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Cuando TaeHyung abrió sus ojos aquella mañana, supo inmediatamente que llegaría tarde al trabajo, pero poco le importó, pues la calidez del cuerpo contrario unido al de las sábanas le hacía adormecerse por completo y rendirse a las manos suaves de SeokJin.
Seguían en la misma posición que la noche anterior, con ambos abrazados y sus piernas entrelazadas. TaeHyung sentía la respiración del mayor en su rostro, estando muy cerca de él, con su cabeza estando anteriormente apoyada en el pecho del mayor. Sonrió con delicadeza al ver el cabello revuelto de SeokJin y sus labios hinchados por el sueño. En cuanto sintió las intenciones del rubio sus brazos rodearon con fuerza su cadera sin cerrar los ojos, frunciendo la boca con desacuerdo. TaeHyung soltó una risita volviendo al cuerpo del contrario y refugiándose en él. Las manos de SeokJin comenzaron a acariciar su espalda con suavidad por encima de la camiseta que él mismo le había prestado para que durmiera cómodamente.
—Buenos días, hyung —habló con voz suave y grave, dejando un pequeño beso en la mandíbula del contrario. SeokJin lo agarró de la cintura con delicadeza y lo impulsó para colocarlo encima suyo, apoyando su espalda contra el colchón. Abrió los ojos, encontrándose con la mirada brillante de TaeHyung, y murió de ternura al verlo con el cabello rebelde y su sonrisa cuadrada.
—Hmmm... Buenos días, TaeHyungie —saludó con una pequeña sonrisa, con sus dedos picando por acariciar la piel del menor, lo cual no tardó en hacer. Acarició su mejilla, acunándola mientras besaba su frente —. ¿Dormiste bien?
—Es imposible no dormir mal en esta cama tan cara —bromeó TaeHyung, acomodándose entre las piernas de SeokJin. Sus manos se enrollaron tras el cuello del mayor, acariciándole el cabello con suavidad.
—Ouch, pensé que dirías que dormiste bien gracias a la preciosa presencia de tu hyung —dijo con un tono ofendido fingido, haciendo un puchero con sus labios. TaeHyung rio y besó su labio inferior apenas unos segundos.
—Eso también ha ayudado —contestó abrazándolo y apoyando su rostro en su pecho, notando los latidos acelerados bajo la piel de SeokJin, los cuales iban seguramente igual de rápido que los suyos propios.
—Creo que es la primera vez que más agusto he estado con alguien en la cama —dijo con sinceridad, ganándose una mirada escéptica de parte de TaeHyung —. ¿Qué?
—No sé —el joven se encogió débilmente de hombros (le resultaba algo difícil hacerlo mientras abrazaba a SeokJin) para hablar con una sonrisa bromista —. Te tenía por un adicto al sexo, que digas que prefieres dormir conmigo a eso, me sorprende.
—Maldito —masculló SeokJin mientras giraba su cuerpo, dejando a TaeHyung contra el colchón, y comenzó a hacerle cosquillas por los costados mientras soplaba en su cuello, haciéndole retorcerse junto a risas entrecortadas, pidiendo que parara. SeokJin reía junto a él, disfrutando de las carcajadas y pequeñas lágrimas del joven, y al final lo liberó, tumbándose encima de él hundiendo su rostro en el hueco del cuello de TaeHyung —. Eres un cabrón.
