EPÍLOGO

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Sobre una cama se encuentran dos personas que años atrás no se creerían que terminarían juntos y menos que terminarían amándose tanto como lo hacen ahora. 28 y 30 años respectivamente, incluso cuando pensaron en algún momento de su juventud que jamás encontraría pareja y que acabarían solos por el resto de sus vidas, sería poco probable que todo esto fuese cierto, pero era verdad, nada era un sueño.

─Estoy cansando...

─Por favor, Jaebeom.

─Youngjae, eres un hambriento. Lo hicimos en la mañana, dos veces.

─No es mi culpa que te ejercites tanto y que tu cuerpo sea tan...

─¡Youngjae!

Ambos rieron uniendo sus frentes, Youngjae aprovechó y separó las piernas para poder posicionarse sobre el mayor. Una serie de besos empezaba y eso podría significar que la acción comenzaría, pero un llanto los detuvo.

El llanto de un bebé.

─Boomie ─ese era el apodo de su hija.

─Tú fuiste el que quiso adoptar un recién nacido, Jaebeom. No me estoy quejando, solo es divertido y sexy a la vez verte tan preocupado por ella...

La bebé dio un grito más y eso fue suficiente para hacer que el mayor lanzara a su pareja a un lado, aunque lo hizo con tanta fuerza que este rebotó y giró hasta caer al suelo.

─Y-Youngjae, lo siento

─No importa ─Youngjae rió muy fuerte. ─Ve con ella, apúrate.

A los diez minutos, el más alto regresaba con su pequeño tesoro en brazos. Una bebita de 8 meses que se había convertido en su mayor alegría, luego de tenerse el uno al otro, claro.

─Tu mamá te dijo que no es bueno cargarla luego de que haya llorado, la vas a consentir demasiado... ─Youngjae mencionaba, ya se había levantado y vuelto a acostar sobre la cama. Jaebeom acostó a la niña en medio de ellos.

─Suenas a una madre estricta, por eso Boomie me prefiere a mí.

─Quizá es porque le pones las cosas fáciles. No me importa si le cuesta acercarse a mí, es por su bien.

─Youngjae, eres lindo cuando te enojas.

─No estoy enojado.

─Claro...

─AHG ¿Por qué Boomie no me quiere?

─Lo hará... Si tú pudiste amarme, aun cuando intentaba alejarme de ti. Estoy seguro que ella igual.

─Lo sé... Aunque no me ame, yo la amaré y la protegeré con mi vida.

─¿Oíste, Boomie? ─ella dormía ─Appa Youngjae te va a amar como me ama a mí ¿No somos afortunados?

─Creo que yo soy el afortunado...

─Somos afortunados.

Jaebeom se quedó dormido enseguida al igual que la bebé. Youngjae seguía despierto con millones de pensamientos en su cabeza. No quería molestar o lastimar a sus dos personas favoritas, así que se levantó y fue a acostarse a uno de los sillones de su nueva casa.

Se habían mudado a Corea desde que adoptaron a la niña porque querían criarla ahí, conservaban la casa en Nueva York y otra en Tailandia porque amaban las culturas y tenían amigos que podría visitar o podrían pasar las vacaciones en esos lugares.

Así que Jaebeom se había vuelto un compositor famoso y anónimo por varios años antes de revelar su identidad en la radio donde Youngjae solía trabajar. Aún recuerda con algunas lágrimas cuando el doctor Zhang los visitó para mostrarles los exámenes finales donde liberaban a Jaebeom, una hoja de papel que evidenciaban que la enfermedad estaba totalmente controlada. Quedarían algunas represalias como su voz que no podría forzarla o podría perder el habla.

Las cosas habían cambiado para  bien, ahora Youngjae era dueño de una empresa radiofónica especializada en promocionar artistas internacionales, gracias a la influencia y talento de ambos, habían logrado alcanzar muchos medios y los unificaron para apoyar distintas culturas, no importando cuán conocidos eran dichos artistas.

No esperaba recibir tanto apoyo, tanto de su familia como de sus fans. Su antiguo jefe, Mark, incluso pagó por la ceremonia y la pareja de cantantes les regalaron un viaje para su luna de miel. Pronto cumplirían un año desde su pequeña boda, donde familiares y amigos asistieron. Todo parecía un cuento de hadas, a veces se preguntaba "¿Me merezco todo esto?"

─¿No puedes dormir?

─Por Dios, Jaebeom. Me asustaste.

─Tú fuiste quien me asustó cuando no te encontré.

─No quise molestarles el sueño a ustedes dos.

─Ya regresé a Boomie a su camita. Ven, vuelve conmigo.

─No quiero. Quiero pensar en cómo hacer que Boomie me quiera.

Jaebeom fingió que no le escuchaba y tomó al menor en sus brazos, cual pareja recién casada, Youngjae pataleó un poco ya que no podía gritar. Ambos rieron cuando cayeron sobre la cama. Habían caído justo en una posición sugerente y aunque Youngjae también se sentía cansado, quería aprovechar.

─Jaebeom-oppa...

─No, Youngjae.

─Oppa~ Oppa, por favor~

El mayor se sumergió por completo entre las piernas de su pareja haciéndole exhalar un leve quejido. Quizá de verdad consentía demasiado a sus dos bebés, pero ¿qué podía hacer para evitarlo? Los amaba tanto; quería darles todo.

─¿Jaebeom? Me encanta tenerte así

─¿Desnudo y sudado?

─Sí.

─Me siento utilizado... ─el mayor bromeaba.

─Amo tenerte tan cerca. ─decía adormitado. ─Estuve a punto de perderte y ahora estamos más juntos que nunca. Incluso con Boomie, cada que te veo con ella... quiero amarte más y más.


Abrazados, sudorosos, cansados, la pareja por fin se quedó dormida. Dormirían unas horas hasta que los despertara la alarma para ir a trabajar o Boomie si algo la asustaba. Despertarían para preparar algo de desayunar, comer y escuchar música juntos por el resto de sus vidas.

Ambos juraron en aquella boda que la promesa de cuidarse el uno al otro, en las buenas y las malas, la salud y la enfermedad abarcaba incluso más allá de la muerte.




[ FIN ]



[[FINAL YEI

AAAAAAAHHHHHHHHHH. Amé escribir esta historia, sabía lo que quería y creo que eso me ayudó a terminarlo justo como lo quería igual. Gracias a aquellos que se tomaron el tiempo para leer esta locura (se agradecen los comentarios (?))

Me encanta leer si hice un buen trabajo o no. TuT ]]

I will not kiss you (2JAE español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora