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Era un típico, aburrido y cansado día de trabajo, lleno de papeles que firmar, conferencias que hacer, tareas tan monótonas que ya las sabia de memoria, personas hipócritas con expresiones vacías y un frio de muerte que llenaba todo el lugar ¿Cómo es que nunca antes había notado eso?.

Otra vez estaba dentro de esa silenciosa y oscura oficina, su madre ya se había ido y no tenia permiso de ceder su puesto,  era trabajar o perder todo de nuevo, mas de lo que ya había perdido.

-¿me llamo Sr. Geno?- pregunto su asistente tímidamente desde la puerta.

-si, necesito que lleves estos papeles a …no, mejor iré yo.

-¿¡i-ira usted!?¿he hecho algo malo jefe? ¿acaso lo he hecho molestar? Por favor no me despida, lo hare mejor, solo déjeme ayudarle.

La actitud de la chica lo preocupo, ella de verdad le tenia miedo, se levanto de su puesto con los documentos que necesitaba y se le acerco- solo necesito salir de aquí un rato, no te preocupes, si quieres ayudarme puedes arreglar esos trabajos de allá por favor, ya regreso.

Salió de la oficina dejando a la secretaria impresionada por lo que acababa de pasar, la trato diferente a como lo hacia antes, Geno paso por todos los pisos viendo como estaban sus empleados, todos parecían temerle u odiarle, ver tantas emociones negativas era desesperante.

Lo mínimo que pudo hacer fue ayudarlos un poco y  saludarlos alégreme, aunque por dentro se sintiera igual o peor que ellos, tenia que hacer varios cambios en ese lugar.

Ya era hora de comer, no había almorzado solo desde hace tanto, en el pueblo se la pasaba rodeado de sus alumnos y compañeros, todos siempre riendo y hablando, ahora tenia un gran plato repleto de comida al frente de el, con esas delicias que tanto le gustaban pero nunca logro cocinar y realmente no deseaba probar nada, así que solo aparto el plato y recostó su cabeza en el escritorio para dormir.

En cuanto a los demás pues tampoco estaban muy bien, Error estaba como representante en la apertura de un hotel donde CQ había invertido, las personas lo llevaban de un lado a otro para hablar y tomar, tropezó algunas veces al no tener espacio por donde pasar y le fastidiaban esas conversaciones de sus “amigos”.

Solo quería irse o que lo dejaran en paz para poder observar los cuadros que estaban colgados por ahí, ver si lo que decía Ink era verdad, que esas pinturas expresaban emociones por mas extrañas que fueran,  también de vez en cuando veía a los camareros y lo mal que eran tratados, recordó que antes los trataba igual.

Fresh estaba de nuevo encerrado en casa, con varios videojuegos que ya conocía de memoria y le aburrían, era mas divertido salir a verse con los demás chicos de su edad pero ahí no tenia a nadie con quien jugar, ningún lugar a donde ir, así que solo paseaba por la casa buscando los peluches Error solía dejar tirados por todas partes para cuidarlos.

Todos sentían una extraña mezcla de sentimientos juntos, el volver a sus rutinas era molesto y cansado pero estar de nuevo en esa gran casa con gente qué los atendiera y todo aquello que les gustaba, se sentía bien, no podían negar que extrañaron eso.

Esa noche comieron todos juntos en el gran comedor, ese que nunca se usaba pues casi siempre comían en sus cuartos, sentían que la nostalgia los rodeaba.

-a pasado casi un año desde que nos fuimos ¿les gusta haber vuelto a casa?-dijo Geno.

-no ¿a que hora regresamos al pueblo?.

-apenas llegamos ayer Error, además Fresh empieza clases la próxima semana, no podemos dejarlo solo.

-si podemos- recibió una mala mirada de parte del mayor- okok no lo dejaremos pero entonces ¿Qué haremos?.

-siendo honesto… no lo se.

-podría estudiar allá, this place is not cool.

-no es tan fácil.

Error gruño- me llamas cuando te decidas que hacer Geno, yo iré por mi chocolate.

-¿Por qué no te quieres ir Geno broh?- pregunto Fresh después de que el mas oscuro se fuera.

-si quiero, es solo que aquí es a donde pertenecemos e hicimos tantas cosas mal, ahora tal vez podamos arreglar todo eso.

-pero allá también esta nuestro hogar.

-lo se, solo dejarme intentar esto, si no funciona nos iremos de nuevo.

-esta bien, I'll help you.

-gracias Fresh.

Geno fue a su oficina, aun tenia que terminar unos documentos pero no podía concentrarse, el antes era el que mas deseaba regresar pero ahora no estaba feliz y también extrañaba a Blard, no se despidió de el , no tuvo el valor para hacerlo ni para contestar sus llamadas.

Tomo el teléfono, ya era muy tarde así que Blard debía de estar dormido, no quería despertarlo, decidió mandarle un mensaje, luego lo llamaría.

-te deseo dulces sueños Blard, mañana te llamare y te explicare todo.

Casi de inmediato el sonido de un mensaje lo sorprendió- esperare tu llamada, descansa.

El mensaje le saco una sonrisa, ya podía estar mas tranquilo, dejo el teléfono a un lado y se dedico a sus deberes, pensaba que tal vez sus problemas no eran tan difíciles de resolver, debía calmarse y buscar una buena solución, algo con lo que todos estén de acuerdo y que por fin puedan ser felices, solo eso necesitaba y todo lo malo terminaría.

Una vida sin lujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora