Capitulo 2

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Saliendo de la escuela me dirigí hacia el cementerio. Camino cabizbaja cuando escucho que me gritan.

— ¡¡¡¡ALY!!!!! .

Me voltee y ahí estaba Charles corriendo hacia mí. Hoy almorzamos juntos, lo cual me hizo sentir un poco incomoda y feliz al mismo tiempo, ya que siempre estoy sola, en aquella mesa de la cafetería, llena de voces que gritan a mi alrededor. El se detuvo alado mío jadeando.

—Hola, ¿Qué pasa? —dije tratando de captar porque me había llamado.

—¿Puedo acompañarte a casa?

—Am, no me dirijo a casa en este momento.

Me miro algo desconcertado. 

— ¿Entonces a dónde?

—Mmm... al cementerio.

— ¿Vas a visitar a alguien? —Me pregunto  con un tono de disculpa. 

Asentí

— Bien, ¿crees qué puedo hacerte algo de compañía?

— Sí, claro.

Me sentía rara jamás nadie me había preguntado que si me podría hacer compañía, pero claro eso sucede cuando a nadie mas le importas- o más bien que te ignoran-pero a la vez era reconfortante sentirse acompañada.

Caminamos en silencio el resto del camino, supongo porque pensaba que para mí era algo doloroso hablar de alguien que se allá ido de mi lado, pero ese no era el caso, si me dolía, y mucho, porque pensé que murió por mi culpa, pero supongo que mi padre no quería que pensara que él había muerto por mi culpa, y por eso no pienso mucho en lo que sucedió ese día.

Había sido un día como cualquiera de verano, yo tenía apenas unos 7 años, en ese entonces jugábamos en el parque que estaba a solo unas cuadras de nuestra antigua casa. Las personas aun me seguían ignorando pero solo eran pocas-con las que nunca había hablado, claro está, ya que en verdad no me conocían pero al pasar a mí lado casi chocaban conmigo, y seguían caminando como si nada- solo tenía pocos amigos en ese entonces, no es porque me ignoraban, sino porque nunca me gusto llamar mucho la atención. Tenía un mejor amigo y una amiga, ella era como la gemela que siempre quise tener, ellos se llaman André y Natalie, a ella la consideraba mas mi hermana que una mejor amiga. Ese día en el parque jugábamos mi padre y yo, mientras los esperábamos llegar. Todo era como un maravilloso sueño cuando estaba con mi padre. Hasta que sucedió. Unos sujetos aparecieron de la nada a unos pocos metros detrás de mi papá, apuntándome con una pistola, sentía como me paralizaba en ese instante. Mi padre, al ver que me paralizaba y abría los ojos como plato, se volteo a ver porque estaba así, todo fue tan rápido, cuando me di cuenta mi padre corría a abrazarme-yo seguía paralizada por el miedo- cuando él estuvo abrazándome estaba demasiado aturdida que un sonido fuerte y una sacudida me sacaron del parálisis. Habían disparado a mi padre en vez de a mí.

Las personas empezaron a llegar por el ruido del disparo, rápido la escena estaba manifestada de espectadores y policías. Nadie me prestaba atención, yo estaba muy traumatizada en ese momento que mi pequeña mente no procesaba lo que había pasado, cuando por fin me di cuenta que ante toda esa multitud se encontraban mis amigos fui para que me ayudaran a localizar a mi madre, yo  estaba tan desesperada por tener a alguien para que me abrazara en ese momento y que me dijera que todo estaría bien, que solo había sido mi imaginación que nada de aquello era verdadero y que mi papá volvería a mi lado. No importaba que fuera ella, no me prestaba tanta atención cuando estaba conmigo a solas, pero cuando estaba papá con nosotras, se acordaba de mi, era como algo mágico que el podía hacer. 

Pero cuando llegue a lado de mis amigos me ignoraron, hice todo para que me prestaran atención, cuando todos se fueron del parque el reloj ya daría como las once de la noche, tuve que regresar sola a mi casa, y  cuando llegue a ella estuve tocando varias veces el timbre para que mi madre abriera. Lo intente todo, grite, golpee la puerta,llore, pero nada sirvió.  Me quede afuera toda la noche,dormí en el jardín, cerca de unos arboles que teníamos plantados, hasta que por la mañana mi madre abrió la puerta, pensé, se ha de haberse quedado dormida y ni siquiera me escucho timbrar, de seguro ella me dirá que todo lo que había pasado no era cierto, pero cuando la vi cruzar el jardín me di cuenta que estaba llorando, eso me hizo caer en la cuenta de que lo sucedido era real, vi como pasaba por mi lado sin siquiera pararse a mirarme.

 Me dirigí a la puerta de mi casa, ya nada volvería a ser igual. 

Pocos días después fuimos al funeral de mi padre, mi madre casi no me prestaba atención, yo me la pasaba en mi cuarto encerrada pensando en que todo era culpa mía, que si tan solo hubiera huido o gritado que esos tipos tenían un arma todo sería diferente y que mi papá aun siguiera con vida, y que nadie me ignorara .Ese día me di cuenta que nadie me ponía atención. Los asesinos se echaron a la fuga, jamás supe porque querían matarme, y creo que nunca lo sabré. 

Cuando llegamos a la puerta del cementerio me pare a comprar un ramo de tulipanes-esa flor era la favorita de mi padre.

Nos dirigimos a la tumba de mi padre, al llegar pude notar a Charles leer el nombre de la lapida de mi padre.

—Se llamaba Richard, era un gran hombre, solía decir que era su pequeño tulipán, su más querida flor que jamás haya tenido. Lo siento no sé porque te dije todo esto. 

—No te preocupes, no pasa nada, por como lo dices se escucha que él era un muy grande hombre que amaba mucho a su hermosa hija.

Me ruborice al escuchar que me llamaba hermosa. Trate de sacar el pensamiento de mi cabeza.

Nos dirigimos a la puerta de salida del cementerio.

—¿Quieres que te acompañe a tu casa? —Me pregunto.

—Claro.

Nos dirigimos hacia mi casa. El me contó que se había mudado aquí porque normalmente de donde venia- alguna gran ciudad, un poco lejos de aqui-había muchas personas por donde quiera que vayas, y que a él le gustaba estar en un paisaje más tranquilo y rodeado de naturaleza, y más que nada porque su padre adoptivo tuvo un muy importante trabajo. No me dijo mucho de sus padres biológicos, solo me menciona que murieron en un accidente, pero que él tampoco sabía mucho porque había sucedido cuando apenas él tenía aproximadamente unos 3 años de edad.

—Lo siento mucho— dije tratando de que si quería dejar de contarme, lo hiciera. Ya que se por lo que está pasando-a diferencia que él no conoció del todo a sus padres, y claro, que yo todavía tenía a mi madre-.

—No importa, no me molesta en lo absoluto. Sabes cuando quede huérfano me llevaron a un orfanato, ahí no dure mucho tiempo, si no mal recuerdo mi padre me adopto a la semana después de mi llegada, tenia suerte, la mayoría de niños pasan años ahí hasta que alguien los adopte.

—De alguna forma te comprendo, mi padre murió protegiéndome, ¿sabes? él se sacrifico para que una bala no me matara.-no quise decirle mi historia ya que para mí es muy difícil abrirme a las personas, para decirles lo que me había pasado. Y me sentí un poco egoísta porque en cambio aquí está el contándole todo a una completa desconocida.

Mi Secreto DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora