Nuevos Compañeros.

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Capítulo 8.

La criatura que había atrapado a Henrie respiraba lentamente comonsi esperara que el se moviera para atacar, sin embargo Henrie se limito a cerrar los ojos pensaba en cuanto frío tenia y deseaba entrar en calor, entonces el cuerpo de Henrie comenzó a calentarse a tal grado que la criatura se aparto asustada debido a la intensidad del calor. Henrie se levanto rápidamente alnver que la criatura se había apartado en dirección a la ventana, sin embargo al verla detenidamente esta no era un monstruo sino una persona que usaba la capa, el sujeto miró a Henrie detenidamente y después se marcho.

Henrie había quedado perplejo por la aparición de este ente, sin embargo decidió volver a la cama, pero aún estando en la cama no podía conciliar el sueño, no dejaba de darle vueltas a todo lonque sucedía ennese día y lo que probablemente sucedería después. Fue entonces cuando una imagen apareció en su cabeza era una niña en un parque jugando en los columpios, la niña iba vestida con un vestido blanco con encaje, y con su cabellera dorada que caía sobre sus hombros; jugaba tranquilamente cuando esta se cayó y al levantarse su inocente rostro se convirtió en un rostro deforme con ojos de botón ynuna sonrisa cocida...

Fue entonces cuando Henrie despertó bañado en sudor, se sentó sobre la cama y miro su ropa tendida en el suelo, se colocó el mismo atuendo formal que la noche anterior y salió de su casa sin decir una palabra. Camino por suncalle aún a oscuras, llego a la esquina y doblo a la derecha caminando solo una cuadra más; se detuvo a esperar el camión de la escuela, así que como vio que aún era temprano agarro sus audífonos y se los colocó, los conecto a su celular y puso la canción "Over Muy Head de Sum 41". El aire soplaba con fuerza, tal que agitaba la cabellera de Henrie, la noche seguía siendo penetrante, inclusive la calle estaba deshabitada por completo, lo único que la ilumino fueron los faros del autobús escolar; este se detuvo y Henrie subió con calma, apenas eran las 6:00 y el era de los primeros que recogían así que el autobús estaba casi vacío todos los pasajeros eran los mismos de siempre a excepción por uno que llevaba el cabello de color azul, y el mismo atuendo formal que el llevaba, salvo por una cosa, que esta persona llevaba unas sandalias con una cinta que se amarraban por arriba del tobillo, idénticas a las del asiático que había conocido el día anterior, así que incitado por la curiosidad y la oscuridad decidió acercarse al chico.

-Hola- saludo Henrie.

-¿Como es qué supiste que era yo?- pregunto la persona.

-Por tus estúpidas sandalias, con este frío en la mañana muy pocos las utilizarían aparte son horrendas y parecen de mujer- dijo Henrie con indiferencia.

-¡Tu eres horrendo!- dijo el asiático completamente furioso y agitando el puño.

-Kenji, pero que sorpresa te acabas de delatar- dijo Henrie con una pequeña sonrisa en el rostro.

-Urusai...- susurró Kenji-, bueno ahora que sabemos que estamos juntos podríamos actuar normal.

-Quizás si o quizás no...- dijo Henrie burlándose.

-Vaya chico- dijo Kenji mientras suspiraba.

-Bueno ya. ¿Para qué estas aquí?- pregunto Henrie un tanto molesto.

-Para cuidarte, digamos que seré algo así como tu compañero- dijo kenji y descubrió su muñeca izquierda mostrando un tatuaje con el símbolo de un dragón blanco devorando a un dragón negro- soy parte de la orden de los exorcistas del dragón blanco, nos dedicamos a eliminar a todas las criaturas demoniacas del mundo.

-Pensé que en la iglesia estaba prohibida la magia- dijo Henrie mirándolo.

-Bueno hay muchas cosas que dice la iglesia que están prohibidas pero aún así las hacen- dijo Kenji mientras se recargaba en el respaldo de su asiento.

-Bueno y ¿de qué me tienes que proteger?- pregunto Henrie pero mientras esto pasaba el autobús cayo en un hoyo haciendo que el autobús saltara, y cuando aterrizó la bota de Henrie piso las sandalias de Kenji este grito y Henrie se hecho a reír. -Creo que deberías dejar de usar sandalias.

-No, son extremadamente comodas- dijo Kenji mientras se sobaba el pie y con cara de dolor.

-Y peligrosas- dijo Henrie mientras se reía.

Pero entonces el autobús se detuvo en seco y recogió a dos chicos, un chico y una chica extremadamente a puestos, ambos con cabelleras doradas, con ojos azules y de tez blanca, con cuerpos bien formados y ejercitados.

-De ellos es de quien te tengo que proteger- dijo Kenji adoptando una postura egirda.

-¿Pero por que de ello...?- intento preguntar pero la chica ya tenia sus filosos dientes cerca de su cara...

Los MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora