La luz de aquella estrella roja ahora estaba dentro de una caja de cristal que poseía Din, ella sabía que la necesitaban, era por eso que había bailado para la hermosa estrella, solo así le brindaría su luz.Ambos entraron a la cabaña, y ella le entregó a Vio otras dos cajas de cristal, en las que pondría la luz de las estrellas restantes, las cuales seguramente se encontraban en posesión de sus hermanas, que ahora estaban desaparecidas.
— sé que la necesitas más que yo —le sonrió gentilmente al héroe— con eso, estoy segura que podrán partir mañana en busca de las siguientes
— gracias —respondió Vio— pero... ¿Cómo es que sabes esto?
La joven tan solo río traviesa y se alejó lentamente para ir a su habitación.
— mis hermanas... —dijo antes de continuar subiendo las viejas escaleras— han desaparecido, no puedo decirte dónde están exactamente, pero quizá puedas buscarlas en el lugar donde habitaban.
Una de ellas se encontraba junto a un lago, al oeste, y la última en un bosque, al sur. Su viaje comenzaría al alba, esta vez estaban más enérgicos que antes, habían descansado como nunca y se alimentaron lo suficiente para continuar.
— entonces —habló Azul acomodando su gorro— ¿tenemos que buscar a las hermanas de Din?
— ellas nos darán las luces que nos faltan —respondió Vio—
Al oeste, primero debían asegurarse que ninguna presencia maligna hubiese pasado por allí, así que trataron de reunir información del pueblo cercano al lago en el que debería estar una de las hermanas de Din. Sin embargo las respuestas de aquellas personas no fueron muy buenas, tan solo había pasado una noche desde que vieron a una anciana pasar por el lugar, venía de muy lejos, o eso decía ella.
— nos ofrecía riquezas —afirmaba un campesino— a cambio de brindarle nuestras emociones
Vio estaba seguro de que se trataba de la misma persona que engañó a Verde, aunque no podía dejar de preguntarse si el precio había sido el mismo para él, perder sus emociones al beber de aquella poción.
— jamás aceptamos lo que nos pedía —continuó— sin embargo, dijo que continuaría con su camino hasta el siguiente pueblo
Además de la extraña visita de aquella mujer, los niños afirmaban haber visto sombras de criaturas cerca del lago en donde solía habitar el oráculo, así le llamaban. Habían pasado ya varios días desde que no podían ir a pescar, eso afectaría mucho al pueblo si no se solucionaba pronto. Definitivamente la desaparición de las hermanas y todo lo que estaba sucediendo había sido obra de Vaati.
El lago había tomado una tonalidad grisácea, no había ni un solo animal cerca, ni un pez nadando por las orillas, hasta donde alcanzaba la vista de este podían verse sus aguas oscuras, tan solo criaturas merodeando al rededor del lago, bastantes y de quienes no conocían sus debilidades, fuerza o modo de pelear, podría ser arriesgado atreverse a luchar.
— ¿qué es eso? —preguntaba Rojo, señalando hacia el lago—
Algo emergía de él, una figura femenina, idéntica a la de Nayru, una de las hermanas de Din, solo que con cierto toque de maldad en sus ojos, seguro ya no era la misma.
— ¡hey! —llamaba su atención Azul— ¿todo este tiempo estuviste aquí? Tu hermana está muy preocupada así que le debes una explicación
— Azul —habló Vio— quizá eres el único que no se ha percatado de lo que sucede
— ¿a qué te refieres? —respondió ingenuo—
Efectivamente, era el único que no se daba cuenta de que ella ya no era la misma, pero en fin, eso no era de mucha importancia, una respuesta de parte de Nayru y aprenderá a agudizar más sus sentidos.
— Eres idiota —terminó Vio—
Aquella joven no dejaba de mirarlos fríamente, ella jamás se movió, sin embargo de un momento a otro, las criaturas se tornaron un tanto hurañas, esto significaba pelea.
— ¿qué hacemos? —preguntaba Rojo— no sabemos cuáles son sus habilidades ó qué tan fuertes son
— descuida —lo tranquilizaba Vio— hallaremos una forma de escapar de está
Vio ya estaba tratando de formular algún plan en su cabeza, pero no podía obtener nada, ¿qué le sucedía, acaso estaba nervioso?
— ¡vamos Vio! —exclamaba Rojo mientras veía a las bestias acercarse—
Un resplandor, y luego... Silencio. Ya no estaban en el lago, ahora se encontraban dentro de una cabaña, por alguna extraña razón se habían salvado, esto les recordaba aquella vez en la que fueron salvados por las doncellas, ¿habrían sido ellas nuevamente?, eso significaría que aquellos monstruos también le temían a la luz, como shadow.
— ¿dónde estamos? —preguntaba Azul sobándose la cabeza— nunca había visto un resplandor con tanta fuerza, casi me quedo ciego
— tenemos otra oportunidad —habló Vio— aún no sabemos exactamente qué son esas cosas, pero tengo la teoría de que podrían ser sensibles a la luz, si es que eso fue lo que nos salvó
Aún no sabían de quién era aquella cabaña, así que esperarían a que llegara el dueño ó se irían antes de que se percatara de los intrusos en su casa, ó... tal ves ya era demasiado tarde para tomar una decisión.
— me alegra que estén bien —aquella voz sonaba tan familiar— espero que haya enviado la ayuda a tiempo, y que no hayan recibido ni un solo rasguño
— ¡¿verde!?... —dijeron todos al unísono— ¡¿qué haces aquí?!
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La leyenda de Zelda (four swords)
Fiksi PenggemarLos cuatro link regresaran con una nueva misión, la vida de su amigo, verde, está en riesgo y deberán aprender a trabajar en equipo para poder salvarlo