Capítulo 5

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Observamos el paisaje que nos rodea. Es hermoso y tranquilizador, me agrada estar con Charles, me hace sentir especial en un momento como este.

—Se hace tarde, mejor te llevo a casa— dice, para luego ponerse de pie.

—Pues no quisiera regresar, pero no me queda de otra.

El agarra mis muletas, y pone un brazo en mi cintura, para que pueda levantarme del banco en el que estábamos sentados.

—Siento que todo esto es mi culpa — suspira en derrotado.

—Hey, tu no fuiste el que corrió como un loco desesperado, así que no te culpes—le digo tratando de tranquilizarlo.

Es cierto, el no tiene la culpa por algo que no sabía. Y no tiene por que culparse.

—Ademas, es solo una pierna rota—Trato de sonar como si no importara.

—Si, una pierna rota por mi culpa,lo cual no debió de pasar.

—Bien, chico que se preocupa por todo, volvamos.

Cuando llegamos a la puerta de mi casa, le doy las llaves para que pueda abrirla.

—Hogar, dulce hogar.

Resoplo — Si, como si este fuera un dulce hogar— murmuró — muy y apenas y le puedo llamar casa.

—¿De que rayos me hablas?

—De nada olvídalo.

—¿Quieres que me quede hasta que llegue tu madre?

—No te preocupes, ella siempre llega tarde del trabajo, pero me encantaría que te quedaras por un rato.

—Seria un gran placer, mi damisela herida.

Me sonrojo al escuchar que me llama "damisela", pero dejo pasar por alto el "herida", porque claro estoy herida. Pero no por la pierna rota, si no por todo lo que he pasado en la vida.

—Vamos a sentarnos en el sofá y ver que hay de bueno en la televisión ¿te parece?— le pregunto, para que deje atrás lo que me ha dicho.

—Te ayudare a sentarte.

Mientras me acomodo en el sofá, el trata de ver que estoy cómoda.

—El control remoto esta alado de la televisión.

—Captado y buscando. 

Se da vuelta para buscarlo con una sonrisa en su rostro.

Es bueno poder tener al fin una amigo como el. Es bueno que puedo confiar en alguien como él.

Cuando encuentra el control remoto  busca algo bueno que podamos ver.

—Oh, deja esa, ¡Me encanta esa peli!-grito emocionada por una película en donde sale mi actor favorito.

Mueve un canal mas -le deja en un canal para niños pequeños -.

—¿Te encanta Dora la exploradora?—enarca una ceja divertido 

—¿Que? ¡¡NO!!- grito, mientras trato de lanzar le un cojín al rostro—Cámbiale de canal, lo hiciste a propósito.

Ríe divertido por mi desesperación —Bien,calma, chica matona.

—¿Como que chica matona?—digo, malhumorada 

—Bien, entonces chica enojona, malhumorada, gritona y matona.

—¿Como osaste llamarme?— le lanzo una mirada asesina, y con un cojín en mano listo para lanzarlo.

—Ya, esta bien, me calmo.

—Mas te vale.

Me muevo un poco ,pegándome a la bracera del sofá para hacerle un campo y que tome lugar junto a mi.

Rápidamente se da cuenta de la indirecta, y se sienta a mi lado. Tal vez demasiado pegado a mi, pero no me importa demasiado.

Mientras la pelicula avanza llegando a su fin, pasan a comerciales, y noto que me voy quedando dormida.

Rápidamente estoy siendo interrumpida por la voz alarmante de los cortos informativos de las noticias de estado.

"Estamos recibiendo noticias de que no solo ha aumentado el numero de desaparecidos en nuestro estado, si no en todo el país. No es que sean demasiadas personas,pero según tengo entendido estos acontecimientos tienen una conexión entre si " dice el conductor del programa. Ahora pasaremos los rostros de los niños y adolescentes desaparecidos durante el ultimo mes, por favor, si llega a ver a estos niños llamar a el numero ..."

Charles apaga la televisión y se voltea a ver mi cara de desconcierto.

—Vamos, es hora de que duermas y yo me tengo que ir.—dice Charles poniéndose de pie.

—Esta bien —bostezo, mientras trato de ponerme de pie —¡WUOW.!

—Oye, le prometí a tu madre que te cuidaría—esta cargándome, sus brazos están uno en mi espalda y otro de bajo de mis rodillas.

—¡Me asustaste!

—Hay que agregar asustadiza a la lista — dice dándome una sonrisa socarrona.

—No tienes que llevarme cargando. ¡Oye! — reacciono un poco después de su comentario, se nota que estoy adormilada.

—Calma, vamos, dime donde esta tu habitación.

Rodeo su cuello mientras le doy indicaciones de como llegar hasta el.

Mientras subimos por las escaleras le pregunto—¿Por que crees que están desapareciendo muchos niños?.

El luce algo incomodo tras mi pregunta.

—No lo se, pero usted señorita tiene que descansar—esquiva mi pregunta tratando de parecer despreocupado.

Mientras me coloca en mi cama con suavidad noto que esta demasiado cerca de mi rostro, y me ruborizo completamente y agradezco que estamos en la oscuridad.

Él parece no notarlo y se endereza.

—Okay princesa, me tengo que ir ¿necesitas algo?

—No gracias,estoy bien—¡Diablos! por que este chico es tan condenadamente amable conmigo ¡ y me llamo Princesa!, nadie me había llamado princesa en mi vida, ni si quiera mi padre.

—Entonces me iré, adiós.

—Adiós, cuídate.

—Tu igual.— da la vuelta y se marcha.

Me quedo pensando algunos minutos en aquellos niños desaparecidos, y ni mencionar los que aparecieron muertos, todo esto es preocupante. Me pregunto cual sera la conexión que tienen entre si. ¿será la misma escuela ?-niego con la cabeza - no, según esto son de todo él país. ¿cuál sera su conexión ? ¿será la edad? Por sus rostros pienso que deberían de tener entre 12 a 20 años.

Este tema me preocupa mucho, y no tengo idea del por que .

Me quedo retomando este tema en mi cabeza hasta que me caigo  dormida sin darme cuenta .

Mi Secreto DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora