James subió a su moto, luego me indicó que subiera y nos fuimos.
Al llegar a casa le pedí a James que se quedase conmigo, pues me sentía aún mal y me parecía linda la idea de que me cuidara.-¿Estás loca? Tu padre me mataría. -Dijo.
-Mi padre no tiene por qué saberlo.
-No quiero meterte en problemas, amor.
Mierda, me llamó "amor". Creo que esto va cada vez más lejos, y me encanta.
-Por favor. -dije haciendo un puchero.
-Ok, Ok.
Entramos muy silenciosamente, la puerta de la habitación de mi padre estaba abierta, no había nadie allí. No había nadie en casa. Pero, ¿Dónde estaba papá? Me pareció algo extraño pero sólo lo ignoré.
Entramos a mi habitación y puse seguro en la cerradura.-Eres muy bella aún mareada, ¿Sabes? -dijo.
-Y tú eres un idiota, ¿Sabes?
-Claro que lo sé. -Rió.
Mierda, me encanta.
Me alisté para dormir, me sentía muy mal aún. James comenzó a desvestirse hasta quedar sólo en bóxers.
Nos metimos a la cama y James me abrazo por detrás acercándome mucho a él.-Buenas noches, princesa. Descansa.
-Buenas noches, gracias por todo. -dije.
Me dormí profundamente. Desperté ya que mi padre golpeaba la puerta de mi habitación.
-¡Emily, despierta! ¿Estás bien? Emily, ¿estás ahí?
-Estoy cansada, déjame dormir. -dije aún media dormida.
¡MIERDA! ¡JAMES! Pegué un salto y volteé para decirle que debía irse, pero James ya no estaba ahí. En su lugar había una nota: "Aquí te dejo mi número, espero tu whatsapp. Adiós. Preciosa"
-¡Ya me levanto, papá! -grité.
ESTÁS LEYENDO
No eres el típico idiota.
RomanceEsto no es una historia de amor. ¿O si lo es? Todo depende de James, ¿Será capaz de lograr que Emily vuelva a creer en el amor?