- Izuku los miró a todos y empezó a llorar un poco.
-¡No llores! ¡No llores! ¡No era nuestra intención!- Itsuka empezó a asustarse mientras decía una y otra vez que lo sentía. Izuku negó.
-No me molesta, es que nunca pensé que iba a tener tantos amigos.- Izuku sonrió dulcemente mientras se secaba sus lágrimas.
-Bueno, pues ya los tienes.- Shinsō dijo desviando la mirada.
-Vamos que se agotan las mesas.- Monoma dijo fastidiado.
Cuando pudieron sentarse en una mesa, comenzaron a comer y a hablar. Preguntándole cosas a Izuku cómo la fecha de su cumpleaños, su color favorito, si prefería dulce o salado, si se teñía el cabello.
-¿¡No te tiñes el cabello?!- Exclamaron las chicas cuando Izuku les dijo que no.
-Creo que no debemos sorprendernos tanto.- Itsuka se rascó la nuca mientras sonreía.
-Midoriya ¿Cómo haces que tu cabello sea tan suave?- Mei preguntó mientras tocaba el cabello de Midoriya
-Sólo uso cualquier shampoo que esté en especial...- Izuku estaba nervioso al recibir tanta atención.
-¿En serio? Yo me tengo que poner cómo mil productos para que me quede cómo el tuyo.- Itsuka dijo sorprendida.
-Ya dejen de atosigar a Midoriya.- Shinsō dijo mientras comía.
-¡No seas así, Shinsō! Y a demás a Midoriya no le molesta ¿Cierto?- Itsuka le preguntó.
-No me molesta...
-Supongo que era de esperarse, porque ya debe estar acostumbrado a toda la atención que la clase A recibe.- Monoma dijo con veneno.
-Ya déjalo, Midoriya no es así y tú lo sabes.- Shinsō intervino.
-Cómo sea, pero lo que en cierta forma me intriga es ¿Por qué accediste a comer con nosotros? Por lo que yo sé, tienes un grupo de amigos del curso de héroes.
-Bueno... Yo...
-No es de tu incumbencia, Monoma.
-¿Estás defendiéndolo, Shinsō?
-Sólo digo que no te debe importar, y si no tienes nada bueno que decir sólo vete.- Shinsō dijo molesto.
Monoma se levantó y se alejó con las manos en sus bolsillos, en su rostro había una sonrisa burlona.
-Lamento eso Midoriya, Monoma puede ser algo venenoso. Pero es inofensivo.- Itsuka se disculpó.
-No tienen de qué preocuparse, Kacchan puede ser algo venenoso a veces, pero también es inofensivo.- Izuku sonrió.
-¿Kacchan?- Shinsō miró a Izuku confundido.
-¡Perdón! Yo le digo Kacchan pero se llama Bakugō Katsuki.- Izuku explicó.
-¿Bakugō? ¿El ganador del Festival Deportivo?- Itsuka preguntó atónita.
-¡Sí! ¿Por qué todos me miran así?- Izuku dijo nervioso.
-¿Deja que le llames Kacchan?
-Bueno, es que somos amigos de la infancia y se ha vuelto una costumbre que le llame así... ¡Pero no le molesta!
-Es un nombre bastante tierno para una persona con instintos asesinos cómo él.- Mei levantó las cejas.
-A mí me gusta decirle así.
-Ne, también me gustaría que Midoriya me diera un apodo lindo.- Itsuka dijo con una sonrisa pícara.
-Ya Izuku, no te avergüences, sólo es una broma.- Shinsō le dijo al ver que Izuku se cubría el rostro que ahora asemejaba a un tomate.
-Shinsō toca su cabello ¡Es extra suave!- Mei dijo sonriente.
Shinsō dudó, pero Izuku le hizo una seña para decirle que estaba de acuerdo.
-Quién lo habría dicho, tú cabello parece el pelaje de un gato.- Shinsō dijo de forma monótona.
-¡Oh vamos Shinsō! ¡Es mejor que el de un gato! ¡Huele a moras!- Mei sacudió a Shinsō.
Izuku empezó a reírse, sorprendiendo a los presentes.
La risa que emanaba de los labios de Izuku, era tierna y digna de él. Sincera y deslumbrante.
-Tienes razón Mei, es mejor que un gato.- Shinsō dijo mirando a Izuku.
-Midoriya, en serio nos agrada que estés con nosotros y nos gustaría saber ¿Por qué no comiste con tus amigos hoy?
-¿Y por qué no?- Izuku respondió de forma sencilla.
Itsuka sonrió y le abrazó.
El receso no tardó en finalizar, y rápidamente, el grupo de Shinsō intercambió números con Izuku.
Se despidió del grupo y fue a su salón. Por suerte, fue uno de los primeros en llegar.
-Deku-kun, debemos hablar.- Uraraka, Tsuyu, Iida y Todoroki estaban en el salón, mirándole fijamente.
Al parecer, no fue tan suertudo del todo.

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