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A la mañana siguiente, TaeHyung se levantó con un mensaje en su móvil perteneciente a un número desconocido. Con el jazz suave de fondo, observó la foto de perfil del extraño, pero sólo se veía un paisaje atardeciendo. Suspiró vencido, y decidió abrir el chat, para encontrarse con una imagen y un mensaje.
〚 Número desconocido:
Hola, TaeHyungie~ Soy Kim SeokJin, supongo que me recuerdas ;) Te dejaste esto aquí, precioso Puedes venir a por él cuando quieras. 〛
La foto que había junto a este mensaje era una donde se podía ver perfectamente el perfecto rostro de SeokJin, haciéndose un selfie con su carpeta, la cual había olvidado allí tirada tras el último suceso. TaeHyung dirigió instintivamente sus dedos a su cuello y gruñó en cuanto se percató de que todo lo ocurrido no había sido un sueño.
【Kim TaeHyung:
¿Cómo conseguiste mi número, acosador de mierda?】
〚Número desconocido:
Te dije que tenía contactos, pequeño. No fue difícil obtener tu teléfono. ¿Y bien? ¿Vendrás a por ella? 〛
TaeHyung se quedó pensando unos segundos. ¿Tenía opción de declinar la oferta? No, por supuesto que no. Necesitaba aquella carpeta para su trabajo, pues allí tenía los albaranes de todos sus clientes de la semana. Aquel día no trabajaba, así que le sería sencillo pasarse rápidamente a por ella y luego volver a sus libros de texto, ya que tenía que continuar su proyecto de fin de semestre.
【Kim TaeHyung: Ugh, está bien. En una hora estaré allí.】
No le dio opción alguna a SeokJin de negarse; no podía perder más tiempo en aquello, y tampoco quería. Deseaba sacar de su vida a SeokJin lo más rápido posible.
Se dirigió a la ducha con rapidez, queriendo acabar con aquello cuanto antes.
〚Número desconocido:
¿Tanto me extrañas que ya quieres verme? Aw~ Está bien, lindo, aquí te espero ;) 〛
TaeHyung resopló ante la actitud chulesca de SeokJin. Le molestaba que tonteara con él todo el tiempo, como si no supiera mantener una conversación sin tirarle los trastos. Enjabonó su pelo con fuerza, recordando la marca que había dejado en su cuello.
—Maldición —masculló el chico, sintiéndose patético al no haberse resistido siquiera.
Sin embargo, la imagen de un tímido SeokJin cruzó por su mente con rapidez. Tal vez, y sólo tal vez, el chico no era tan malo. ¡Pero aún así no se dejaría engatusar! No por nada el hombre era un actor premiado, podía fingir perfectamente y engañar a TaeHyung.
