No eres el típico idiota.

Capítulo 24: El doctor. {maratón 2/5}

Aún estoy en el Hospital, el doctor -Que por cierto es muy sexy- viene cada día a supervisar que todo esté bien. La verdad es que quiero salir de acá, no me gusta la comida de este lugar y además el frío es insoportable.

El doctor dijo que si todo seguía bien, estaría en casa en menos de 2 días.

James ha estado aquí conmigo cada segundo, excepto las horas en que va a la escuela.

Me ha llamado mi padre unas cuantas veces, pero no he respondido al teléfono, no tengo interés en hablar con él, y jamás lo tendré.

También han llamado los chicos, pues James les contó que estaba en el hospital. Dijeron que vendrían en vacaciones de verano, y se que falta mucho, pero me pone feliz saber que volveré a ver a los chicos y Violet.

Por la tarde entró el doctor a la habitación.

-¿Qué tal te sientes, Emily? -preguntó.

-Bien, muy bien.

-Espero que todo siga bien, linda.

¿Me había llamado "linda" o estaba oyendo mal?

- ¿Cómo me llamaste?

-Linda.. Y bueno lo corrijo, eres hermosa. -dijo.

Mierda, ¿Qué está pasando? -pensé.

-Cuando salgas de aquí.. ¿Te gustaría salir conmigo? -dijo.

-No, tengo novio y soy feliz. Ahora vete, pediré un cambio de doctor.

-No lo hagas, quiero seguir viéndote.

Mierda, estaba asustándome.

Ese imbécil siguió coqueteándome, intentó robarme un beso, pero logré detenerlo dándole un fuerte golpe en sus mejillas. Tras esto, tomó mis manos impidiendo que lo detuviese, comenzó a acercarse lentamente, besó mi frente y luego se dirigía a mis labios, estábamos muy cerca. Yo me sentía muy asustada, lágrimas corrían por mis mejillas. Y No podía detenerlo.

En ese momento entró James, corrió hasta allí y lo quitó de encima, lo golpeó muy fuerte y el doctor se fue.

Luego James corrió hacia mi y me abrazó.

-¿Estás bien, pequeña? -preguntó James.

-Si amor, no podía detenerlo, estaba muy asustada. -dije aún con lágrimas en mis mejillas y voz algo temblorosa.

-Tranquila pequeña, estoy aquí para ti, no permitiré que ese imbécil vuelva a acercarse a ti.- Dijo.

-Te amo.

-También yo, preciosa.

Me besó la frente tiernamente y luego me dormí entre sus brazos.