17. Spooning.

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Kirishima se encontraba en un completo dilema. O más bien, tenía algo en la cabeza que nadie podría quitarle hasta que lo dijera en voz alta. Lamentablemente, su rubio novio no era una persona muy paciente y comunicativa, menos cuando se encontraba entre sus brazos y ya listo para caer dormido.

Él no recordaba desde cuándo empezó ese amor incontrolable que sentía con Katsuki, quizás desde su primer año en la academia cuando fue cautivado completamente por su masculinidad, pero lo que sí recordaba era el día exacto en que se le declaró, ya que fue el último día de su primer año en la U.A. Bakugou sorprendentemente aceptó, sonrojándose hasta las orejas mientras lo miraba con decisión y le aseguraba que sería el mejor novio de la jodida historia, así que "que se prepare".

Ahora, a mediados de su tercer y último año estudiando, Kirishima había visto de múltiples maneras los cambios positivos que tuvo el chico que ahora descansaba entre sus brazos en la posición de "cucharita", acurrucándose contra su pecho y suspirando por milésima vez.

—No piensas dormir hasta que hablemos, ¿cierto? —la voz calmada y tranquila con la que Bakugou preguntó era sólo una pequeña muestra de cómo, al menos cuando estaban solos, había aprendido a tolerarlo más.

—Lo siento, Katsuki...

—Da igual —respondió el otro—, dime ¿qué pasa por tu cabeza, idiota?

—Pues...

Kirishima inspiró profundamente del aroma de los rubios cabellos ajenos. Hundió su nariz entre los mechones y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Bakugou respondió con un suave estremecimiento, pero no se tensó en lo más mínimo, quizás ya bastante acostumbrado a la manía de Kirishima por olfatearlo como si fuera un perro con su propiedad.

—¿Entonces? Tengo sueño, Eijirou, ¿entiendes eso?

—¡Sí, sí! Sólo... Recordé que es nuestro último año en la U.A. y que pronto seremos héroes graduados, Katsuki.

Como si hubiera dicho las palabras detonantes de algo, Kirishima sintió con claridad el momento en el que el cuerpo entre sus brazos se tensó y luego trató de volver a la normalidad con la mayor rapidez posible. Dejó un pequeño beso sobre el hombro ajeno intentando tranquilizarlo, imaginando que Bakugou estaba viendo el lado negativo de terminar con sus clases.

—¿Por qué tienes que pensar en esa mierda justo ahora?

—No lo dije en el mal sentido... Pero vamos, ¿desde cuándo el gran Ground Zero se preocupa por lo que suceda en el futuro? ¿No siempre tienes todo controlado? —lo provocó.

—Idiota.

Bakugou intentó voltearse, pero las manos de Kirishima lo apretaron contra su vientre y este sólo cedió ante ese control. Eijirou sonrió orgulloso, feliz de ser capaz de convencer a su novio con muchísima más rapidez que antes.

—¿Pensabas en mierdas como qué haremos con esto cuando todo acabe o qué?

—No, no era eso —respondió, dando otro pequeño beso en su hombro—, pensé en que tus papás tomaron kanjis de sus nombres para darte el tuyo, ¿no?

Desconcertado, Bakugou volvió a intentar escapar de sus brazos, pero nuevamente Kirishima hizo presión, acariciando el vientre ajeno y recibiendo un gruñido de fastidio de su pareja. Como un gato arisco, Bakugou trató de voltearse para mirarlo, pero el pelirrojo continuó sin permitírselo.

—¡¿Qué tienen que ver mis jodidos padres?! Lo que hicieron fue una cursilería, no me vengas con...

—Katsushirou.

—¿Qué dijiste?

—Katsushirou —repitió el pelirrojo—, estaba pensando qué nombre surgía de unir un kanji tuyo y uno mío... Y surgió ello.

—Eijirou... ¿Qué...?

Kirishima sonrió al sentir al rubio indignarse. Bakugou ya no forcejeaba más, pero se mantuvo tan tieso e intranquilo al mismo tiempo que incluso su respiración se aceleró. El pelirrojo tomó las manos ajenas y sintió como ambas se llenaban de un líquido pegajoso y resbaladizo. Lentamente, Kirishima activó su quirk y se mantuvo de esa forma, permitiendo que pequeñas explosiones provocadas por ser sacado de su punto de confort fueran ahogadas en la dureza de su piel, hasta que Bakugou se relajó lo suficiente. Eijirou habría aprendido a controlar con mucha más facilidad su quirk, y Katsuki a dejar de reprimirse, después de todo, Kirishima no era alguien débil y quizás por eso lo amaba tanto.

—Me tomaste malditamente desprevenido, pelos de mierda —murmuró el rubio—. ¡¿Por qué estás pensando en el nombre para un hi...?!

—No lo sé —respondió con sinceridad—, quizás es mi modo de decirte que no voy a permitir que nada ni nadie nos separe jamás.

—¡Jodido idiota! ¿Crees que yo voy a permitirlo? Mataré a cualquiera que intente alejarte de mí.

—No tenía dudas sobre eso.

El pelirrojo sintió que Bakugou iba a decir algo más, pero se calló cuando literalmente Kirishima le dio la razón. El rubio relajó sus brazos y sus hombros, mientras ambos disfrutaban del silencio relajante que surgió cuando la conversación acabó. Sus manos, ya habiendo vuelto a la normalidad, ahora se permitieron tocarse y entrelazarse cariñosamente.

—Has crecido mucho, Eijirou.

—¿Si? ¿Tú crees?

—Sí... Al menos de tamaño y tu cabello de mierda que no se decide entre ir hacia arriba o hacia abajo.

—¡Hey!

El puchero en los labios del pelirrojo no fue visto por Bakugou, pero al oído de Kirishima sí llegó la tranquila y relajada risa proveniente del rubio. Eijirou, con la punta de su nariz delineó cuidadosamente la piel de la nuca del otro, riendo cuando este se estremeció y lo mandó a la mierda en un susurro.

—Me gusta Katsushirou.

—¿Si? A mí igual.

—Suena imponente... Como todo un jodido héroe.

—Pienso lo mismo —Kirishima caía más y más enternecido mientras Bakugou hablaba.

—Quizás un quirk en donde sea capaz de explotar cualquier espacio de su piel como defensa. Y a la vez controlar las explosiones con sus palmas.

—Sólo quieres que tu quirk siga por generaciones, ¿no?

—Es el mejor maldito quirk del mundo, Eijirou.

—Sí... Tienes toda, toda la razón, Katsuki.

Y aunque fuera totalmente imposible lo que ambos se mantuvieron platicando hasta altas horas de la madrugada, Kirishima y Bakugou se sentían inmensamente bien sólo con ello, sólo con la idea de pasar toda una vida al lado del otro.


+


¡Hey! Sí... Otro capítulo cursi, lo siento, pero este día tiene que ver con acurrucarse en un momento muy íntimo y creo que ellos durante su tercer año serán muy, muy adorables<3. Un agradecimiento especial a mi amiga Betsy, ya que es ella la que me ayudó con mi headcanon de los kanjis y en serio, en serio me alegra que tolere todos mis fangirleos sobre el hijo krbk (seguro continuaré usando ese nombre en más ocasiones). Y obviamente, gracias a todos por sus mensajes, por sus votos, por sus lecturas, por todo<3.

30 things with you. | Kirishima Eijirou x Bakugou KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora