Los Magos

Mortal y Magos

Capítulo 1.

Henrie caminaba por los pasillos de la preparatoria EG, era de primer ingreso, algunos chicos lo miraban y lo pasaban de largo, otros simplemente lo ignoraban. Los pasillos de la escuela eran grises, con baldosas blancas y casilleros grises, las puertas de los salones eran blancas. Henrie era un chico alto, medía 1.84,complexión delgada, de piel morena y un tanto clara, un cabello azabache con tonalidades castañas en algunas partes, con unos ojos café claro, una cicatriz en el cuello, la cual le atravesaba desde la parte inferior derecha de la barbilla bajando en espiral a su pecho. Estaba ataviado con unos vaqueros azul oscuro, un par de zapatillas retro a cuadros, una playera de AC/DC, con una chamarra negra de cuello de tortuga, además de un par de lentes de pasta retro, negros.

Henrie era un chico que pasaba desapercibido, no hacía nada relevante, no destacaba en nada (y no porque no quisiera, sino porque prefería el anonimato), era callado, frío. No era la mejor manera de iniciar un curso en la preparatoria, pero siempre le había funcionado, así que prefirió dejarlo así.

Después de un largo día de clases, tenían que elegir una clase extracurricular, para calificarlo como un club o taller, no tenía muchas opciones realmente, todos apestaban para el.

-Música (demasiado común). Sala 201

-Arte (prefiere dibujar por su cuenta). Sala 103

-Costura (para niñas). Sala 204

-Deportes (era pésimo). Gimnasio

-Carpintería (aburrido). Sala 304

-Informática (suena interesante). Sala 106

-División de informática, y diseño gráfico  computacional (perfecto). Sala 306

Henrie era un experto en computadoras, de hecho había pertenecido a un grupo de piratas informáticos (Hackers), siempre le había fascinado eso, y si se metía en aquel club podría hacer amigos con sus mismos intereses, así que se dispuso a buscar la sala 306. Mientras caminaba por los pasillos ahora vacíos debido a que los demás se encontraban en sus respectivos clubes o clases; cuando caminaba Henrie solía pensar sobre las cosas que le gustaban, sobre todo aquello que quisiera que le pasara, a el le encantaba leer, pero solo historias de ciencia ficción, era amante de los extraterrestres, los monstruos, las mitologías, pero lo que más le atraía era la magia; siempre había leído libros sobre la magia, y no solo los libros de ciencia ficción, si no los libros que supuestamente escribían algunos magos, y estos solían circular en internet. Henrie llego a la sala y en un letrero con letras grandes decía: “Bienvenidos soñadores”, no sabía porque estaba ese cartel si era un club de informática, pero por un momento lo analizo y lo supo, era un club donde se solían juntar los “nerds” y los “intelectuales” para discutir temas de videojuegos, música, libros, y juegos de rol en línea (RPG).

Golpeo la puerta suavemente con los nudillos, la puerta se abrió despacio, y de ella salió un chico diez centímetros más bajo que el, de tez morena, y ojos café oscuro, y una cabellera azabache. Llevaba puestos un par de vaqueros desteñidos, una playera de un videojuego, y una sudadera azul; este miro a Henrie con alegría pero seriedad.

-Hola- saludo el adolescente con una pequeña sonrisa-, me imagino que vienes a unirte al club.

-Si, de hecho esa es mi intención- acordó Henrie con una voz tranquila y gruesa, apta para un chico de 15 años a nada de cumplir 16.

-Bueno, debes saber que tienes que responder una sola pregunta- dijo y mantuvo una expresión seria-. ¿Realmente quieres entrar?.

-¿Es acaso esa tu magnifica pregunta?- preguntó con una pequeña y fina sonrisa.

-No, solo es una pregunta para asegurarme si realmente quieres estar con nosotros y si perteneces a nosotros- dijo el chico.

-Bueno ya, dime tu pregunta- dij con un tono irritado en la voz.

-¿Cuál fue el motivo de sacrificio de Master Chief, cuando abandono a cortana?- pregunto arqueando una ceja.

-Master Chief realmente no se sacrificó, cortana le pidió que la abandonara para que el se pudiese salvar, dejándola con los Flood, de manera que vuelve a la tierra y se encamina en su búsqueda- dijo y embozo una sonrisa.

-Tienes lo que necesitas para estar con nosotros- dijo el chico y estiro su mano-, soy Alex, el líder del grupo. Puedes pasar.

-Gracias Alex- agradeció.

Entre en aquel salón, el salón estaba lleno de mesas con computadoras, sillas, juegos de mesa. Todos los que estaban en aquel sitio eran chicos con un aspecto “outsider”, ninguno encajaba en el estereotipo de un nerd, todos tenían su propio estilo, algunos usaban gafas, algunos vestían con playeras de bandas, otros de videojuegos, era un lugar donde todos compartían intereses.

-Bienvenido a nuestro mundo, el gremio Mágico- dijo Alex, pero esto despertó algo de interés, un interés muy extraño; imágenes sobre muertes, y cosas extraordinarias pasaron por la mente de Henrie-. Creo que te sentirás cómodo aquí.

-Gracias- dijo Henrie y se acercó a los computadores-, esto es una buena fachada, para ocultar las pantallas ocultas. ¿Qué es esto?.

Todos se quedarón helados y comenzaron a aplaudir, pero Henrie no sabía porque, así que estaba extrañado.

-Somos los diseñadores de los juegos- dijo un chico que medía 1.78, con tez clara, un par de ojos azules, una cabellera azul. Ataviado con un par de vaqueros negros, una playera blanca, y una chaqueta azul con cuello de tortuga-. Soy Hector, el diseñador de escenarios.

-¿Juegos?- cuestiono Henrie, era extraño.

Entonces unas pantallas salieron de las mesas donde se encontraban dinosaurios de computadoras, estas proyectaban escenarios de guerra, escenarios exóticos, escenarios áridos, todo tipo de escenarios imaginados y no imaginados por el hombre estaban ahí por una razón.

-Creo que eres una persona observadora, y debes saber una cosa- dijo Alex-, este taller no existe en la tabla de talleres. Este taller realmente dice que estas en informática, pero estamos en una sala que jamás existió ni existirá. Solo pocas personas lo pueden ver.

-¿Cómo puedes probar dicha teoría?- preguntó Henrie intentando quitar esa estúpida idea de un taller fantasma o algo parecido.

-Es magia- dijo Alex con triunfo y orgullo.

-Eso solo existe en los libros- dijo Henrie algo fastidiado.

-Observa- dijo Hector.

Hector chasqueo los dedos y la habitación creció de una manera irreal, la habitación se extendió infinitamente con un espacio gigantesco, entonces este se prendió en llamas, y después comenzó a correr un río de agua, el cual después se convirtió en un mar, este inundo la sala por completo, pero todo seguía funcionando, inclusive la gravedad aun funcionaba, después el agua se fue drenando y Henrie seguía seco, todo estaba seco y normal, la habitación volvió a su tamaño original, todo era igual que antes, era magia, era el mejor truco de magia del mundo. Entonces Hector le miró y arqueo una ceja.

-¿Aún sigues pensando que la magia solo existe en los libros?- preguntó Hector con una sonrisa maliciosa y una ceja arqueada.