«042»

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Al día siguiente tenía que ir a su ya conocida Genious lab para hablar con algunos subordinados de YoonGi.
Estaba nervioso, eso no lo podía negar. Hacia tres años y un poco más que no pisaba ni siquiera aquel vecindario, regresar a ese lugar traían muchos recuerdos no gratos, recuerdos que ya no tenían la misma fuerza de antes.
Entró por la puerta pequeña, donde solo los grandes mandos podían pasar para dirigirse a la oficina principal donde lo esperaban. Rogaba al cielo que YoonGi no fuera el que lo recibiera porque con todo lo que había sucedido el día anterior tenía suficiente.

Cuando llegó a la oficina del director reconoció a una bonita pelinegra dientes de conejo que recordaba haberla visto en una fiesta siendo la compañera de YoonGi cuando él aún andaba con JungKook. La misma con la que YoonGi había coqueteado en frente de él.

—Bueno días... ¿En qué puedo ayudarle?—habló la joven sin despegar su mirada de la computadora. 

—Soy Kim TaeHyung y vengo a ver al encargado de las contrataciones... ¿Está?—Preguntó TaeHyung de forma suave.

—No, en estos momentos no está para nadie.—Respondió tosca.

—Bien... Entonces ¿puedes decirle al señor Min que aquí está la persona que va a entrevistar gente?

La pelinegra suspiró cansada. —Mire señor Kim, espere ahí sentado hasta que el señor Min salga, si no tiene una cita entonces toca esperar y si la tiene pero el señor no quiere ver a nadie también tiene que esperar, ¿Entiende?

—¿Por lo menos podrías anunciar mi llegada? No estoy para jugar y quedarme sentado aquí es perder mi valioso tiempo.—TaeHyung respondía calmo aunque por dentro se estuviera quemando de rabia. 

—No, no puedo hacer eso. Así que espere.

La chica no se movía de su lugar, con una mano tecleaba en la computadora y con otra atendía las llamadas. El tiempo pasaba y YoonGi no salía.
TaeHyung nunca había cambiado su número y esperaba que YoonGi tampoco, mandó un mensaje: Hola señor Min, soy TaeHyung y llevo esperando casi media hora para poder hablar con usted acerca de nuestro trabajo. Su secretaria me dijo que usted hoy no recibía a nadie así que la próxima vez que este de mal humor recuerde avisarme para no hacerme perder el tiempo. Le dio enviar y al rato salió YoonGi de su oficina buscando por todos lados hasta dar con TaeHyung.

—TaeHyung... ¿Pero qué estás haciendo aquí? Vamos, entra.—Le dirigió una mirada a la mujer.—¿Y tú? Te dije claramente que cuando llegara Kim lo hicieras pasar...

—Discúlpeme señor Min, lo que pasa es que pensé que con el Kim se refería al señor NamJoon.

La mujer se puso de pie e hizo una leve reverencia, disculpándose por el mal entendido.

Cuando entraron YoonGi se disculpó.

—Siento mucho hacerte esperar tanto... Debí ser más claro con mi gente.

TaeHyung negó:—No te preocupes, nunca me había pasado pero está bien. 

Entonces empezaron a revisar curriculums y a hablar de sus nuevas contrataciones.
Entrevistaron a muchas personas y sonrieron por coincidir en algunas cosas. Así pasaron el día hasta que dieron las siete de la noche.

—Voy a pedir comida TaeHyung... Ya es noche ¿Está bien si pido pizza y gaseosa o prefieres tus amados fideos negros?—YoonGi le sonrió contento porque TaeHyung no estaba siendo tan arisco.

—Fideos y gaseosa, YoonGi.—Aseguró devolviéndole la sonrisa. 

—Y helado de vainilla de postre...

Llamó y ordenó todo. La comida llegó en menos de media hora y cenaron en compañía del otro, sonriendo y olvidando el mundo y los problemas de allá afuera.

