Ya ha pasado una semana, aún no le cuento nada a papá, pues no se como, pero estoy pensando en hacerlo hoy, aunque de sólo pensarlo me matan los nervios.
Desperté esta mañana mientras alguien acariciaba mi rostro. Volteé y era James.
-Buenos días, princesa.
-Buenos días, amor. ¿Cómo entraste?
-Tu padre iba saliendo al trabajo, me dejó pasar con la condición de que fuéramos al supermercado, dejó la lista de los productos sobre la mesa.
-Ah, ok.
-Estoy acá porque quiero apoyarte, no dejaré que le cuentes sola a tu padre. Estaré aquí para apoyarte y ayudarte en todo lo que pueda, pequeña.
-No sabes cuanto te agradezco.
-No tienes que agradecer, de todos modos soy el padre de ese bebé, me haré responsable de ser el mejor papá del mundo. Y la mejor pareja para ti, pequeña. -Ahora iré abajo, cámbiate y baja, te espero allí.
-No tardo. Te amo.
-Tómate tu tiempo.
Me di una ducha rápida, me decidí por algo simple, pues iríamos al supermercado y el resto del día estaríamos en casa. Dejé mi cabello secar naturalmente y bajé.
Al llegar al primer piso noté que James no estaba en el living. Pero sentí un ruido en la cocina, por lo que decidí dirigirme hasta allí.
-Supuse que tendrías hambre, y no dejaré que salgas sin comer, así que decidí prepararte unas tostadas y un café. -dijo James.
-Eres el mejor. Gracias.
Desayunamos y luego nos dirigimos al supermercado, como papá nos había pedido. Hicimos las compras que papá nos indico y luego pasamos por el hospital. Me dieron una hora para realizarme una ecografía al día siguiente.
Regresamos a casa y papá ya estaba ahí.
-Papá, hay algo que tenemos que hablar.. -dije mientras le di un golpe suave a James en el brazo.
-¿Si? ¿Qué ocurre, hija?
-Esto es algo un poco difícil de decir.. -dice James rascándose la nuca. Noté sus nervios.
-¿Qué ocurre? ¡Me están preocupando! -dijo mi padre.
-Lo que pasa pá.. Es que.. Yo.. Yo y James.. Eh.. Papá, estoy embarazada.
-¿QUÉEEE? -gritó enojado.
-Lo siento papá. -dije casi llorando.
-James, vete. ¡No quiero volver a verte cerca de mi hija!
-James no irá a ningún lado, el es mi novio y el padre de mi futuro bebé, debes aceptarlo y apoyarme. -dije.
-Quiera o no, con todo respeto señor, yo no la dejaré sola en esto. -dijo James.
Sonreí, sabía que me ayudaría en esto.
-Váyanse los dos de mi casa. Y a ti ¡ZORRA! No quiero volverte a ver en esta casa.
-Eres lo peor. -dije llorando.
James me abrazó y salimos de allí. James me consolaba y besaba mi frente.
-Tranquila pequeña, jamás te dejaré sola ¿Si? estaré aquí para ti siempre.
-Muchas gracias James. ¿Puedo... Puedo quedarme en tus casas unos días, mientras busco un lugar donde vivir?
-Jamás te lo negaría. Llevas a mi futuro hijo en tu vientre y no dejaré que les pase nada malo a ninguno de los dos, ustedes son mi vida y los cuidaré como tal.

ESTÁS LEYENDO
No eres el típico idiota.
RomanceEsto no es una historia de amor. ¿O si lo es? Todo depende de James, ¿Será capaz de lograr que Emily vuelva a creer en el amor?