No eres el típico idiota.

Capítulo 17: Esto no puede ser.

Desperté esta mañana, volteé y James ya no estaba a mi lado.

Lo primero que hice fue tomar mi teléfono para llamar a Violet.

-¿Hola? ¿Emily, todo bien?

-yo..

-¿Qué pasa Em?

-Violet creo.. Creo que yo.. Estoy embarazada..

-¿QUEEEEEÉ? ¿Cómo pasó esto? ¿Estás en casa? Voy para allá.

-Aquí te espero.

Más tarde llegó Violet, traía un test de embarazo.

-Toma, debemos estar segura. -dijo.

-Gracias.

Entré al baño, me hice el test y unos minutos después el resultado ya estaba en él.

-¿Dos líneas? ¿Qué? ¿Qué significa esto? ¿Qué es esta mierda? -pensé.

Leí las indicaciones de la caja, mierda, esas dos líneas significaban que el resultado era positivo.

-¡NOOOO, NO PUEDE SER!-grité. -¡ESTO NO PUEDE SER VERDAD! -Comencé a llorar.

Sentí pasos muy rápidos, era Violet. Comenzó a golpear fuertemente la puerta hasta que la abrí. Lo primero que hizo al entrar fue abrazarme, por lo que supuse que ella ya lo sabía todo.

Lloré durante mucho rato mientras Violet me consolaba. Cuando por fin estuve calmada, Violet dijo algo que me hizo pensar.

-¿James es el padre, verdad? -preguntó curiosa.

-Claro que si, sólo he tenido relaciones con él.

-En ese caso, debes contarle todo. ¿Cuándo lo harás?

-Le dejaré un mensaje en whatsapp hoy, pidiéndole que pase por mi mañana a las 3, lo llevaré a la playa y le contaré todo. Espero que no se lo tome tan mal. -dije aún nerviosa.

-Em, ¿Pensaste en como le dirás a tu padre?

-Mierda, Violet no se que haré. Mi padre no se lo tomará nada bien. Quizá lo mejor que puedo hacer es abortar... -dije dudosa.

-No, claro que no, Em. No puedes matar ese bebé, no lo merece.

-Creo que tienes razón.. Muchas gracias por todo, eres la mejor amiga que alguien podría tener. - dije.

-Por nada Emily, sabes que siempre estaré aquí para ti. Ahora debo irme, nos vemos el lunes en la escuela. Cualquier cosa me avisas y estaré acá lo antes posible. Cuídate mucho.

-Adiós. Nos vemos.

Violet se fue, dejé un mensaje a James y me estiré sobre la cama. ¿Qué iba a hacer ahora?, ¿Qué haré si James no me apoya?, ¿Cómo se lo contaré a mi padre? Estas y cientos de otras dudas invadían mi mente, no sabía que pasaría con mi vida después de esto. De un momento a otro caí en un sueño profundo.