—Te he extrañado.—Soltó de repente sintiendo nervios por la posible respuesta negativa de parte de TaeHyung.

TaeHyung quería decirle que también lo había hecho pero mentiría. Él no lo extraño tanto como YoonGi hubiera deseado, todo esos sentimientos quedaron escondidos hasta que lo volvió a ver.

—En mi estadía en Japón yo no lo hice.—Contestó sincero mientras movía su comida.

—¿Y estando aquí?—La respuesta anterior le había dolido y de hecho hasta le parecía injusto que él se mantuvo sin nadie cuando TaeHyung  de seguro tuvo amoríos.

—No te extraño cuando te veo.—Le dijo. Aún su corazón se agitaba como loco y empezaba a actuar tonto por inercia.

YoonGi suspiró y sonrió.—¿Puedo abrazarte TaeHyung?—Rogó extendiendo sus brazos al aire.

TaeHyung lo recibió gustoso, no era justo sentirse cómodo en los brazos que una vez causaron angustia. Su aroma seguía siendo el mismo y su calor corporal era más cálido. YoonGi lo abrazaba por la cintura y TaeHyung en los hombros, se despegaron de su corto abrazo y fue inevitable no llevar su mirada hasta los labios contrarios. Los labios de TaeHyung seguían siendo rosas y largos y los de YoonGi tan pequeños y abultados, era una combinación rara pero que encajaba perfecto para traspasar gérmenes bocales.

Estaban a punto de hacerlo, a punto de romper una promesa y a punto de volver a caer, sin embargo la puerta se abrió y un grito se escuchó.

—Yoonie O...ppa... —BaekHyung empezó con un ritmo alto terminando con un tono bajo y dudoso. ¿Qué hacía el insufrible de TaeHyung en la empresa de su YoonGi?

Ambos hombres se separaron y simularon no haber tenido intenciones de más.

—BaekHyun, te he dicho cien mil veces que toques antes de entrar... —Dijo YoonGi con tono de reproche.

Baek se sintió indignado, YoonGi no podía estarlo regañando por entrar a la oficina a como todos estos años pasados había hecho, era el colmo y la llegada de TaeHyung tenía la culpa.

—¿Por qué he de tocar si todos estos años no lo he hecho, Oppa?—Sonrió satisfecho al ver el rostro fruncido de TaeHyung.

Gracias a JungKook y a BaekHyun, TaeHyung había aprendido a odiar esa palabra. De verdad odiaba que YoonGi todavía continuara con aquel estúpido juego de adolescente.

—Por favor no lo hagas.

—¿Hacer qué?—Preguntó BaekHyun haciendo boca de pato.

—Deja de decirme Oppa, ya estás grandecito para esos juegos BaekHyun.—YoonGi le regañó.

YoonGi detestaba con su alma en estos momentos al pelinegro metido, y más tratándose de que todo lo que decía era con ganas de molestar al peligris.
Sostuvo la mano de TaeHyung y entraron a la sala donde se reunía la junta directiva.

TaeHyung se soltó en cuanto la puerta a sus espaldas fue cerrada.

Con su ceño fruncido y sus brazos cruzados dijo:—¿Qué te pasa YoonGi?—Sus palabras reclamaban pero no exactamente lo del brazo.

—Nada TaeHyung, discúlpame.

Su comportamiento dio un giro demasiado drástico. Ahora estaba más serio y más centrado en los documentos puesto en la mesa. Definitivamente se había vuelto loco.

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Sí... Ya sé, vengo tarde pero con tres capítulos avanzados.

Volveré a tener WiFi así que...

El problema es que el curso de English me roba bastante tiempo.

Un dato curioso:
Por fin encontré a alguien que ame a BTS tanto como yo en el mismo salón.
¿Ustedes tienen amigas Army's?

Entonces... Esperen porque ya voy a soltar el otro.

Te compro a tu Novio© |YoonTae| ΔMYG + KTH^ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora