Castiel VS Samael

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Castiel estuvo durante varios días buscando en el bunker alguna cosa que pudiera hacer para para parar a chuck pero de casi nada sirvieron sus esfuerzos. ¿Cómo se podía parar al mismísimo Dios? Era algo casi imposible, a no ser que hiciéramos algún tipo de esfuerzo para intentar hacerlo razonar.

-  ¡Que estupidez! era imposible pararlo, imposible.- pensó

Rápidamente abrió sus alas y se dispuso a ir a la casa de Ross para darle la noticia de que no había sido capaz de encontrar ninguna solución a sus problemas. Al entrar se encontró con Tristan y su familia envueltos en la que parecía la más divertida de las conversaciones. Castiel nunca había sido una persona cotilla, aunque le picara la curiosidad por saber lo que hablaban nunca preguntaría. 

Cuando Ross lo vio en la puerta se extrañó muchísimo de la actitud retraída, mas de lo normal, de su jefe. 

- ¿Qué ocurre Castiel?

- no tenemos nada Ross, es imposible parar al mismísimo Dios

La sonrisa de Ross palideció durante unos segundos hasta que unas grandes alas negras azabache aparecieron tras su amigo. Castiel volvió su cuerpo 180 grados para mirar aquello a lo que Ross estaba mirando y entonces lo vio. Samael, en todo su esplendor, alas abiertas completamente, una daga antiángeles en el puño y un libro en la otra mano. Castiel tembló y se puso en posición de atacar al verse intimidado y atacado por ver al demonio de aquella forma en la puerta de su amigo, en la tierra, donde supuestamente no había ningún demonio. 

- ¡ eh eh! vosotros dos, no os vais a poner a pelear en la puerta de mi casa- regañó Ross a los dos jefes.  

- ¿Qué hace este aquí?- respondió Castiel aún en posición de ataque

- A mi me han llamado ellos, ¿Qué haces tu aquí?- preguntó el demonio sorprendido 

- La pregunta es ¿qué haces viniendo a la casa de mi amigo ángel, con una daga mata ángeles? - preguntó Tristan que se había dirigido hacia la puerta para recibir a su jefe

- No solo vengo a la casa de tu amigo ángel, vengo a un territorio de enemigos. Tengo que protegerme. - se defendió Samael

- ¡ Que guardes la daga! - le ordenó Tristan a la vez que Samael levantaba las manos en son de paz y se guardaba la daga en las espaldas. 

Castiel guardó su espada también y miró al demonio con cara extraña a la vez que este entraba en la casa de Ross. Castiel entró detrás preguntando por el libro que el demonio traía en la mano. 

- me lo han pedido ellos, no se para que - dijo a la vez que Ross le quitaba el libro de la mano al jefe demoníaco 

- Nicole dice que aquí hay un hechizo que puede parar a los demonios, es decir, a lucifer. - Dijo el ángel a la vez que abría el libro en la mesa de su salón. 

- ¿Un hechizo que para a lucifer? - se extrañó Castiel. 

- Creo que es este, pero necesitamos la fuerza de Dios para que se produzca - respondió Nicole cogiendo el libro

- No puedes creerlo, tienes que estar segura, hacerle una copia y devolvedme el libro. No quiero que luci me crucifique cuando llegue a casa. 

- Lo sé, Samael y estoy segura de que es este- concluyó la chica. 

- Muy bien, y pretendemos que chuck nos ayude con el libro para destruir a lucifer ¿no? así ganaremos nosotros 

- ¿Eh?- contestó Samael sorprendido por la ocurrencia de Castiel. 

- No pretendemos hacer eso, queremos atrapar a chuck y a lucifer juntos y usar los poderes de uno contra el otro y así autodestruirse. 

- ¿Qué pasara cuando acabe? - preguntó Castiel bastante extrañado

- Cas, cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él - contestó Ross y Castiel sonrió al recordarle la frase a su gran amigo Dean. 

Los ángeles y los demonios estuvieron reunidos gran parte de la tarde haciendo que el hechizo funcionara de alguna forma, probando que todo era correcto y probando que podrían hacerlo. Lucifer guardaba el hechizo bajo llaves y perros guardianes, ya que ese hechizo era el único en el mundo que podría matarlo. Así que llegaron a la conclusión de que debía existir un hechizo igual o parecido para chuck así que decidieron que Castiel iría a investigar por el cielo y así lo hicieron y lo encontraron. Un hechizo parecido al de lucifer pero que funcionaba al contrario, necesitaban la fuerza del diablo, pero en este caso el hechizo debía ser invocado al menos por tres ángeles que decidieron que fueran, Castiel, Ross y Elta. Necesitaban unir a los dos en algún punto pero el problema era que ellos dos nunca se unían, nunca querían luchar junto a sus ejércitos y eso dificultaba muchísimo todo el proceso así que decidieron darse unos días para pensar en como unir el cielo y el infierno, en como unir a Chuck con Lucifer, a Dios con el Diablo.


Entre el cielo y el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora