Los chicos más ricos y mimados del mundo tienen que afrontar un castigo por su mal comportamiento, tendrán una nueva vida muy diferente a lo que están acostumbrados.
El viaje fue muy largo y tedioso, solo podían estar sentados, casi sin moverse por el poco espacio que tenían, en un carro más lujoso o incluso en sus propios carros estarían más cómodos, pues si, cada uno tiene un carro propio pero a Frehs no le permiten manejar aun.
Estar en ese pequeño carro simplemente era desesperante, por suerte tenían sus teléfonos para entretenerse, en más de una ocasión se quedaron dormidos, tenían hambre, estaban adoloridos y duraron casi 2 horas hasta finalmente el chofer les dijo que estaban cerca.
Geno que era el único despierto en ese momento volteo a mirar por la ventana, para el todo lo que veía eran unas simples casas y personas con las que no le gustaría hablar, cuando en realidad la zona no era tan mala como él creía, las casas aunque no tan grades a cómo estaba acostumbrado eran lindas y espaciosas, todas estaban muy bien atendidas y sus futuros vecinos ciertamente no podrían darse una vida como la de el pero tampoco les faltaba nada, vivían bien.
Cuando por fin llegaron y salieron de ese maldito auto no sabían si alegrarse por que podrían ir a comer y luego a dormir en una cómoda cama o si sentirse las personas más desdichadas del mundo por el dolor que tenían en sus cuerpos y lo pequeña que se veía la casa ante sus ojos.
-su madre me ha dejado unas notas para usted Sr. Geno-le dijo el chofer cuando todos se bajaron, también me ha pedido que le dijera que la comida que esta guardada solo les será suficiente para un mes, aquí están sus llaves y las cartas que la Sra. Crayon les dejo, si necesitan ir a algún lugar pueden llamarme, ahí está mi numero pero la siguiente vez les cobrare.
-no creo que sean necesarios de nuevo sus servicios, no pensamos quedarnos mucho tiempo aquí.
-como quieras, pero eso no fue lo que me dijeron, hasta luego.
El señor se fue y Geno se dirigió a abrir la puerta, tardo un rato probando cada una de las llaves hasta encontrar la correcta, Geno dejo las cartas en la mesan sin siquiera mirarlas, él y Fresh dejaron sus bolsos en la sala y empezaron a revisar la casa, esta estaba bien amueblada y limpia, tenía una habitación para cada uno en el piso de arriba y dos baños, mientras los otros veían la casa Error fue directamente con sus cosas al cuarto más grande.
-¿qué haces aquí?- pregunto Geno a sus espaldas.
-dejando mis cosas, este será mi cuarto.
-ni lo pienses, soy el mayor y me pertenece por derecho.
-claro que no, yo llegue primero ¡es mío!
-sal de mi cuarto de inmediato- le dijo acercándosele amenazadoramente con la intención de asustarlo pues en realidad sería incapaz de golpearlo, nunca lo ha hecho, solo quería mostrarse como la autoridad que siempre ha sido, pero esta vez fue diferente.
Dudando un poco Error se acercó más a su hermano pero al ser más bajo tuvo que ponerse de puntillas para parecer más imponente y darle una mirada muy fría- oblígame.
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Geno se sorprendió, Error nunca antes le había contestado de esa manera, impotente por la repentina rebeldía de su hermano lo único que pudo hacer fue agarrar las cosas de Error para de sacarlas del cuarto pero por suerte Fresh llego para resolverlo todo antes de que las cosas pasaran a peor-¿qué les parece si hacemos un juego para decidir quién se quedara el cuarto?
-¿Qué juego?-pregunto Error.
-tengo una moneda, cara es Error, sello es Geno, whoever wins stays the room, okay bros?
Fresh lanzo la moneda parecía girar lentamente en el aire, cuando callo la puso sobre su muñeca y al quitar la mano mostro la cara de moneda, Error había ganado.
-¡¡si!! Jajaja gane ¡el cuarto es mío!-festejo Error.
Geno derrotado y muy molesto solo salió del cuarto sin decir palabra alguna, busco sus cosas y volvió a subir tirando el bolso en la cama del primer cuarto que vio, apago la luz y se acostó a dormir, simplemente ese era un día horrible.