Los Magos

Rechazado

Capítulo 4.

Héctor, Homes y Henrie, descendían por un amplió pasillo, las escaleras de metal sonaban con cada paso que daban, el pasillo estaba iluminado por una tenue luz blanca, las escaleras estaban demasiado empinadas y con escalones angostos, en los muros del pasillo, habían monstruos pintados, parecían jeroglíficos de animales, e inclusive Henrie pudo jurar que uno de ellos era Anubis... sin embargo perdió la concentración en el jeroglífico cuando noto que el pasillo comenzaba a hacerse más angosto, de manera que se golpeó la cabeza con una lámpara, sin embargo ignoro el golpe, Homes y Héctor tenían la mirada fija en la pantalla de sus celulares, Henrie realmente estaba asustado, pero más que eso, estaba emocionado por ver a lo que llamaban los juegos mágicos. Homes se detuvo y dio media vuelta, quedando de frente a Henrie.

-¿Estas listo muchacho?- preguntó Homes con una sonrisa en el rostro.

-Debe de estarlo, nada de esto es apto para cardiacos- dijo Héctor de mala gana.

-Vamos, no seas así con el muchacho- dijo Homes.

-Estoy preparado, veamos si todo esto es solo un buen truco de magia- dijo Henrie,

-Estoy seguro de que te sorprenderá lo que verás.

Entonces Héctor abrió una puerta metálica que estaba frente a ellos, una luz cegadora hizo que todos entrecerraran los ojos, Homes entró en la luz, seguido por Héctor, finalmente Henrie tomo la decisión de avanzar; al pasar al otro lado, Henrie se quedó sorprendido al ver unas gradas en forma de rectángulo, en el centro del rectángulo estaba una arena con líneas de dos colores, una roja y una azul, el piso era de cristal, con pantallas por todos lados, sobre la puerta estaba un palco desde donde Homes observaba, Héctor estaba en el barandal con una tableta de madera y varias hojas.

-¿Qué es esto?- preguntó Henrie quien observaba toda la gente que se encontraba en las gradas, todas eufóricas, con banderines de diferentes colores, la gente gritaba, sin embargo Henrie no lograba definir lo que gritaban.

-Esto, son los juegos mágicos- dijo Héctor.

-¿Y qué se supone que van a hacer?- preguntó Henrie.

-Nosotros, nada- dijo Héctor con una sonrisa-. Tu, si.

-Espera...- dijo Henrie asustado-. ¿Qué dijiste?.

-Que vas a entrar a los juegos- dijo Héctor de manera distraída.

-Pero, ¿cómo es que voy a luchar sin siquiera saber nada de magia?- pregunto Henrie exaltado.

-Ya verás- dijo Héctor con una sonrisa maliciosa.

La gente comenzaba a gritar eufórica, pero de repente se calló, Homes se paro frente a un atril, con las manos atrás, su voz retumbaba en todo el lugar.

-Damas y caballeros- dijo y su voz retumbaba por todo el lugar-. Hoy estamos a punto de presenciar un momento que hemos estado esperando durante siglos, y hoy, finalmente ha llegado- dijo con una voz energética y llena de poder-. Hoy, el heredero del primer mago mestizo ha llegado.

-¿De qué esta hablando?- preguntó Henrie a Héctor.

-Habla de ti, idiota- dijo Héctor un tanto resignado.

-Ah...gracias- dijo Henrie un poco apenado.

-El legendario mago de los cinco elementos, ha llegado para desvainar la legendaria espada elemental- dijo Homes señalando a un artefacto que salía del suelo, parecía una vitrina de cristal, Henrie quedó maravillado al ver tal cosa-. Sin embargo, hoy hay dos quienes afirman ser los herederos de la espada.