Capitulo 1

86 4 0
                                    

Me despierto como de costumbre, totalmente helada, y sin mantas, ya que cuando duermo siempre suelo caer de mi cama.

- ¡Aly baja! -Grita mi madre

- ¡Ya voy!¬- Le conteste gritando muy molesta ya que no me gusta que me estén apurando.

Me vestí con una playera color naranja y unos jeans un poco ajustados, me gusta verme bien pero no como una de esas personas que solo lo hacen para conseguir que se acuesten con ellas. Para mí eso no me importa ya que por lo general no me considero bonita para el gusto de los chicos. Después de arreglarme, bajo las escaleras a toda prisa.

-Hoy llegare tarde, -Me dice mi madre al escuchar que entro en la cocina-así que estarás sola todo el día.

-Como si te importara que yo pase todo el día sola-dije casi murmurando.

A nadie le importo, soy como invisible para todo el mundo, como si jamás me vieran, escucharan o sintieran que estoy aquí. Me giro para agarrar un pan tostado y escucho que se cierra la puerta.

- ¡Si, adiós yo también te quiero¡ -Grito sabiendo que mi madre ya no me escucha.

Normalmente no me sorprende que ella no se despida de mi, ya que siento que no le importo y mucho menos que recuerde que tiene a una hija de la cual cuidar-lo cual nunca hace- pero no me molesta ya estoy acostumbrada a ello-.

Camino hacia la puerta para irme, veo la hermosa mañana y le dedico y minuto a admirarla, y después de esa maravillosa vista me pongo en marcha para ir a la escuela, no tomo el autobús ya que cuando le hago la parada nunca se detiene

Al llegar al salón de clases veo que todos llegaron temprano para sentarse en un buen lugar ya que es el primer día de clases de nuestro último año en la preparatoria. Como no hay ningún otro lugar me siento hasta el fondo del salón de clases, como siempre nunca nadie se da cuenta de mi presencia. Suena la campana y el profesor entra.

-Buenos días clase-Dice el profesor que nos a tocado desde los últimos meses del año pasado. El profesor que estaba antes de él se mudo a otro estado por lo cual nos asignaron a uno nuevo, y pues termino siendo él. -Hoy les quiero presentar a un alumno nuevo. Entra por favor-Dice dirigiéndose hacia la puerta que dejo abierta al entrar.

Todos rompen en el silencio que se había hecho hace algunos minutos, mientras el chico nuevo entra en el salón de clases y se pone a la vista de todos.

-Hola me llamo Charles Blackwell, gusto en conocerlos.

El es guapo, y es justo de mi estatura, no muy fuerte pero musculoso, cabello negro, ojos color avellana, pero dudo que él me notara, ya que todo el mundo ni siquiera sabe que existo.

-Puede sentarse en cualquiera de las dos sillas que se encuentran en el fondo- El profesor White le dice a Charles mientras gira en si mismo para escribir en la pizarra.

-Pero si solo hay una desocupada- dijo muy confundido.

¡¡¡¡Increíble!!!! El me noto, siento que ardo y me doy cuenta que sus ojos se encuentran con los míos rápido bajo la mirada, y lo oigo acercarse hacia el asiento de alado del mío.

-Bien alumnos, como este es el último año que están aquí se hará un viaje de excursión la próxima semana.

Genial un viaje en el cual seré ignorada completamente, aunque no debería sorprenderme, ya que estoy bastante acostumbrada a eso.

Debería pensar muy seriamente el no ir, ya que no me serviría de nada.

La clase afortunadamente pasa rápido, y escucho como la campana del almuerzo suena a mis suplicas por que acabara la este periodo, la clase se vacía y veo como un grupo de chicos y chicas de los más populares de la clase se acercan con el chico nuevo.

-Hola, ¿te gustaría sentarte con nosotros en el almuerzo?-dijo la chica más popular de entre todas, con una sonrisa "supuesta mente para ella sexy". -por cierto me llamo Amber.

-Gracias, pero no gracias, prefiero sentarme con ella -dijo señalándome con su dedo pulgar.

Todos voltearon a verme con cara de estar un poco confundidos de lo que Charles había dicho.

-Pero si ahí no hay nadie hermano-dice Garret.

-Ammm... bueno no creo tengo cosas que hacer antes de almorzar.

-Bueno si cambias de opinión estaremos esperándote allá-se apresura a decir Amber.

Después de que ellos salieran del salón Charles voltea a verme y me sorprende que somos  los únicos que quedan ahí.

- ¿Dime porqué nadie te presta atención? -me pregunta con un poco de preocupación.

-Mmm... bueno yo... no lo sé, todos aquí me ignoran-dije con una voz tan tímida que en realidad no parecía mía.

-Bueno pues yo no lo haré-me dirige una sonrisa amigable- ¿Cuál es tu nombre? Te diría el mío pero supongo que ya lo sabes.

-Me... llamo... A... Alice-dije bajando la mirada.

-Mmm es un bonito nombre ¿te puedo llamar Aly?

-S... si, pero ¿Por qué te molestas en hablarme? A nadie le importo -esta vez me escuche un poco más segura de mi misma.

-Porque eres hermosa, y creo que eso sería muy bueno para ti, porque te has de sentir muy solitaria. Por favor mírame no bajes la cabeza.

Levanto la cabeza asustada por lo tonta que me sentía, y al verlo me dirige una vez más, una hermosa sonrisa, pero esta era mas sincera. Sin darme cuenta yo le devolví esa sonrisa, lo cual me sorprendió mucho, ya  que, no le sonrió a nadie excepto a mi padre.

Mi Secreto DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora