''¿Que wea?'' pensé. Esos culiaos daban miedo weon, eran terrible altos y tenían más careflaite que los de la selección chilena. Me paré al frente de los mastodontes culiaos y les hice cara.
-You're mine- dijo Christian, no le entendí ni chucha pero le negué con la cabeza.
-MIRA COCHINO CULIAO LA UNICA WEA QUE QUIERO ES QUEDARME CON MI RUSIO QUE ESTA AHI POSTRADO POR TU CULPA TULON CULIAO ASÍ QUE TE SARPAI SI NO QUERÍ VERME MA ENOJA MI INTINI? -le grité.
-Take it easy- dijo el culiao, haciendome un gesto de ''relaja la chora''
Me dí media vuelta y me fuí de la wea. Salí pa fuera (no voy a salir pa dentro) y respiré hondo. Había sido un día alborotado. Como el shampoo: alborotalo.
Volví a entrar y fui donde Justin. Estaba durmiendo, se veia tan rico durmiendo el maraco culiao. Le di un beso en la frente, y me quedé mirandolo hasta que el culiao despertó.
-Te amo gil culiao- le saludé.
-Yo más cochina culia- me respondió- ven pa aca y hazme un helado.
Me acerqué hacia el y le empecé a chupar el pico. Rica la wea po. Hasta que de repente llega una aweona con pinta de abuela.