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-hola ¡Ruru, amor mío, buenos días! Por fin llamas, creía que te habías olvidado de mi-dijo Ink haciéndose el dolido.

-¿Por qué me sigues llamando Ruru? Te dije que no me gustaba.

-awww pero si antes te encantaba que te llamara así, solo te da vergüenza.

-eso fue hace tiempo, pude haber cambiado.

-jajajajaja yo sé que no, oh y me entere de lo que les paso, hable con CQ y me dio permiso de ir a visitarte.

-¿vas a venir? ¿Entonces puedes traerme unas cosas?

-no lo sé, no creo que haya problema, igual tengo algunos regalos que llevarte, dime que quieres.

Error le dio una lista quilométrica a Ink sobre cosas que quería y después siguieron hablando un buen raro sobre cómo estaban y otras cosas, le alegro mucho a ambos poder hablar, usualmente están tan ocupados que pasan muy poco tiempo juntos, así que solo pueden hablar por llamadas y cada vez que se hablan tienen muchas cosas que contar, después de todo son el confidente del otro.

-estoy muy aburrido aquí, Geno está en su mundo y Frehs ahora sale todo el día.

-¿y por qué no sales tú también?

-no conozco este lugar, no sé si sea...

-oh vamos Error, si te quedas todo el día encerrado viendo tus novelas te volverás obeso y flojo.

-Ink, los esqueletos no engordamos, además con la comida quemada de Geno no creo que eso pase.

-pobre Ruru ¡pero no me contradigas! Sal un rato o cuando llegue a visitarte no te daré amor.

-eh...ahora mismo estoy saliendo Kiki.

Colgó la llamada mientras Ink reía al otro lado de la línea, se puso su suéter y salió directo ignorando las preguntas de su hermano, las cosas que hacía por amor, ya afuera camino sin dirección alguna hasta que después de un buen rato se percató de que estaba perdido.

Era demasiado orgulloso como para pedir indicaciones así que solo siguió y siguió caminando intentando encontrar algún lugar que le pareciera conocido, cosa que no paso así que  agotado entro en un café para descansar un rato.

-buenos días ¿puedo tomar su orden?-le pregunto un camarero, mientras sacaba su libreta para apuntar el pedido.

-n-no, yo no... ¿Qué es lo que huele tan bien?

-oh ¿eso? Debe de ser algún pastel que acaban de sacar del horno, Dream prepara los mejores dulces, son deliciosos ¿quieres uno?

-¡si! De chocolate.

El esqueleto que le atendió se fue rápidamente, mientras Error esperaba se puso a observar el lugar, un pequeño local adornado en tonos amarillos y celestes, tan repleto de gente que los dos únicos camareros apenas podían con todo, corrían de un lado a otro con los interminables pedidos, ni entendía cómo es que pudo conseguir una mesa desocupa cuando llego.

Al llegar el pastel quedo tan encantado que lo devoro en un segundo,  no había    duda alguna de que vendría a comer aquí todos los días, cuando termino y se estaba levantando para pagar se encontró con dos lindas sorpresas.

1. La fila para pagar era eterna, no saldría de ahí en un buen par de horas.

2. Al revisar su bolsillo descubrió que había olvidado su cartera.

Era totalmente vergonzoso y ridículo ¿Qué haría ahora? Tenía la opción de correr pero si hacia eso de seguro no le dejarían entrar más y esos pasteles lo merecían, se quedó un rato pensando en que hacer hasta que el camarero llego a preguntar si deseaba algo mas o ya pagaría, tuvo que confesar-bueno aun no cerramos así que podemos esperar a que vayas a tu casa y regreses.

Por suerte no fue tan malo como esperaba pero si no sabía cómo volver a su casa tardaría horas, aun no aceptaría que le ayudaran a volver-¿no puedo venir mañana y pagarlo? te seguro que lo haré.

-no, tiene que ser hoy, mañana es domingo y no abrimos.

-¿no existe otra forma? ¿Podrías pagarlo tú y yo te lo devuelvo? te pagare el doble.

El chico quedo un rato pensativo, la idea no parecía agradarle mucho-tengo una idea mejor, me ayudas con estos pedidos y puedes irte libre.

¿¡Trabajar!? Pero qué demonios se le había ocurrido a ese esqueleto, obviamente no se podía ir sin resolver lo del pago pero trabajar de camarero era una locura-oh vamos, al menos no te estoy mandando a lavar los platos-le dijo al ver la expresión de terror de Error-solo será un instante, tenemos muchos clientes últimamente, por favor.

Error suspiro derrotado, acepto y fue llevado rápidamente a que se cambie de ropa, mientras el otro esqueleto fue a avisarle a su jefe sobre lo que pasaba-no te queda mal, te ves bien.

-pff era de esperar.

-me llamo Outer por cierto.

-y yo Error.

Así Error paso toda la mañana de camarero sin siquiera esperarse que le llegara a gustar, era muy diferente a las reuniones a las que usualmente asistía, en estas todo el mundo era muy serio y lo único divertido era la comida y los "halagos" que recibía, en cambio ahí obviamente no podía comer lo que llevaba pero las personas eran muy amables con él, sus palabras eran verdaderas y fue mejor que pasársela encerrado todo el día en el cuarto sin hacer nada, incluso se atrevió a confesar que no sabía cómo volver a casa y para sus sorpresa no solo le dieron indicaciones sino que incluso le ofrecieron llevarlo.

Felizmente Error regreso a casa al final de la tarde pues se entretuvo tanto que no le importo quedarse un poco más de lo que debía, al acostarse en su cama después de hablar un buen rato con Geno recordó algo importante, tenía que hacer una llamada para contarle muchas cosas su lindo pintor.

Una vida sin lujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora