Separación

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Era un día hermoso, el invierno acababa y la primavera estaba a la vuelta de la esquina, lo que significaba también el final de las vacaciones, el inicio de clases en las escuelas y reinicio de labores en las ciudades. Era un nuevo inicio para muchos y para Youngjae era un peso menos. Todo apuntaba a que todo iría bien, ya habían pasado los 7 meses que el doctor le dio de límite y aunque hubo momentos donde pensó lo peor, Jaebeom parecía mejorar cada día más.

Youngjae regresaba del trabajo en la radio, ahora él se había vuelto el show principal de la tarde y no podía estar más orgulloso. Con eso, ahora tenía asegurado que pasaría el resto de su vida con Jaebeom ¿Qué más podría pedir?

El menor subía las por la escalinata con saltitos de felicidad, abrió la puerta y saludó con un grito a todo el vecindario.

─YA LLEGUÉ ¡JAEBEOM, ESTOY EN CASA! ─se le escapó una carcajada que pudo haberlo dejado sin aliento, de no ser porque su pareja estaba sentada en uno de los sillones con una cara seria y la vista dirigida a unos papeles sobre la mesa de centro. ─¿Jae...?

─¿Por qué me mentiste?

─¿Eh?

─Llegó correo ¿Te reclutaron en una radio de Nueva York?

─¿S-sí?

─¡No me mientas más! La carta dice que han estado esperando tu respuesta por meses "Si ha cambiado su correo electrónico, favor de hacerlo saber". Youngjae, mandaron folletos de bienvenida y los boletos de viaje.

─No te preocupes, no voy a ir.

─¿Por qué no? ─Jaebeom levantó la voz al mismo tiempo que se ponía de pie.

─Jaebeom, no puedo dejarte solo. Incluso si me pagaran el boleto para los dos, no estás en condiciones para viajar.

─Siempre has querido ir a Nueva York.

─No importa... Vendrán otras oportunidades...

─No.

─Jaebeom.

─Quiero que vayas.

─Jaebeom, no.

─Si te quedas, me va a doler más verte todos los días y ver que fui un obstáculo para ti. Tu meta de viajar a Nueva York fue lo primero que me mencionaste cuando nos conocimos.

─A mí me va a doler dejarte atrás ─Youngjae ya estaba llorando, su pecho dolía mucho más que veces anteriores. Su cabeza daba vueltas.

─Yo puedo quedarme con mi mamá y será por poco tiempo. Puedo sentir que voy a mejorar y luego iré por ti.

─Jaebeom, no puedo.

─Sí puedes.

El más alto estiró los brazos para envolverlos alrededor de Youngjae, un abrazo bastante fuerte que hizo que el menor se derritiera y dejara desahogar un mar de lamentos sobre el pecho contrario. Un abrazo fuerte que intentaba darle confianza en que todo mejoraría aun si debía ser lejos de él.

─¿Qué pasa si mueres cuando no esté?

─Entonces serás libre. Te vas a buscar a alguien más, como prometiste.

─No podría...

─Lo prometiste. Por ahora estoy vivo, así que nada de estar viendo a otras personas. Yo soy tu novio ─éste bromeó y logró sacar una pequeña risa de parte del menor.

Cuando las lágrimas cesaron, Youngjae tomó el valor para revisar sus emails y contestarle a la radio americana. Habían escuchado de él y sus creaciones musicales y lo solicitaban para animar un programa juvenil. El proyecto se escuchaba interesante, un programa para unir la cultura americana con la asiática. Youngjae no podría mentirse ni a sí mismo, de verdad estaba interesado en participar.

🌙 ☂ 🌞

Cuatro días después, las maletas ya estaban listas, los papeles estaban en orden y el menor ya se habían hecho cargo de las tareas pendientes. Nada le impedía irse, solo su amor hacia Jaebeom.

─Será mejor que me quede.

─Youngjae... ─su voz fue severa, podría tomarlo fuerte de los hombros para hacerlo reaccionar, pero no tenía la fuerza que deseaba.

─Jaebeom, no puedo.

─No me estás abandonando, yo te estoy echando ¿ok?

─Al fin lo logras, vas a echarme de tu vida ─bromeó.

─Más que eso, te estoy lanzando hacia lo alto, de todas formas, vas a volver a mí algún día.

─Wow, Jaebeom. Qué romántico, me siento como una pelota.

─Sé que así te gusto.

─No. Así te amo.

─Vete de una vez ─Jaebeom rió.

─Te extrañaré.

─¡Vete! ─el más alto lo empujaba hacia la puerta, trabajo complicado con su estado actual.

─¿Me vas a extrañar?

─Youngjae, vete.

─¿Ni siquiera vas a besarme?

Jaebeom se detuvo y en silencio permaneció observando los labios de Youngjae por medio minuto. Sostuvo las mejillas contrarias y el otro se estiró sobre la punta de sus pies.

No pasó nada.

─Lo siento. No puedo hacerlo.

─¿Por qué?

─La última vez que nos besamos... fue poco antes de mi cumpleaños 25 ¿verdad? Antes de que todo esto pasara. Vivo anhelando tus labios desde entonces, pero prometí que no te besaría hasta estar completamente sano.

─Oh... Pero... ¿POR QUÉ TENGO QUE SUFRIR YO? YO NO PROMETÍ NADA ─se quejó con el ceño fruncido y eso hizo reír al mayor.

─Es como una meta "Si sobrevivo un día más, si logro curarme, significará que me puedo quedar contigo". Youngjae, jamás te lo dije, pero eres la única razón por la que sigo luchando.

─¿Y así quieres que me vaya? ─respondía conmovido. ─¡Ya no quiero!

─Mientras más te alejes, más voy a querer alcanzarte. No te detengas, Youngjae, vete.

El menor se separó de la calidez de su novio y ahora podía admirar una última vez la figura de su cuerpo, lo imponente de su rostro (aun estando enfermo), lo mucho que el mundo se coloreaba solo con verlo, lo mucho que lo extrañaría. Agarró sus dos maletas, su bolsa de viaje con el pasaporte y boleto, agarró su abrigo y abrió la puerta.

─Hasta la próxima, Jaebeom.

─Yo también te amo, Youngjae.

Con más lágrimas, el menor cerró la puerta. Triste, pero esperando con ansias la llamada que le diría que Jaebeom estaba totalmente curado.

I will not kiss you (2JAE español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora