『 c i n c o 』

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TaeHyung había estado los últimos días tan ocupado que incluso se le olvidaba comer a veces

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TaeHyung había estado los últimos días tan ocupado que incluso se le olvidaba comer a veces. Estaba en las horas previas a la entrega de su proyecto, y no tenía ni idea de cómo presentarlo. Al verlo, se percató de que no estaba seguro acerca de nada en lo absoluto, y casi lloró de la frustración.

No podía hacer otro corto, no en setenta y dos horas, era prácticamente imposible, y menos sin tener otra idea y guión de los que partir. ¿Qué iba a hacer entonces? ¿Presentar aquello, que se veía como absoluta bazofia? Seguro que le pasaban el semestre con un aprobado bajo, pero él necesitaba la beca o no podría seguir costeándose la carrera.

Fue a mirar su móvil para comprobar la hora, pero al intentar encenderlo vio que no tenía batería. Aquella última semana había sido tan caótica que el teléfono quedó olvidado por su casa, así que no le sorprendía. Se propuso buscar el cargador para mover sus piernas e intentar relajarse, hasta que vio que realmente había perdido el cargador por la casa. Ésta estaba manga por hombro, así que era comprensible, y decidió pasar del móvil. Si alguien quería algo de él, que lo buscara.

Irremediablemente, su mente voló hacia aquel actor que conoció hacía dos semanas, y su estómago se revolvió al recordar su primer (y último, o eso quería pensar TaeHyung) beso. El joven, tras pasar una semana horrible, reflexionó sobre su charla con JiMin, dándose cuenta de que él no era ese tipo de personas que tenían sexo casual. Él necesitaba estabilidad, no a SeokJin revolucionando sus hormonas.

Se sentó en su escritorio de nuevo, viendo que, sobreviviendo a todo aquel desastre que llamaba orden subjetivo (término para auto engañarse y no recoger) la tarjeta que SeokJin le había dado aún seguía allí, semi arrugada, con sus número de teléfono perfectamente legible. Se quedó mirando el cartoncito durante por lo menos un minuto hasta que su mente se iluminó. ¿Qué mejor persona para ayudarle en su proyecto que un actor famoso? TaeHyung conocía la trayectoria de SeokJin y sabía que había ayudado en la dirección y producción de bastantes películas y cortos animados en 3D, ¡era perfecto!

—No —le llamó la atención a su subconsciente TaeHyung, dándose débiles golpes en las mejillas —, no voy a recurrir a ese imbécil. Puedo hacerlo yo sólo, sí. Eso es. Yo puedo arreglarlo todo.

Volvió a mirar la tarjeta, casi sintiendo como caía una gota de sudor de su frente. Era un maldito orgulloso, lo sabía, o al menos SeokJin era el capaz de sacar ese tipo de desperfectos a la luz. En el fondo era consciente de que, si pedía ayuda al actor, su diez estaría más que asegurado. Pero no quería volver a verlo, no después de huir de su casa estrepitosamente cuando antes lo había besado y casi se acostaba con él (cosa que en aquel momento, no le habría supuesto un problema).

El nombre de Kim SeokJin parecía atraerlo con solo leerlo. Se mordió el labio y revolvió su cabello, y dirigió su mirada a la pantalla del ordenador. Iba a necesitar ayuda aún así, no le daba tiempo a terminarlo si quería cambiar algunas cosas.

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