I will not kiss you (2JAE español)

Primera vez en la playa

─No, Jaebeom.

─¡Por favor...!

─No.

─Por favor.

─Jaebeom...

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Un Jaebeom feliz se acomodaba en el sillón del copiloto. Vistiendo una camisa azul con pequeños patos amarillos impresos por doquier, lentes oscuros y una gorra de pescador negra. Un Youngjae preocupado se acomodaba en el sillón del conductor, revisando su lista mental de cosas que Jaebeom podría necesitar, desde libros para entretenerse en el camino, varias botellas con leche de fresa casera, ropa limpia, hasta medicinas que Yuhee le recomendó para los mareos y nauseas.

Iban a la playa, en un día nublado de Junio.

Fue un viaje en silencio que Jaebeom respeto, tuvo muchas oportunidades de hablar y bromear, pero Youngjae estaba tan nervioso que temía que en cualquier momento podría perder el control del auto y chocar o saltar por un acantilado. Aunque Jaebeom quería morir rápido, quería a Youngjae vivo.

Al llegar, el menor se apresurar a abrir la puerta del pasajero y ayudar al terco de su novio a bajar. Llegaron a un lugar casi desierto, debido a la fecha y que casi nadie visitaba la playa, Youngjae pensó que sería el lugar perfecto para despejase y relajarse un poco.

─¿Aquí está bien?

─Aquí está perfecto, Youngjae. Gracias.

─¿Qué quieres hacer ahora?

─Quiero caminar contigo.

Cuando pasa algo que no esperabas, tan increíble que tu cara no logra evitar expresar tu confusión, tan increíble que no logras ocultar la expresión de sorpresa y asombro, ese era el rostro que Jaebeom amaba ver (y causar) en Youngjae.

Al más alto no le gustaba mucho expresar sus sentimientos, mucho menos en público. Pero ese día sostuvo la mano de su pareja y ambos caminaron por la orilla de la playa. En silencio al principio, otra vez, porque Youngjae seguía preocupado que en cualquier momento Jaebeom se sintiera mal y estaba preparado para que en cualquier momento este quisiera regresar a casa donde estaban ambos a salvo.

─Jaebeom-hyung ¿por qué haces esto?

─Porque quiero.

─Jaebeom-hyung... ─reprochaba; no se lo creía.

─Youngjae... No sé si voy a morir o no. Lamento estos meses donde fui un trasero llorón pegado al sofá, si muero o no, ya me decidí a al menos esforzarme en hacerte el trabajo más fácil.

El menor se quedó sin palabras, podría llorar, pero no querría arruinar el momento. Sostuvo la mano contraria contra su pecho y sonrió con todo el brillo del que era capaz y eso hizo que ambos corazones se agitaran con fuerza. Aun si habían personas caminando a su alrededor, o que algunas se quedaran viendo como si no tuvieran algo más interesante en sus vidas. Pero como ignorar a dos almas que se amaban tanto que iluminaban la playa bajo ese oscuro cielo.

─¿Youngjae?

─¿Hyung?

─Te amo.

Jaebeom con una enorme y cálida sonrisa, jaló de la mano de Youngjae hasta tenerlo frente a sí mismo y así rodearle con ambos brazos. El otro por otra parte, no le cabía la vergüenza (mejor dicho, la sorpresa) en el rostro, era de las primeras veces que su novio le decía ese tipo de cosas tan directo y en un espacio tan público.

Una gota de lluvia iba cayendo sobre la mejilla del de cabello castaño cuando sintió el cuerpo contrario acercándose más y más a él, por un momento se sonrojó y estiró los labios, pero el cuerpo de Jaebeom nunca dejó de caer.

Aún con los gritos de Youngjae pidiendo ayuda.

Aún con el agua del mar empapando sus pies.

Aún con la lluvia que silenciaba su esperanza.

  Jaebeom no despertaba.