A TIEMPO

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Casi las seis de la tarde y él está por llegar tarde a su cita. Sube a toda velocidad por las escaleras, no queriendo esperar el elevador aunque sus piernas quemaran, ésta vez tiene que estar a tiempo o quién sabe de qué sería capaz ese terco hombre. Al fin en el tercer nivel, el joven castaño corre por el pasillo con miradas de las enfermeras clavadas en su espalda, ya acostumbradas a que el chico corra a pesar que está prohibido; órdenes del Doctor encargado del cuarto 333A.

Seis menos dos minutos y el castaño cruza la puerta siendo recibido por una botella de agua voladora que casi se estrella con su cabeza, en su lugar, choca con la pared y rebota al suelo.

─¡Hyung, esta vez casi me das! ─le reprende.

─Llegas muy temprano ─el chico en la camilla viste de manera casual, un gorro negro para cubrir su cabeza, una camisa blanca y jeans claros, sin zapatos dejando ver sus calcetines con la cara de Bart Simpson. El chico se cruza de brazos mientras deja salir un puchero de sus labios y gira la mirada a otro lugar donde no está el menor.

─Ayer me arrojaste una maceta porque vine tarde ¿Ahora viene muy temprano?

─Eres una molestia ─el otro sigue con los brazos cruzados y las cejas fruncidas.

─¿Jaebeom-hyung, cuántos años tienes? ─el castaño levanta la botella del suelo y camina con calma en dirección a la camilla.

─Youngjae, por favor ─contesta aún más irritado.

─¿Cuántos?

─Veinticinco ─Jaebeom susurra.

─No te escuché.

─¡Veinticinco! ─grita tirando una almohada en desesperación contra el otro presente.

─¿Así se comporta alguien de veinticinco años? ─Youngjae con la mencionada almohada en sus manos, intenta regañarle, pero le gana la risa. Él ama recordarle al otro que ya es un adulto a pesar de sus condiciones. El otro sentado en la camilla endurece el gesto en su rostro, pero pasados unos minutos, se relaja un poco y deja asomar una sonrisilla mientras admira las ruidosas carcajadas de su compañero.

─¿Qué tienes en las manos? ─Jaebeom interrumpe las risas al notar la bolsa que cuelga del brazo del castaño.

─Oh, cierto ─recuerda mientras limpiaba algunas lágrimas de sus ojos. Revisa la bolsa y saca un contenedor de agua, aunque en lugar de agua, contenía la fuente de vida (como él solía llamarle). ─Tu mamá me encargó que te trajera esto.

─¿Otra vez lo mismo? ─finge otra vez estar irritado, mas estira las manos porque sabe muy bien lo que hay en ese envase.

Youngjae se lo entrega y el otro lo toma para beberlo como si no hubiese bebido nada en días (lo que podría ser cierto). El contenido es yogurt de fresas, no cualquiera, es uno casero hecho por la misma madre del chico enfermo. Youngjae lo ve con felicidad, dejando al chico beber como animal solo porque de esa manera él puede acercarse un poco más para ayudarlo a limpiarse la cara.

─Jaebeom-hyung...

A punto de fingir un regaño, cuando son interrumpidos por Yuhee (la agradable enfermera) y Hyo (la cruel enfermera) que anuncian la entrada del doctor. El humor de Jaebeom cambia otra vez; estaba vez es de verdad. Odia escuchar sobre sus estudios y exámenes que para él son pérdida de tiempo. Youngjae sin embargo, escucha atentamente cada palabra y toma notas mentales mientras sostiene la mano de Jaebeom.

Vuelven a estar solos y Youngjae intenta soltarse del agarre, pero su pareja no le deja. No le dirige la mirada, pero sabe lo tenso que se pone el otro cada que el doctor desea hablar con él ya que el castaño es el único que escucha sus indicaciones. El menor le besa los nudillos y eso hace que él gire a verlo.

─Vas a mejorar muy pronto.

─No me siento mejorado ─el mayor contesta y sería mentira decir que al castaño no se le encoge el corazón. El otro gira los ojos por lo alto y aclara: ─Me sentiría mejor en casa.

─Mañana regresamos juntos a casa. Resiste una noche más, por favor.

─Si es que no me muero primero.

Las fuertes palabras del mayor le golpean duro en el pecho, Jaebeom siempre fue una bola de ternura ante los ojos de Youngjae, él sabe que no es su verdadera intención, solo puede imaginar lo duro que es saber que tienes una grave enfermedad, así que impide que las lágrimas salgan de sus ojos y decide ser fuerte por ambos dedicando una enorme y cálida sonrisa a esos ojos tristes que le observan intensamente.

Jaebeom sabe que sus palabras no son las mejores, sabe que en cualquier momento puede morir, sabe que Youngjae hace su esfuerzo para animarlo, sabe que el menor incluso trabaja luego de la universidad para ayudar a su madre en los pagos del hospital, sabe lo mucho que Youngjae lo ama y por eso intenta vanamente ser cruel con él, pero sabe bien, muy bien, que a pesar de todo lo malo que irrumpió en su vida, él nunca se alejaría.

Y eso lo hace aún más doloroso.


[[ Yes, me encanta el drama (?)
Espero que les atraiga esta historia,
aunque van a haber momentos sad.
Trato de mantener cada cap corto para que sea ligero de leer.
Gracias, si es que se toman el tiempo de leer y sean honestos
díganme si es una mala idea o no jaja

La próxima parte mañana, si es que llega a gustar ♥ ]]

I will not kiss you (2JAE español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora