Pasan tres días y aparece la madre de Charlie mientras él está reunido. La señora Rogers es muy amable y chicharachera se pasa todo el rato hablandome de Charlie cuando era pequeño y también añade su mal carácter desde que falleció su padre.
-Bueno hija, tu lo ves como es, tan serio y recto, a veces pienso que no es el niño que reía, el señor Rogers era su héroe y mentor. - sus ojos se llenan de lágrimas.
-Bueno señora Rogers,su hijo es un gran hombre no cabe duda y el señor Rogers seguro que lo fue, me hubiera encantado conocerlo-toco su mano en señal de comprensión.
En ese momento se abre la sala de reuniones y salen todos los ejecutivos junto a Charlie, al ver a su madre se acerca a ella y la saluda,ella se despide de mi con un abrazo y entra en la oficina.Voy a la sala de los archivos y busco algunos que necesito para los informes, ensimismada en la búsqueda y pensando en Charlie no noto cuando alguien cierra la puerta, me giro y me encuentro con Carlos.
-Carlos, ¿por qué has cerrado la puerta? - él me observa, su mirada es diferente a otras veces ya no es amable sino oscura, y me entra un escalofrío, espero que no se atreva a nada o va a saber de lo que soy capaz, se empieza a acercar a mi poco a poco, al llegar me pone contra los archivos, intento calmarme y crear una estrategia para salir de allí, se inclina hacia mi con intensión de besarme, meto mi pierna en medio de las suyas y usando toda la fuerza le doy un rodillazo en su fábrica de bebés, se arrodilla dolorido.
-Ni se te ocurra pensar en volver a hacer eso, las mujeres no somos carne de exposición en la que decides cuando y como usar, ¿me entiendes imbécil?-y sin más salgo del archivo dejándolo así. Vuelvo a mi mesa con un té para calmar los nervios, en ese momento sale la señora Rogers y vuelve a espachurarme y se va. Suena mi teléfono, me levanto y voy a la oficina toco y escucho el permiso para pasar.
-Señor, hoy tiene la reunión con los japoneses para el contrato a la hora de la comida-mientras hablo veo que escanea palmo a palmo mi cuerpo, se fija en mis desnudas piernas y mi falda de tubo por ensima de las rodillas, sube hasta mi blusa blanca y se fija en mi sujetador negro sigue su recorrido hasta mis labios y luego mis ojos, todo mi cuerpo arde al momento, este hombre causa un efecto en mi impresionante, con solo mirarme ya deseo estar desnuda ante él.
-¿Podría acompañarme en esa reunión Lorena? - me quedo incrédula, ¿yo en una reunión de jefazos? Lo observo.-Si desea que yo vaya, por supuesto que iré, señor-dejo varios informes sobre la mesa.
-Por favor lleve su agenda y demás útiles para que todo quede en constancia de esa reunión-me retiro y me dirigo a mi mesa, organizo la reunión de hoy, justo cuando se hace la hora de la comida, Charlie sale de su despacho y lo acompaño llevando las cosas que me pidió. Llegamos al ascensor, subimos junto con varias personas más quedando nosotros al final, de repente el ascensor se para quedando a oscuras y dejando encendidas unas luces rojas tenuez, varias mujeres empiezan a entrar en pánico, me acerco a ellas y les ofrezco mi agua y chicles para que se relajen, yo también soy de las que se agobian en los ascensores pero entrando en pánico no arreglamos nada, vuelvo al lado de Charlie y noto su mano posarse en mi espalda, corrientes eléctricas recorren todo mi cuerpo.
-¿Te encuentras bien? - susurra muy cerca de mi oído, intento mantenerme estable y doy un asentimiento. Se acerca más a mi, calor, calor, mi cuerpo esta que arde, intento calmarme y justo cuando se esta acercando a mi el ascensor se reactiva, intento coger bocanadas de aire porque por un momento quede sin oxígeno, salimos al aparcamiento, intento montarme en el coche sin que se me vea nada de mi ropa interior,malditas faldas, cuando subo, la falda se sube un poco, exponiendo un poco más mis piernas, veo su mirada dirigirse a ellas, después de unos segundos se aclara y arranca el coche, todo el camino es silencioso, al llegar al restaurante, Charlie baja y me abre la puerta.
ESTÁS LEYENDO
(TERMINADA)Amar lo prohibido
Random¿Estas preparado para entrar en un mundo de deseo, sexo y mil sensaciones más? Pues has llegado al libro adecuado, hablaremos de una historia llena de todo lo descrito antes, Lorena siente un deseo ardiente por su jefe, el señor Rogers, viviran una...