No eres el típico idiota.

Capítulo 12, parte 1 de 2: La fiesta.

Me di una ducha rápida. Me decidí por un vestido azul marino con el cual me sentía muy delgada y unos zapatos con un poco de taco. Alisé mi cabello y me maquillé simple.
Mire mi iPhone, ya eran las 9:00 p.m. Llegó mi padre del trabajo y los chicos llegarían en 30 minutos.

-Hola papá, iremos con los chicos a la fiesta de Violet. -dije.
Pues hace unos días le había hablado sobre la fiesta.

-Ok, pásenla bien, yo me iré a dormir temprano hoy.

-Bueno, nos vemos.

Mi padre se fue a su dormitorio y yo estuve frente al televisor mientras esperaba a los chicos.

9:30 por fin llegaron, justo a tiempo.

-Hola Emily. -dijeron todos al unísono.

-Hola chicos.

James se acercó a mi para darme un saludo especial, me dio un tierno beso en la frente.

-te ves preciosa. -Me susurró al oído.

Subimos todos al auto de Ryan.
Al llegar a la fiesta todos nos asombramos, había mucha gente allí.

-Wow! Esto si es una fiesta. -dije.

Comencé a buscar a Violet, debía entregarle un pequeño regalo, pues era su cumpleaños. Recorrí el patio y la casa, no la encontré por ningún lugar. Comencé a preguntar por ella, pero nadie la había visto.

Me sentí un poco mareada, sentía que iba a vomitar, así que subí al segundo piso, allí estaba el baño, al llegar sentí gemidos dentro.

-Mierda, creo que encontré a Violet. -Pensé y luego reí.

Entré a la habitación de Violet, deje su regalo allí con una pequeña nota: "Al abrirlo sabrás quién te ha dejado esto. Espero que te guste. Te quiero mucho"

Baje a reunirme con los chicos, fui por un poco de vodka, mientras iba bajando sentí que alguien me llamaba, volteé y accidentalmente derramé vodka sobre el vestido de una chica.

-Lo siento mucho. -dije.

-¡Eres una zorra! -gritó muy fuerte.

-Hey, lo siento, fue un accidente. -dije.
-zorra tu madre. -susurré antipáticamente.

-Oí eso. -dijo.

-Pues que lástima.

Seguí avanzando pero ella intento impedírmelo.

-Ya déjame, zorra. No seas patética, fue sólo un accidente.

No tenía ánimos para pelear, por lo cual lo evité. Fui por algo más de vodka y me dirigí a los chicos. Poco rato después comencé a sentirme aún más mareada y las ganas de vomitar aumentaron.

-Chicos, me iré a casa, me siento un poco mal. -dije.

-Si te vas, voy contigo. -Oí con una voz conocida.
Volteé, y como esperaba era James.

-Bueno, gracias James. Adiós chicos, pásenla bien. -dije.

-Adiós. -dijeron al unísono.