-Excuse me, do you live here? -me preguntó.
No entendí que chucha dijo así que lo quedé mirando. Era rico el culiao, sus ojos eran tan negros e intensos y sus rasgos estaban terrible marcados.
-No entiendo- le respondí.
Al parecer, el weon me entendió, porque asintió como aweonao. Me tomó de la mano y con un acento culiao caliente me dijo.
-Sígame.
Chucha, que chucha hago. Entramos al ascensor y entendí que pretendía el cochino culiao. Eso quería el weon, culiar. No lo miré, estaba cagá de miedo.
-Que me vai a hacer? -le pregunté, mirandome los zapatos.
-Nara mallo- respondió.
Me volvió a tomar del brazo y entramos a la que supuse era su pieza. Esa wea si era lujosa y grande po weon. Me sentí terrible pobre.
-Come in. -dijo, no sé que wea pero en el colegio dijeron que in significaba en, así que yo creo que me dijo que entrara.
Las luces se apagaron. Y sentí como el weon me tocaba. Y me dejé. Porque me gustaba la wea po, no todos los días un culiao así de rico te quiere garchar.
-You know...This is not gonna be so sweet. -No entendí ni puta, pero luego caché porque me llevó a una pieza, roja, con mil weas eróticas.
Había una cama con esposas. Conchetumare.
Justin, perdoname.