Me bajo del coche y saco mi enorme maleta cargada de mis típicos "por si acaso" que terminan en llevar mi armario entero a todas partes. Espero antes de entrar al aereopuerto a que mi madre aprque. Cuando llega me ayuda con la maleta y entramos juntas por la puerta que conduce a la zona de salidas, en silencio.
Nos acercamos al mostrador de facturación y cruzo los dedos para que mi maleta no pese más de lo permitido, 23'7kg sobre 25, menos mal. No tenemos que esperar mucha cola porque hemos llegado con bastante tiempo de antelación. No solemos hacerlo, pero cupomo esta vez viajo sola mi madre ha preferido tomar precauciones. Una vez facturada la maleta llega el momento de despedirse...
-Adios mami- Le digo con una sonrisa, a veces me cuesta mucho expresarselo, pero espero que se note en mi cara lo agradecida que le estoy por todo lo que hace por mi.
-Ten cuidado cariño, y suerte con tu padre, te voy a echar muchisimo de menos, llamame ante cualquier problema ¿Vale?- Mientras se despide me da un beso en la frente que me hace volver a la infancia, ese beso en la frente que me daba cuando salía de excursión con el colegio un par de dias o incluso cuando dormía en casa de una amiga una noche. El beso de una madre en la frente que parece que puede protegerte de todo.
Me alejo de mi madre y paso el control de policia sin problema, nunca pito. Me pongo mis cascos con musica como cada segundo que paso sola, y así paseo por todo el aereopuerto. Libro en mano, billete y DNI en el bolso y auriculares puestos, solo queda esperar al embarque.
Soy de las primeras en montarme en el avión asique no tengo dificultad en encontrar mi asiento, ventanilla, he tenido suerte. Me acomodo apoyando la cabeza en la pared del avión, y así paso el resto del viaje hasta que me depierto con el aterrizaje.Por fin llegué pienso al salir del avión. Aunque en realidad siempre me pasa lo mismo, cuando voy en coche o avión, una vez que me acomodo me da pereza llegar a mi destino, seré rara supongo.
Paso por la recogida de maletas y como cada vez que llego a este punto del viaje mi mente empieza a imaginar una terrible historia en la que mi maleta ha desaparecido, cruzo los dedos h toco madera oara que esto no sea así, y de pronto aparece, mi enorme maleta apsana y salva. La saco de la cinta y salgo del aereopuerto, cojo un taxi para que me lleva al campamento. El taxista no tiene muy buena pinta, pero no me importa demasiado, es amable y me pregunta que qué musica quiero escuchar, asi que pone Mega Start y me despreocupo por completo. Pasamos el camino entero escuchando música y la verdad es que se me hace bastante largo, aunque pensandolo bien, no lo suficiente, no me siento preparada para lo que esta por venir.